Texto Cortés i Llobet resumido, Ejercicios de Trabajo Social

¡Descarga Texto Cortés i Llobet resumido y más Ejercicios en PDF de Trabajo Social solo en Docsity! Página 1 de 6 TEXTO: ACCIÓN COMUNITARIA DESDE EL TRABAJO SOCIAL 1. Aproximación a las bases teóricas y epistemológicas del trabajo social comunitario El trabajo social comunitario se reconoce como método propio en 1947, considerado como un ámbito práctico y de adecuación del trabajo social. Es uno de los tres métodos de intervención junto al individual y el grupal. Remarca la idea de que trabajar desde la comunidad es una oportunidad a la vez que exigencia. Requiere de una mirada analítica y critica respecto de las bases constituidas desde esta disciplina y al mismo tiempo debe permitirnos necesaria aproximación multidisciplinar. Se justifica con: los cambios que estamos asistiendo a nivel macro y micro social aluden a grandes y pequeñas transformaciones que están modificando el contexto (el espacio social). Desde la perspectiva comunitaria nos invitan a reconstruir y repensar nuestras fuentes (referentes teóricos, conceptuales, epistemológicos y metodológicos). Se trata de construir un marco de interpelación, diálogo y coherencia entre nuestras ideas y discursos, intenciones y prácticas de forma inter y transdisciplinar, supone la oportunidad de poder construir puentes o anclajes que nos permitan la retroalimentación de saberes entre el ámbito profesional y académico. En contraposición se reivindica la comunidad como estrategia consciente que puede permitir la potenciación y fortalecimiento de las relaciones sociales como vía para hacer emerger nuevas subjetividades y reconstruir identidades que hayan sido invisibilizadas. Acción comunitaria: procesos organizativos que implican a los sujetos concebidos como actores sociales que toman conciencia para transformar sus condiciones de vida. La intervención social debe concebirse como un instrumento de potenciación personal y social. El propio proceso de investigación colectiva puede devenir un proceso de concienciación, politización y empoderamiento del grupo. Una vez definidos los objetivos principales, nos detendremos en el contexto social. El trabajo social comunitario se contextualiza a los efectos de la crisis económica y social en clave local o de estado – nación. Para poder reflexionar las bases epistemológicas y conceptuales del trabajo comunitario debemos remitirnos a la interdependencia entre lo local y lo global. El riesgo social ha existido siempre, pero la percepción social del riesgo se ha individualizado porque estamos viviendo un proceso de debilitamiento de las estructuras de soporte y protección existentes. Todo apunta a que las propuestas neoliberales van a incrementar en la mayoría de los contextos la desigualdad y la polarización social en términos económico – ocupacionales, así como la acentuación de las condiciones de dependencia económico – política, ideológico – culturales y científico – técnicas. Página 2 de 6 Las prácticas de los trabajadores sociales comunitarios deben encarar la acción a propiciar alternativas para conseguir la globalización de la justicia social. El nuevo paradigma está inspirado en las aportaciones que hacen distintos autores. Supone que la confluencia de elementos teóricos y experiencias practicas y concretas desde una perspectiva participativa y comunitaria. Dentro de las teorías de pensamiento critico podemos mencionar las que emanan de la sociología, las corrientes humanistas radicales de la psicología, la pedagogía liberada de Paulo Freire, las aportaciones teóricas de la reconceptualización y el feminismo. Estas corrientes y enfoques han nutrido los bienes/valores teórico - prácticos del trabajo social comunitario. La perspectiva ecológica, la intervención con las redes sociales y la del apoyo social como modelos teóricos que guían la acción y prácticas comunitarias. Estas perspectivas permiten dar un salto con la red de la comunidad. Las iniciativas y proyectos orientados desde esta perspectiva ofrecen un marco teórico muy adecuado para orientar las prácticas de trabajo social comunitario. También aporta una visión abierta y cooperante con los recursos naturales y con las capacidades que muestran los sistemas de apoyo de las personas, grupos y comunidades. En definitiva, el trabajo social deviene facilitador y capacitador de las colectividades para que puedan tomar conciencia e implicarse activamente en construir respuestas. El paradigma de la complejidad reformulado desde una ética de la liberación, centrada en valores de autonomía y dignidad, aparece como otra vertiente fundamental de este nuevo paradigma. El paradigma de la complejidad nos invita a pasar de principios reduccionistas, deterministas y simplistas a análisis de causalidad circular, complejos donde el azar y la creatividad enriquecen la mirada y la acción. La acción comunitaria también se formula desde otra concepción de democracia, donde la participación no queda reducida o se queda en un simple eslogan. Supone una oportunidad para desplegar procesos de democracia participativa como formas de construir una democracia instituyente más vinculada con los problemas y/o preocupaciones cotidianas de los ciudadanos. En definitiva, los procesos de organización comunitaria pueden actuar como espacios constructores de ciudadanía. Permiten la emergencia de nuevos actores colectivos, formas de construcción de subjetividades y de identidades promotoras de iniciativas que refuerzan y fortalecen los vínculos, densifican las redes sociales y generan nuevos anclajes comunitaristas que puedan desplegar estrategias colectivas ante los nuevos desafíos. 2. Orientaciones metodológicas para la intervención comunitaria. Una vez contextualizada la acción comunitaria, presentar orientaciones metodológicas para guiar la atención comunitaria pensadas y desarrolladas desde el trabajo social, pero también inspiradas por otras disciplinas científicas que comparten con nosotros el reto de abordar situaciones sociales colectivas mediante la organización y la acción colectiva. Página 5 de 6 En este esfuerzo por conseguir que el diagnostico comunitario se construya con la máxima participación posible es especialmente importante organizar una prestación publica de los resultados provisionales. En este acto de cierre, suele ser pertinente plantear también el inicio del proceso de elaboración del proyecto colectivo a través de la definición de las líneas de acción que se valoren como prioritarias. De esta manera, además de permitir a los actores de una comunidad construir y/o mejorar sus relaciones, se podrá avanzar en la elaboración de propuestas integrales sobre determinados temas que den respuesta a las necesidades y oportunidades de dicha comunidad y que se convierta en el punto de partida para desarrollar practicas transformadoras. Teniendo en cuenta que la organización comunitaria deberá mantener su implicación a lo largo de la implementación de las acciones y en la evaluación de las mismas. 6. Cuarto acto. La retirada del profesional para la autonomía del grupo. El trabajo social comunitario tiene que trabajar para la plena autonomía del grupo. Es conveniente que la permanencia del profesional no sea permanente, sino que se mantenga en una posición de entrar y salir. La retirada del profesional no siempre aparece como una necesidad clara y fácil de aplicar. Mientras que la necesidad de la retirada siempre queda clara en el caso de los grupos de acción social simples, en otras situaciones del trabajo comunitario se tiende a estabilizar el liderazgo organizativo del trabajador comunitario. 7. Características y rol de los diferentes actores implicados. En los procesos comunitarios se persiguen objetivos como solucionar el problema de la vivienda, mejorar la calidad de la educación y de la salud, generar nuevas oportunidades, etc. Para lograr estos objetivos los actores del proceso tendrán que cambiar sus formas de hacer y de relacionarse. Se han de transformar unas relaciones unidireccionales basadas en el principio de autoridad en unas relaciones bidireccionales mas horizontales que permitan escuchar los distintos puntos de vista de una situación. Características de los actores sociales que participan en los procesos y el papel que desarrollan: a. Los agentes institucionales Podemos afirmar que la implicación de los representantes políticos siempre es necesaria para el impulso del trabajo comunitario. Teniendo en cuenta que una mayor articulación entre ciudadanía, profesionales y políticos podría contribuir a una mayor calidad y eficiencia de las políticas públicas. Hay que destacar que se deben financiar y apoyar acciones profesionales que impulsen procesos de organización comunitaria y construir los instrumentos y canales que favorezcan el derecho a la participación ciudadana. También se tiene que contar con los diferentes profesionales/funcionarios que ya están interviniendo en la comunidad. Página 6 de 6 Imprescindible abordar un cambio organizativo de las burocracias publicas que permita y fomente cierta remodelación de un sistema de bienestar pensado para la tarea asistencial y/o la gestión administrada de los problemas sociales. Para poder construir una relación de confianza entre los profesionales y los políticos y abordar con éxito el replanteamiento de la intervención social es crucial el papel de los RESPONSABLES ORGANIZATIVOS para utilizar y transmitir la información, así como explicar y justificar las decisiones del equipo. La confianza permitirá tener cierto margen de maniobra para reorganizar el servicio y para que los trabajadores y educadores sociales puedan compatibilizar la atención individual y familiar con el trabajo comunitario y para movilizar los recursos necesarios para hacer viables los proyectos de desarrollo comunitario. b. Los representantes de la sociedad civil Es imprescindible contar con la implicación de las asociaciones, entidades y grupos que van desde las redes comunitarias de autoayuda hasta las entidades de gestión de servicios y los grupos de presión, ya que estos constituyen puntos de partida claves. Tenemos que favorecer la autonomía de las asociaciones y ello implica que la adjudicación de recursos públicos a las entidades sociales debe ser transparente y evitar los riesgos de instrumentalización política. Sin olvidar que las asociaciones apuestan por la participación ciudadana tienen que predicar con el ejemplo. c. Los ciudadanos afectados El reto fundamental del trabajo social comunitario es la tarea de movilización y organización de los ciudadanos no organizados, especialmente los de vulnerabilidad social. Se trata de que las poblaciones afectadas por las problemáticas se conviertan en sujetos de la propia acción. Se quiere señalar que los objetivos de la intervención social deben ser conquistados. 8. La construcción de prácticas participativas. La experiencia ha sido denominada como << investigación del trabajo social comunitario: la construcción de prácticas participativas >> consideramos que vincula y retroalimenta el trabajo social comunitario desde los dos ámbitos: el profesional y el académico – disciplinar. Esta experiencia emerge de una jornada de formación interna organizada por y para los docentes. Los objetivos podrían sintetizarse en tres: 1. Poder reflexionar a nivel teórico y epistemológico sobre el enfoque comunitario, 2. Reflexionar sobre las metodologías que se venían utilizando desde el trabajo y 3. Plantearnos nuestra posición desde el ámbito académico y disciplinar respecto a la potenciación y fortalecimiento de ese tipo de prácticas. Una de las conclusiones de la jornada fue evidenciar y decidir impulsar un proyecto de investigación/acción en el trabajo social comunitario, conjuntamente con profesionales, técnicos y ciudadanos de tres territorios con características sociológicas y estructurales bien distintas.