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Cuestiones políticas e ideológicas en relación a los servicios sociales, Apuntes de Trabajo Social

Asignatura: Estructura de los servivios sociales en España y europa, Profesor: carmen maria roncal vargas, Carrera: Trabajo Social, Universidad: UCM

Tipo: Apuntes

2016/2017

Subido el 03/01/2017

maria_bonilla_encinar
maria_bonilla_encinar 🇪🇸

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¡Descarga Cuestiones políticas e ideológicas en relación a los servicios sociales y más Apuntes en PDF de Trabajo Social solo en Docsity! TEMA 2: CUESTIONES POLÍTICAS E IDEOLÓGICAS EN RELACIÓN A LOS SERVICIOS SOCIALES 1. DEFINCIONES Y CARACTERÍSTICAS Dificultad de delimitar el concepto de POLÍTICAS SOCIALES por:  Las necesidades son cambiantes, tanto en cantidad como en calidad, tanto sectorialmente como respecto a los agentes implicados.  La creciente presencia de entidades privadas y asociaciones no dependientes de los gobiernos en la acción social hace más complejo el papel del Estado y las políticas sociales.  Las diferencias ideológicas y de percepción del Estado social, de bienestar, la política social y los servicios, inclinan a un lado u otro las delimitaciones y potencialidades.  Los procesos de internacionalización y, simultáneamente, de descentralización complican la delimitación de responsabilidades y competencias y, con ello, la efectividad de las políticas sociales.  La contradicción entre sistema económico (lógica del beneficio) y la política social (lógica del bienestar) coadyuva a tal complejidad. POLÍTICA SOCIAL: consiste en el diseño y la ejecución programada y estructurada de todas aquellas iniciativas adoptadas para atender una serie de necesidades consideradas como básicas para la obtención del bienestar de la ciudadanía.  En sentido amplio, la política social es la intervención de los poderes públicos para mitigar o compensar las desigualdades que se originan en el mercado. De este modo, desde los primeros sistemas de seguridad social hasta el desarrollo de los sistemas educativos y sanitarios formarían parte de las políticas sociales. Dichas políticas se basarían en la adquisición de derechos de ciudadanía. Si inicialmente fueron los derechos políticos y civiles (por ejemplo, el derecho al voto, el derecho de asociación), después fueron los económicos (regulación del mercado laboral, negociación colectiva) y, finalmente, los derechos sociales (pensiones, asistencia sanitaria y educación). La cobertura de estos derechos económicos y sociales otorga a los Estados la función de provisión de los servicios públicos universales.  En sentido estricto, nos referimos a las políticas sociales a la actuación de los poderes públicos para mitigar o compensar las desigualdades provocadas por el mercado, o por situaciones contingentes (discapacidad, enfermedad, adicciones…) que aleja a los individuos de los mecanismos usuales de integración social y laboral. Con todo, forman parte de toda política social:  1) Los sistemas públicos de mantención de los ingresos, salarios, pensiones, jubilaciones, asignaciones familiares, becas de estudios, etcétera…  2) La movilización de bienes y servicios de carácter educativo y cultural, de atención sanitaria, viviendas, ayudas, seguros sociales, empleo, etcétera…  3) La construcción de equipamientos e infraestructuras como los centros educativos, hospitales y centros de salud, viviendas, centros deportivos, recreativos y culturales, centros de ayudas y servicios, etcétera…  4) Los subsidios para la alimentación, la vivienda, el desempleo, la viudez, la incapacidad, etcétera… Por tanto, se hace difícil (aunque no imposible) desligar el concepto de Política Social con el del Estado social de derecho, y éste con el de Estado del Bienestar. Puede haber Política Social sin Estado social de Derecho y puede existir Estado social de Derecho sin Estado del Bienestar, aunque es tremendamente difícil. El ejemplo más claro es la República de Weimar, Alemania (1919-1933), aunque su conformación se da en el mismo país, en 1949. El objetivo principal del Estado Social de Derecho es asegurar la procura existencial de la ciudadanía. Sus instrumentos son: la educación gratuita universal; la cobertura sanitaria; las ayudas económicas; la redistribución de la renta; el acceso a la vivienda y el pleno empleo; la recuperación del entorno natural; la discriminación positiva para la integración social de colectivos sociales desfavorecidos; las prestaciones sociales (ingresos mínimos; pensiones no contributivas; las ayudas familiares); las ayudas para infancia; para las discapacidades; para el fomento del ocio y la cultura; los seguros sociales… 2. ESTADO DEL BIENESTAR Y POLÍTICA SOCIAL  El Estado del Bienestar no es más que una forma (quizás la más eficaz) de Estado Social de Derecho. Su objetivo es garantizar a la ciudadanía el bienestar social.  Sus instrumentos son: o la regulación de la economía de mercado a través de la redistribución de la renta y el pleno empleo. o movilización de cuantiosos recursos: renta mínima, educación universal, atención sanitaria, vivienda, prevención a la marginalidad, servicios sociales generales. o disposición de una red de seguridad (servicios sociales específicos). TIPOS DE POLÍTICAS SEGÚN SUS OBJETIVOS:  como caridad, asistencia, ayuda inmediata.  como garantía de control social.  como mecanismo de reproducción social.  como realización del derecho de ciudadanía. TIPOS DE POLÍTICAS SOCIALES SEGÚN DISEÑOS ADMINISTRATIVOS:  El modelo residual (mercado, familia).  El modelo adquisitivo-ejecutivo (mérito, esfuerzo-recompensa).  El modelo institucionalredistributivo (justicia social).  El modelo total (socialismo). Llegados a este punto, es preciso que tomemos conciencia de que actuar en la realidad social lo podemos hacer de muchas maneras, pero, de ningún modo, desde una pretendida asepsia ideológica o ética. Muchos de nosotros pensamos que no hablar, que no expresar nuestra opinión es no tomar partido por una determinada respuesta que, por otro lado, nos implicaría y llevaría a tener que confrontarme. Pero, lejos de ser así, el silencio, la respuesta silente, siempre es connivencia con lo que hay. Cuando doy la callada por respuesta me estoy, igualmente, posicionando, comprometiendo y, en este caso, con lo implantado, lo establecido, lo que intenta instaurarse. Como siempre, la sabiduría popular se adelanta a nuestros discursos y nos recada a la vida: “el que calla otorga”. ¿Por qué debemos los Trabajadores Sociales implicarnos?  Porque no podemos continuar siendo mediadores entre “la pobreza de la gente y la pobreza del Estado”.  Porque no podemos limitarnos a ser un engranaje funcional de un sistema cada vez más injusto e inequitativo.  Porque no podemos asistir impasibles a un desmantelamiento progresivo del Estado de Bienestar antes de haber conseguido su implantación consolidada desde el principio de universalidad.  Porque necesitamos pensar nuestras prácticas cotidianas en un tipo de sociedad en el que “el efecto Mateo” se ha convertido en la ley de otro.  Porque debemos esforzarnos por desacostumbrarnos, no dejarnos confundir con discursos cargados de moralina que –aparentemente progresistas- ocultan los verdaderos motivos que les impulsan.  Porque debemos ser capaces de practicar la hermenéutica del sentido común que nos dice “fracaso” donde otros interpretan “éxito”.  Porque el acompañar a personas en sus procesos vulnerados debe tenernos alerta, indignarnos, interpelarnos e imaginar con ellos nuevas posibilidades.  Porque no nos podemos limitar a describir con “objetividad” o sentido riguroso lo que ocurre, sino que debemos contribuir a su transformación.  Porque no podemos ser “intelectuales orgánicos” poniendo nuestro saber y nuestro hacer al servicio de los grupos de poder de turno.  Porque el discurso a través del cual pienso la realidad, toma cuerpo y se concreta en la acción que desarrollo cuando estoy delante de otro ser humano que solicita mi ayuda. Los excluidos –Pedro, María, Luisa, Amparo, Juan, etc. – no tienen mayor voz que su misma condición y, aunque en la mayoría de las ocasiones están desposeídos de recursos materiales y/o económicos, lo más hiriente es que cada vez más se ven privados de su capacidad de ser personas y, por lo tanto, sujetos autónomos de su propia acción. Son mujeres, son hombres, son niños. No son estadísticas, no son números políticamente adecuados, no son “datos aproximados”, son personas humanas cuyos rostros, nombres y apellidos, cuyas historias, cuyas biografías, cuyos cantos y desencantos conocemos y acompañamos día a día desde la cercanía del encuentro. ¿Cuál es nuestra responsabilidad? Como apunta Alberto Melucci en su obra Vivencia y Convivencia, “que necesidades humanas fundamentales no sean reducidas al silencio y que no aumente la opacidad tras la apariencia de comunicación”. Y añadimos: “tenemos la responsabilidad de repensar la profesión y su posicionamiento en una revalorización de la ética como interpelación y como relación con la acción, en la siempre abierta posibilidad de imaginar otros futuros posibles”. Pues no podemos entender más éticas que aquellas en las que existe una coherencia entre la palabra y la acción, entre el discurso y la intervención social concreta que realizo, entre el transcurrir racional de los planteamientos éticos y las plasmaciones de dichos planteamientos en el día a día.
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