¡Descarga El conocimiento científico y más Apuntes en PDF de Estadística solo en Docsity! El conocimiento cien+fico Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1: El conocimiento cien;fico. Introducción 3 El conocimiento cien1fico 4 El conocimiento cien;fico frente a otras formas de conocimiento: nota histórica 4 Concepción clásica del “método cien;fico” 8 Unidad/Pluralidad metodológica de la ciencia 16 La ciencia en la actualidad: criterios de demarcación de la ciencia: aportaciones de la filosoKa y la sociología de la ciencia 18 • Las respuestas de la filosoKa de la ciencia 19 • Las aportaciones de la sociología de la ciencia 25 La ac-tud y la prác-ca cien;fica 32 Referencias bibliográficas 34 Marichu Azpei-a Armán-‐Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.: El conocimiento cien;fico. 2 el mundo ya estaba dicho por los clásicos y estaba recogido en los libros escritos por ellos. Es interesante, por tanto, destacar que en sus inicios la ciencia surge como una forma de pensamiento antidogmático y crítico. Claro ejemplo de esta actitud crítica fue Galileo cuya vida está llena de acontecimientos que ponen de manifiesto su actitud crítica frente a la forma ortodoxa de conocer de su época.(1) Poco a poco, esta nueva forma de conocer el mundo que se apoyaba tanto en la observación como en la teorización se fue imponiendo y a finales del siglo XVII el método científico, tal como fue expuesto por Newton en sus Principia, era ya una forma generalmente aceptada de investigación. Poco a poco, esta forma de conocer, que surge en la física, se fue extendiendo a otros ámbitos del saber, en gran medida gracias a los éxitos y la aplicabilidad de los conocimientos que se iban obteniendo. Porque, aunque la primera finalidad de la ciencia es incrementar el conocimiento de algún aspecto del mundo, sin importar, en principio, su mayor o menor aplicabilidad, una de las características más importantes del conocimiento científico es su posibilidad de aplicación de manera que la ciencia ofrece también un gran poder de transformación : cuatro siglos escasos de conocimiento científico han transformado más el mundo que miles de años de otras formas de conocimiento porque la ciencia proporciona un tipo de conocimiento que permite actuar modificando, transformando, controlando e incluso, como no, destruyendo aquellos aspectos del mundo que son accesibles a los seres humanos. De hecho, aunque el objetivo principal de la ciencia sea el conocimiento, gran parte del desarrollo actual de la ciencia está dirigido, a través de aportaciones económicas ,hacia conocimientos que puedan ser aplicados por diferentes industrias. Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 5 1 Sucesos muy bien contados en (RUSELL, 1981, 13,29) Este poder de manipulación lo puso de manifiesto ya hace ya muchos años Bertrand Russell en una clásica y conocida obra cuya primera edición se escribió en 1931 y ya entonces, este autor señalaba: La ciencia es también autoridad y prestigio: aquellas formas de conocimiento que son reconocidas socialmente como científicas gozan de una mayor autoridad y prestigio que aquellas otras que se califican de no científicas o pseudocientíficas. Porque para muchos hoy la ciencia funciona como antes la religión: lo que dice la ciencia no es cuestionable. Es común oír decir “esto está demostrado científicamente” o “la ciencia dice” para zanjar una polémica, otorgando de este modo a la ciencia una autoridad indiscutible sobre la verdad. De ahí el interés de muchas disciplinas por ser reconocidas como científicas. Y sin embargo, nada más lejos de la verdadera actitud científica que ese dogmatismo. Pues aunque la vocación de la ciencia es explicar y describir la realidad y en ese sentido podemos hablar de “verdad”, sabemos que: “La ciencia, como su nombre indica, es, en primer lugar, conocimiento. Convenimos en que es conocimiento de un determinado género, un conocimiento que busca leyes generales relacionando ciertos hechos particulares. Gradualmente, sin embargo, el aspecto de la ciencia como conocimiento es desplazado a segundo término por el aspecto de la ciencia como poder manipulador. Por conferirnos la ciencia este poder de manipulación es por lo que tiene más importancia social que el arte. La ciencia como persecución de la verdad es igual pero no superior al arte. La ciencia como técnica, aunque puede tener poco valor intrínseco, posee una importancia práctica a la que no puede aspirar el arte” (1981,8) “Todo logro científico implica nuevas cuestiones y ha de ser superado y ha de envejecer. Todo el que quiera dedicarse a la ciencia tiene que contar con esto.”( Weber, 1981, 197) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 6 o, como dice Bertrand Rusell: Que sea o no posible el logro de esa “verdad exacta” es una cuestión que se abordará más adelante, lo importante ahora es desterrar la idea de que el conocimiento científico es verdadero; la idea de que si algo ha sido demostrado científicamente es una verdad indiscutible no tiene nada que ver con el verdadero espíritu científico tal como se concibe en la actualidad, ya que, como se verá más adelante, las teorías que en un momento dado sostiene la ciencia, son explicaciones sobre el mundo que son compatibles con los hechos, y , en un momento dado, se considera la mejor explicación sobre como funciona un determinado aspecto del mundo. Pero eso no es lo mismo que decir que son verdaderas, tarde o temprano, puede surgir otra teoría, incluso incompatible con la anterior, pero igualmente compatible con los hechos y más completa que la anterior. “Ningún hombre de temperamento científico afirma que lo que ahora es creído en ciencia sea exactamente verdad; afirma que es una etapa en el camino hacia la verdad exacta.”( 1981, 55) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 7 “La ciencia es conocimiento teórico. Y es conocimiento teórico en su totalidad, no sólo parcialmente. El conocimiento científico es un conjunto de teorías que hemos elaborado nosotros, con nuestros antecesores, y que por el momento seguimos utilizando como base de nuestra comprensión de la naturaleza. Es esta una interpretación muy generalizada de lo que es la ciencia y no indica la necesidad de alterar fundamentalmente la forma en que pensamos sobre ellas. Por supuesto, no significa que debamos dejar de confiar y utilizar el conocimiento científico: bien al contrario, el conocimiento científico es el más fiable. Pero tener en cuenta esta argumentación tan simple nos ayudará mantenernos alerta frente a los argumentos y pretensiones de hacer de la ciencia un fetiche, argumentos que suponen que nuestro conocimiento científico es permanentemente válido y se justifica didácticos para explicar esa concepción clásica del método científico pero no como un modelo a imitar en cualquier investigación. En este esquema los rectángulos representan elementos y las elipses, procesos. Toda la parte superior se refiere a procesos de tipo teórico mientras la parte inferior corresponde a la investigación empírica. La parte derecha se ocupa de los procesos deductivos ( que partiendo de la teoría va hacia observación de los hechos) mientras que la izquierda se ocupa de la inducción( que parte de la observación de los hechos particulares y conduce a la elaboración de teorías). El objetivo del conocimiento científico es la elaboración de teorías acerca de algún aspecto de la realidad. Para la elaboración de estas teorías nos apoyamos en la observación de la realidad (proceso de investigación empírica). No entraremos en la definición del término teoría debido a la gran variabilidad del contenido atribuido a dicho término: desde una acepción muy restringida en la que sólo entran las teorías muy formalizadas, hasta una acepción más amplia que considera cualquier conceptualización como teoría. Para entender lo que es una teoría y especialmente la función que cumple en la investigación, utilizaremos una sugerente metáfora de Popper. Dice este autor que las teorías, en un sentido amplio: Siguiendo a Popper podemos entender las teorías como redes que lanzamos al mundo y la investigación empírica como el acto de lanzar la red. Al lanzar la red (investigar) habrá aspectos del mundo que queden explicados por la teoría, sujetos por la red, pero otros que se escapen y esto sólo puede detectarse al lanzar la red. “ son redes que lanzamos para apresar aquello que llamamos el mundo, para racionalizarlo, explicarlo y dominarlo. Y tratamos de que la malla sea cada vez mas fina”(1962, 57) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 10 A partir de la investigación trata de mejorarse la teoría, tejiendo en aquellos lugares en los que hay agujeros por los que se escapan los fenómenos que se tratan de explicar. De este modo, poniendo constantemente a prueba la red, se va tejiendo una malla cada vez más fina por la que cada vez se sujeta-‐explica mejor el mundo. Pero también sucede , que en determinados momentos, se proponen nuevas formas de lanzar la red o cambiar la red por otra tejida de diferente forma. Si la nueva propuesta es mejor, se abandona la vieja teoría y la vieja forma de investigar: hay un cambio de mirada, o, como después veremos, un cambio de paradigma. Según la concepción ideal del método científico, la forma de lanzar la red, de poner a prueba la teoría, comienza con la deducción a partir de la teoría de determinados supuestos acerca de la realidad : hipótesis. La forma general sería la siguiente: si la teoría es cierta entonces sucederá que ”...” Pues bien, esos puntos suspensivos son la hipótesis: una suposición, una predicción. Una vez formulada la hipótesis, ésta debe poder ser contrastable, lo que supone que debe operacionalizarse, es decir, explicitar las operaciones concretas que se van a llevar a cabo para su contrastación. Por ejemplo, partiendo de una teoría vigente en el siglo XIX que relacionaba el físico de las personas con sus características psicológicas en la cual se consideraba el peso del cerebro directamente proporcional a la inteligencia de una persona y teniendo en cuenta que diferentes observaciones habían constatado que el peso medio del cerebro de los hombres es mayor que el de las mujeres; es fácil deducir la siguiente hipótesis: “Los hombres son más inteligentes que las mujeres”. Ahora bien, esta hipótesis debe operacionalizarse para poder acometer la contrastación empírica. ¿ Qué es la inteligencia? ¿ Qué test se va a utilizar para medir la inteligencia? ¿ Qué muestra se va a seleccionar? Una vez resueltas todas estas cuestiones -‐que corresponden a decisiones que tienen que ver con el diseño de la investigación-‐ la hipótesis, una vez operacionalizada podría quedar aproximadamente del siguiente modo: “ la media que obtienen en la prueba X de inteligencia la muestra de hombres es significativamente mayor que la obtienen en dicha prueba la muestra de mujeres”. Lo que significa que habría que seleccionar dos muestras, una de hombres y otra de mujeres, y pasar en cada una de ellas el Test X. Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 11 Una vez que se ha hecho esto, que se han obtenido los datos, se tendría un conjunto de observaciones individuales (la puntuación obtenida por cada individuo en el test de inteligencia y su sexo). A partir de ahí, se procedería a resumir estos datos, en este caso calculando la media de ambos grupos, esto sería una generalización empírica, que se obtiene resumiendo los datos individuales. Supongamos que en este caso, la generalización empírica fuera que “Una vez hecho el test X no se observa, para determinado nivel de significación, diferencias significativas entre la media de hombres y la de mujeres”. Si se compara esta generalización empírica con la hipótesis de partida, ésta se rechaza y eso significa que se debe modificar o reformular la teoría o alguna parte de la teoría de la que se partía. Y así sucesivamente: se vuelve a partir de la teoría reformulada en una espiral de interacción constante entre la teoría y la investigación empírica Como dijimos antes, aunque este esquema es muy útil didácticamente, a la hora de utilizarlo debe tenerse en cuenta que: • Es sólo un modelo, un ideal, la práctica cotidiana de los científicos, como ha puesto de manifiesto la sociología de la ciencia, no sigue, la mayoría de las veces, estos pasos. • Incluso este modelo no es compartido por todos los científicos ya que tiene una determinada concepción de la ciencia, que, actualmente, suele denominarse “concepción heredada” y de la que se hablará más tarde. • No tiene en cuenta los problemas de la validez de la inducción, que ha sido puesta en tela de juicio desde hace mucho tiempo. Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 12 De modo que esta forma de investigar no contribuye al progreso de las ciencias sociales al convertirse muchas veces en una mera acumulación de datos. En el lado contrario estaría la “gran teoría” de la que pone como ejemplo La acción social de Parsons, grandes construcciones teóricas con poca o ninguna conexión con la realidad a través de la investigación empírica. Todavía hoy , después de tantos años,uno de los grandes retos de las ciencias sociales sigue siendo la integración entre la teoría y la investigación empírica. Pero aunque sigue habiendo cierta división entre los teóricos y quienes se dedican a la investigación empírica, hay grandes científicos sociales que aúnan ambas facetas, entre ellos cabe destacar como ejemplo a Bourdieu, quien a lo largo de su trayectoria aúna constantemente teoría e investigación empírica: Lo importante de cara a una asignatura que se ocupa de la investigación es destacar la estrecha relación que existe y debe existir entre la teoría y la investigación empírica, cuestión que ha de tenerse presente a la hora de abordar cualquier investigación. “... el empirismo abstracto no se caracteriza por ninguna proposición o teoría importante. No se basa en ningún concepto nuevo de naturaleza de la sociedad ni del hombre, ni sobre ningunos hechos particulares acerca de ellos.”( Wright Mills,2000 [e.o. de 1959], 73) “La sociología de hoy está llena de falsas oposiciones, que mi trabajo me lleva a menudo superar, sin que yo me proponga esta superación como proyecto. Esas oposiciones son divisiones reales del campo sociológico; tienen un fundamento social pero ningún fundamento científico. Tomemos las más evidentes como la oposición entre teóricos y empiristas, o bien entre subjetivistas y objetivistas, o aun entre el estructuralismo y ciertas formas de fenomenología”(Bourdieu, 1993, 44) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 15 Por otra parte, una vez se han visto las principales características de ese método científico surgido desde y para la física surgen una serie de preguntas: ¿ este método científico puede usarse en otras ramas del saber? ¿ el método científico es único y el mismo para todas las ciencias? ¿ es, como indican algunos autores y manuales, dicho método científico el que permite caracterizar y distinguir lo que es ciencia de lo que no lo es? A todas estas preguntas se tratará de ir dando respuesta en los próximos apartados desde el punto de vista de la ciencia en general, dejando para mas adelante el planteamiento de estas cuestiones desde el punto de vista de las ciencias sociales. Unidad/Pluralidad metodológica de la ciencia La principal idea de aquellos que defienden la unidad metodológica de la ciencia queda perfectamente reflejada en la siguiente frase de Bunge: En efecto, para los defensores de la unidad metodológica de la ciencia, lo que diferencia unas ciencias de otras son sus diferentes objetos, aquellos aspectos de la realidad de los que se ocupan, y sus técnicas particulares más que por el método que sería el mismo para toda la ciencia en su conjunto. Son muchos los autores que han defendido la existencia y/o la necesidad de un método científico único y común para todas las ciencia pero, sin duda, el neopositivismo con su concepción físicalista de la ciencia, ha sido la corriente filosófica que más ha abogado “La ciencia es metodológicamente una a pesar de la pluralidad de sus objetos y de las técnicas correspondientes” (1980,37). Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 16 por la unidad metodológica de la ciencia, intento que tiene una de sus expresiones más características en la “Enciclopedia universal de ciencia unificada” dirigida por Otto Neurath, Rudolf Carnap y Charles Morris, pensadores integrantes del Circulo de Viena. Consideran estos autores el método de la física como el más perfecto y el que más se acerca al ideal científico y, por tanto, el resto de las actividades que pretendan el calificativo de científicas han de imitar este modelo; modelo, por otra parte, en el que la cuantificación y la expresión matemática de las teorías se constituyen en algunas de las principales exigencias. Sin embargo, la unidad metodológica de la ciencia, e incluso la existencia de algo que pueda ser llamado método científico “en el sentido de ser uno y de estar generalmente aceptado y ser practicado por los científicos”( Beltran,1985,7) ha sido puesta en tela de juicio tanto desde la filosofía de la ciencia como desde las ciencias sociales. Entre los primeros, sin ser el único, ha sido Feyerabend quien ha puesto en cuestión de la forma más radical la existencia del método científico. Considera este autor que : “ la idea de un método que contenga principios científicos inalterables y absolutamente obligatorios que rijan los asuntos científicos entró en dificultad al ser confrontada con los resultados de la investigación histórica”(1981,15) y que la “ idea de un método fijo, de una (teoría de la) racionalidad fija, surge de una visión del hombre y de su contorno social demasiado ingenua” por ello se declara ”contra el método”(Feyerabend, 1981,21-‐23). Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 17 ser “verdadera” habría que aceptar que todas las teorías eran incapaces de ser probadas. A partir de ese momento surge la necesidad de encontrar algún criterio de demarcación que permita distinguir racionalmente la ciencia de lo que no lo es. Distintos autores y corrientes filosóficas han tratado de dar solución a este problema, pero cada criterio propuesto ha sido lógicamente refutado por otros autores y en la actualidad las opiniones en torno a este punto distan de ser unánimes. A continuación se hace referencia a algunas de las principales respuestas a esta cuestión, sin entrar en profundidad en ninguna de ellas. Los primeros en proponer un criterio de demarcación fueron los lógicos inductivos. Su respuesta , que recibe el nombre de “probabilismo”, consiste en calificar una teoría como científica cuando su probabilidad matemática es elevada. De tal forma que, cuanto más alta sea la probabilidad de una teoría, más científica será. Popper en La lógica de la investigación científica publicada en 1932 rebate este criterio demostrando que la probabilidad matemática de todas las teorías es cero. Las teorías no pueden probarse ni son más o menos probables, pero pueden falsarse. Por ello, señala Popper que una teoría es científica si puede especificar por adelantado falsadores potenciales y pseudocientífica si no puede hacerlo. El siguiente texto resume las principales avances del falsacionismo de Popper respecto a anteriores pensadores, entre estos avances está el de la superación del problema de la inducción. “Una hipótesis es falsable si existe un enunciado observacional o un conjunto de enunciados observacionales lógicamente posibles que sean incompatibles con ella, esto es, que en caso de ser establecidos como verdaderos, falsarían las hipótesis” (Chalmers, 2003,59) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 20 Pero el falsacionismo de Popper, aunque ha tenido una gran repercusión e influencia entre científicos y filósofos de la ciencia, también ha sido puesto en tela de juicio. Uno de sus principales críticos ha sido T.S Kuhn, quien elabora un modelo para explicar el progreso de la ciencia, que hasta entonces se había entendido como acumulativo.Para ello propone la noción de paradigma, concepto que el propio Kuhn define de diferentes formas a lo largo de su obra y que , como señala Chalmers, es de difícil definición: “Los falsacionistas admiten francamente que la observación es guiada por la teoría y la presupone. También se congratulan de abandonar cualquier afirmación que implique que las teorías se pueden establecer como verdaderas o probablemente verdaderas a la luz de la evidencia observacional. Las teorías se construyen como conjeturas o suposiciones especulativas y provisionales que el intelecto humano crea libremente en un intento de solucionar los problemas con que tropezaron las teorías anteriores y de proporcionar una explicación adecuada del comportamiento de algunos aspectos del mundo o universo. Una vez propuestas, las teorías especulativas han de ser comprobadas rigurosa e implacablemente por la observación y la experimentación. Las teorías que no superan las pruebas observacionales y experimentales deben ser eliminadas y reemplazadas por otras conjeturas especulativas. La ciencia progresa gracias al ensayo y el error, a las conjeturas y refutaciones. Sólo sobreviven las teorías más aptas. Aunque nunca se puede decir lícitamente de una teoría que es verdadera, se puede decir con optimismo que es la mejor disponible, que es mejor que cualquiera de las que han existido antes. Para los falsacionistas, no surgen problemas acerca de la caracterización y la justificación de la inducción porque,según ellos, la ciencia no implica la inducción”( Chalmers, 2003, 57) “(...) en la naturaleza de un paradigma está el escapar a una definición precisa. No obstante, es posible describir algunos componentes típicos que constituyen un paradigma. Entre sus componentes se encontrarán las leyes explícitamente establecidas y los supuestos teóricos. (...)Los paradigmas también incluirán las maneras normales de aplicar las leyes fundamentales a los diversos tipos de situaciones. (...) También se incluirán en el paradigma el instrumental y las técnicas instrumentales necesarios par hacer que las leyes del paradigma se refieran al mundo real. (..) Un componente adicional de los paradigmas lo constituyen algunos principios metafísicos muy generales, que guían el trabajo dentro del paradigma. (...)Por último, todos los paradigmas contendrán algunas prescripciones metodológicas muy generales.”(2003,103) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 21 En los inicios de una ciencia, según Kuhn, hay un periodo en el que coexisten múltiples paradigmas, pero llega un momento en el que uno de ellos se impone frente a los demás al ser aceptado por la mayoría de los científicos en ese área. Un paradigma consigue su estatus porque “obtiene más éxito que sus competidores en resolver unos cuantos problemas”. Una vez establecido el paradigma comienza un periodo de lo que Kuhn denomina ciencia normal, empresa que en cierto modo es: o, como señala Chalmers: Pero en determinados momentos surgen nuevos paradigmas (paradigmas emergentes) que tratan de sustituir al paradigma vigente. Cuando alguno de ellos consigue “derribar” al paradigma vigente y convertirse en el nuevo paradigma hegemónico, se produce lo que Kuhn llama una revolución científica, que es, un cambio en el paradigma hegemónico. A partir de ahí, comienza otro periodo de ciencia normal. De este modo, el progreso científico es caracterizado como una sucesión de periodos de ciencia normal y revoluciones científicas, que conducen al cambio del paradigma vigente y no sólo como un progreso acumulativo. “un intento de obligar a la naturaleza a que encaje dentro de los límites preestablecidos y relativamente inflexibles que proporciona el paradigma” (Kuhn,1975,53) “El paradigma en el que se esté trabajando guiará el modo en el que el científico vea un determinado aspecto del mundo. Kuhn sostiene que, en cierto sentido, los defensores de paradigmas rivales “viven en mundos distintos”,”(2003,108) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 22 Aunque en los últimos tiempos han surgido nuevas aportaciones desde la filosofía de la ciencia, todas ellas se mueven o bien en la órbita del relativismo kuhneano, o bien en nuevos intentos de caracterizar la ciencia mediante algún otro criterio.En los últimos años las aportaciones más interesantes al estudio de la ciencia han venido desde la sociología de la ciencia. • Las aportaciones de la sociología de la ciencia La sociología de la ciencia es una parte de la sociología que se ocupa del estudio de la ciencia. En su historia hay dos épocas muy bien diferenciadas. En la primera,antes de los años setenta del pasado siglo, se ocupaba sólo de analizar los aspectos sociales de la ciencia: las relaciones entre los miembros de la comunidad científica y entre ésta y el conjunto de la sociedad , la influencia de los factores sociales en la génesis de las hipótesis, etc..Pero dejaba para la filosofía de la ciencia el estudio del conocimiento científico en sí mismo ya que éste se consideraba regido por reglas puramente lógicas y racionales y, por tanto, fuera del alcance de cualquier influencia social. “La sociología había establecido, muy especialmente a partir de Durkheim, que todos los elementos que constituyen el conocimiento tienen una naturaleza social dado que las relaciones y estructuras que conforman grupos sociales específicos en contextos sociales determinados se proyectan en los marcos y contenidos cognoscitivos que estos mismos grupos y contextos generan y asumen. Pero, aun establecida la variabilidad del conocimiento según la sociedad y la historia, la sociología clásica no proyectó este dictum a la ciencia , asumiendo que era un caso especial de conocimiento, (...) En efecto, con el llamado método científico podía conocerse eliminando los prejuicios , sesgos, deformaciones, etc., es decir, sin las distorsiones que presentan la religión o la ideología, a la par que podía establecerse la verdad o falsedad de cualquier proposición con contenido empírico sobre la realidad. Esta posición de naturaleza objetivista supone la existencia de un mundo real , ajeno a las subjetividades propias de la condición humana, que sólo puede conocerse si se asumen unos estándares lógicos y empíricos ( el método científico). (...) Y es frente a este tipo de explicación(..) contra la que se posiciona el programa fuerte(...)” (Torres Albero, 2008, 1101,1102) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 25 La segunda etapa de la sociología de la ciencia surge, en gran parte por la influencia de la obra de Kunh, a mediados de los años setenta con el llamado “Programa Fuerte” de la sociología de la ciencia. Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 26 “La ciencia, como objeto de estudio, estuvo fuera del alcance del análisis sociológico hasta la década de los 70 del siglo XX debido a la concepción positivista predominante: la filosofía de la ciencia ortodoxa había emprendido el proyecto de fundamentación de la excelencia del conocimiento científico, máximo exponente de la racionalidad humana, y que, por su naturaleza, no podía estar sujeto a condicionante alguno en su evolución, ni sociológico ni de otra índole, puesto que el método científico garantizaba un progreso continuo hacia la verdad. El conocimiento científico se justificaba mediante la contrastación empírica y sus formulaciones se amparaban en la coherencia lógico-‐matemática. Esta doble dimensión, experimental y formal, evitaba, según esa perspectiva, la injerencia de cualquier factor, sociológico o de otro tipo, en ese progreso constante del conocimiento científico. La estructura de las revoluciones científicas de Thomas Kuhn (1981), supuso un giro significativo en ese modo de concebir la ciencia.(…) Hasta la ruptura que supuso la obra de Kuhn, el exponente principal de la sociología de la ciencia que se había desarrollado fue Robert K. Merton. Merton aceptaba la denominada «zona de exclusión» que Mannheim había establecido para el conocimiento científico: la sociología de la ideología de Mannheim dictaminaba que cualquier tipo de conocimiento humano era susceptible de ser entendido a través de la base existencial que lo condicionaba, esto es, en todo contexto socio-‐histórico concreto el conocimiento estaba sujeto a los intereses particulares en disputa y se constituía de manera ideológica (ni neutra ni objetiva); la única excepción era, precisamente, el conocimiento científico, pues dada su naturaleza (anclada en esa doble fundamentación decretada por la visión positivista), quedaba al margen de tal condicionalidad: en su producción no influían factores de naturaleza social. Así, Merton entendió que todo estudio sociológico de la ciencia debía limitar de antemano muy precisamente sus competencias, excluyen-‐ do cualquier análisis que incluyese cuestiones de carácter epistemológico: lo único que la sociología podía hacer era analizar el funcionamiento de la institución científica, lo cual, desde una perspectiva funcionalista, significaba analizar cómo los valores específicos de dicha institución favorecían el progreso del conocimiento que ella producía. Para Merton, la ciencia constituía una máquina de comunicación perfecta regulada por unos imperativos morales, un ethos científico que todos sus miembros compartían: la base existencial de la estructura organizativa de la institución científica sería la garante de la excelencia de su conocimiento. Merton estableció los fundamentos de esta visión institucional, normativa y funcionalista de la ciencia que aceptaba, asumía y no cuestionaba los presupuestos positivistas vigentes. Pero la obra de Kuhn inauguró un debate en los años setenta que todavía hoy, cerca de cuarenta años después, sigue manteniendo la polémica vigente. Aunque parezca aparentemente superada, tanto tiempo después, la «revolución» que supuso la visión kuhneana, todavía son abundantes en la actualidad la visiones, en sociología, historia y filosofía de la ciencia, que mantienen los argumentos positivistas que la misma cuestionaba.(…) En efecto, en los años setenta, en parte por la influencia de Kuhn, surge una nueva forma de entender la sociología de la ciencia, cuyas ideas principales se recogen en lo que se llamó “Programa fuerte de la sociología de la ciencia” que ha dado lugar a lo que se conoce con el nombre de “Estudios sociales de la ciencia”, conjunto heterogéneo de diversas escuelas de pensamiento en torno a la ciencia que tienen una serie de características comunes, la más importante de las cuales es la consideración del conocimiento científico como una forma más de conocimiento en la que los aspectos sociales tienen una gran importancia, en contra del pensamiento tradicional que considera el conocimiento científico puramente racional y no “contaminado” por las posibles influencias sociales. Esta nueva sociología del conocimiento se atreve a entrar en el “núcleo duro” de la ciencia, pues, a diferencia de etapas anteriores, no se Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 27 El Programa Fuerte (PF) en sociología del conocimiento fundado por Bloor y Barnes en Edimburgo desarrolló una línea de investigación teórica en ese sentido y fueron desarrollándose las bases conceptuales e interpretativas sobre las que edificar esa nueva sociología, ya no de la ciencia, sino del conocimiento científico. La obra de Kuhn había dado pie al nacimiento de una nueva disciplina y, en cierta medida, había auspiciado, en el campo de las ciencias sociales, una «revolución científica» del tipo de las que él proponía caracterizaban el discurrir histórico de la ciencia. (…)Eso nos sitúa en la tradición de los estudios sociales de la ciencia que se inauguró tras la publicación de la obra de Kuhn, y que por esa implicación con cuestiones epistemológicas dejó de denominarse sociología de la ciencia para pasar a definirse como sociología del conocimiento científico (SCC). Dentro de esa tradición se han desarrollado investigaciones empíricas de corte antropológico que han estudiado la actividad que los científicos realizan en el laboratorio, cuyo precedente fundamental ha sido La vida en el laboratorio (Laboratory Life) de Steve Woolgar y Bruno Latour, que constituye el segundo gran precedente histórico que hay que tomar en consideración para fundamentar la que aquí denominamos visión «post-‐ positivista» de la ciencia. Entender que existen razones para justificar una fundamentación sociológica de la ciencia implica considerar que la producción de conocimiento científico es una práctica social, en la que participan sujetos que trabajan colectivamente. (Ferreira,2007,1-‐2) La polémica entre unos y otros ha llegado , en ocasiones a tales extremos que se ha llegado a hablar de “guerra de la ciencia”. Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 30 Así, el punto de partida de la Concepción Heredada era la afirmación de que la tarea central de la filosofía de la ciencia consistía en el análisis y, por tanto, la reconstrucción de la estructura lógica de las teorías científicas mediante métodos metamatemáticos, al modo de su deslumbrante intervención en la crisis de fundamentos. Al asumir también el 'giro lingüístico', este supuesto se convirtió en la exigencia de dedicarse al análisis lógico del discurso científico, presuponiendo que las teorías tienen la misma estructura que sus formulaciones verbales. La filosofía de la ciencia resultante pretendía ser una reflexión sobre la naturaleza y características del conocimiento científico, pero al mismo tiempo tenía un fuerte componente fundacionalista y normativo, pues buscaba establecer sus condiciones necesarias y suficientes, convirtiéndose así en guardián de la pureza de la ciencia y en árbitro último capaz de distinguir el conocimiento genuino del que no lo era. Esta forma de entender la filosofía de la ciencia introducía, sin embargo, una importante limitación en su campo de estudio. La actividad científica envuelve numerosos y muy complejos procesos pero esta concepción sólo estaba interesada en aquellos que eran susceptibles de análisis lógico. Por ello establecía una distinción tajante entre los llamados contextos de descubrimiento y de justificación. El contexto de descubrimiento está constituido por el conjunto de procesos y factores que llevan al descubrimiento o invención de una teoría. El de justificación se limita a los procesos lógicos de articulación deductiva, sistematización, contrastación y consiguiente aceptación o rechazo. La separación entre ambos viene dada por la formulación verbal explícita de la teoría. Los procesos del primero, se supone, no influyen sobre la forma o aplicación de la teoría, ni sobre su evaluación cognitiva. Por ello, sólo el contexto de justificación interesa a la filosofía de la ciencia. Ésta ha de limitarse a estudiar los productos finales resultantes de la actividad científica: las teorías construidas y formuladas. (Perdomo, 2001, 16-‐17) Corría la primavera de 1994 cuando Paul Gross y Norman Levitt publicaron lo que se puede llamar como el manifiesto de guerra de los intelectuales ortodoxos y conservadores norteamericanos: Higher superstition: The academic left and its quarrels with science. Era toda una declaración de principios contra el «relativismo de los constructivistas sociales, el escepticismo iletrado de los pos-‐ modernistas, el incipiente lysenkoísmo de las críticas feministas, el milenarismo de los ambientalistas y el chovinismo racial de los afrocentristas» (p. 252). La asunción de partida de estos autores era que en todo lo que afecta a la ciencia sólo son posibles dos opciones: apoyo u oposición. Dicho de forma más cruda, Gross y Levitt igualan la crítica del conocimiento científico con la hostilidad hacia la ciencia (esto es, o prociencia o anticiencia). (Blanco, 2007, 131) En último extremo, las «guerras de la ciencia» se muestran como un enfrentamiento por el derecho legítimo de determinar qué es la ciencia; si se trata de cultura, naturaleza o de un poco de ambas. Es, efectivamente, un proceso típico de trazado de fronteras.(Blanco, 2007, 142) Y, según Blanco, en los últimos años, esta guerra ha incorporado nuevos matices: Antes de terminar es importante señalar que existen autores que, sin dejar de reconocer la enorme influencia de lo social en el conocimiento científico, no por ello lo relativizan totalmente alentado el “todo vale” como se hace desde determinadas posiciones posmodernistas y que no se sitúan a uno u otro lado de esta “guerra”. Ejemplo de ello es una de las últimas obras del sociólogo Bourdieu (2003) quien en el prefacio dice Durante los años setenta y ochenta proliferaron multitud de debates entre quienes se identificaban con los principios de los estudios de la ciencia y quienes mostraban sus dudas y discrepancias con éstos, fundamentalmente filósofos e historiadores ortodoxos de la ciencia. Ahora bien, si en tales enfrentamientos lo que primaba era el afán instruido de superar al rival, parece que hoy las cañas se han tornado lanzas, y tales disputas se han teñido de un aroma político que, por un lado, enmascara el afán de delimitar el acceso intelectual al análisis de la ciencia y, por otro, pone en cuestión la democratización de aquellos aspectos que atañen a la siempre compleja relación entre ciencia y sociedad.”(Blanco, 2001,147) Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 31 “Creo, en efecto, que el universo de la ciencia está amenazado actualmente por un temible retroceso.(...)..la sumisión a los intereses económicos y a las seducciones mediáticas amenaza con unirse a las críticas externas y a los vituperios internos, cuya última manifestación son algunos delirios “posmodernos”, para deteriorar la confianza en la ciencia, y, muy especialmente, en la ciencia social.”(7) “Esta es la razón de que me haya parecido especialmente necesario someter a la ciencia a un análisis histórico y sociológico que no tiende, en absoluto, a relativizar el conocimiento científico refiriéndolo y reduciéndolo a sus condiciones históricas, y, por tanto, a unas circunstancias situadas espacial y temporalmente, sino que pretende, muy al contrario, permitir a los practicantes de la ciencia entender mejor los mecanismos sociales que orientan la práctica científica y convertirse ese modo en “dueños y señores” no sólo de la “naturaleza”, de acuerdo con la vieja tradición cartesiana, sino también, lo cual no es, sin duda, menos difícil, del mundo social en el que se produce el conocimiento de la naturaleza”(9-‐10) Resumiendo, podemos decir que en la actualidad no existe acuerdo ni en cuanto a la existencia de un método científico ni respecto a los criterios de demarcación de la ciencia ya que no existe ningún criterio unánimemente aceptado que permita distinguir una investigación científica de otra que no lo es.. Pero eso no significa que no existan una serie de características que comparten los científicos, pero éstas tienen que ver más con una actitud y unas prácticas que con una forma prefijada y concreta de actuar. La actitud y la práctica científica Se puede decir que la investigación científica se caracteriza más que por unos procedimientos concretos y estandarizados de actuación por la adhesión a unos valores y a unas prácticas. Es en ese sentido en el que algunos autores hablan de “espíritu científico” o , dicho de otra forma, una actitud científica, que se caracterizaría por: En efecto, la interacción constante entre teoría e investigación empírica, la contrastación siempre que sea posible, la honestidad y la transparencia en cuanto a los procedimientos ( tanto durante la realización de la investigación como a la hora de su publicación), así como el reconocimiento de que es la comunidad científica quien juzga las diferentes investigaciones son las características más destacables de la investigación científica. Marichu Azpei-a Armán-‐ Métodos-‐Materiales de clase-‐ Apuntes del tema 1.El conocimiento cien;fico. 32 (...) las actitudes que fundamentan la que Gouldner llamó cultura del discurso crítico; el recurso a la comunidad científica como arbitro y reconocedor de la verdad científica; la contrastación posible con la evidencia empírica disponible; el juego mutuo de teoría y realidad en la construcción de una y otra; la exclusión deliberada de la manipulación o el engaño; la renuncia a la justificación absoluta de la verdad encontrada(...) (Beltran,1985,8)