Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Textos históricos: Separación Iglesia-Estado en España: Azaña y Concilio Vaticano II, Ejercicios de Derecho Eclesiástico

Este documento contiene textos históricos sobre la separación iglesia-estado en españa durante la segunda república, con enfoque en las posiciones de manuel azaña y la declaración dignitatis humanae del concilio vaticano ii. Azaña negaba la existencia de un problema religioso en españa y propugnaba la laicidad del estado, mientras que la iglesia católica reconoció la libertad religiosa en el concilio vaticano ii. La separación entre ambas instituciones fue mal acogida por la iglesia y desencadenó una serie de enfrentamientos que culminaron en la quema de conventos y edificios religiosos. El documento incluye biografías breves de manuel azaña, emilio castelar y el cardenal segura, quienes tuvieron un papel importante en estos hechos.

Tipo: Ejercicios

2017/2018

Subido el 16/04/2018

macrinzorrilla
macrinzorrilla 🇪🇸

4.8

(16)

14 documentos

1 / 3

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga Textos históricos: Separación Iglesia-Estado en España: Azaña y Concilio Vaticano II y más Ejercicios en PDF de Derecho Eclesiástico solo en Docsity! Macrin Zorrilla Rosón 1ºC TRABAJO DE DERECHO ECLESIÁSTICO Texto de Manuel Azaña: El texto es un fragmento de un discurso de Manuel de Azaña en el Congreso de los Diputados en el año 1931, y forma parte de los debates que precedieron a la redacción de la Constitución de la 2ª República. Es una fuente histórica primaria y de temática política. Es de carácter público y va dirigido en primer lugar a los diputados en Cortes y en un segundo término a toda la nación. El autor Manuel Azaña nació en 1880 en Alcalá de Henares, y murió en 1940 en Francia. Fue un político y escritor español que desempeñó los cargos de Presidente del gobierno en dos ocasiones (1931 y 1936), y Presidente de la República desde 1936 hasta 1939. Opuesto a la dictadura de Primo de Rivera, participó en el Pacto de San Sebastián que debía acabar con la monarquía Alfonsina. Tras la proclamación de la Segunda República comenzó su etapa política de mayor relevancia, siendo el político más importante de este período histórico. Azaña niega la existencia de un problema religioso en España, ya que el Estado para él debe ser laico y aconfesional(tal y como se recogerá después en el articulado de la Constitución), y evitar así la tutela de las conciencias. Lo religioso debe pertenecer al ámbito de la conciencia personal y no es por tanto una cuestión política o asumible por el Estado. Los temas ultraterrenos no competen al Estado. Esta separación Iglesia-Estado que se produce por segunda vez (la 1ª fue durante la I República) en nuestra historia fue muy mal acogida por la Iglesia que no aceptaba la laicidad de nuestra estructura política y la pérdida de influencia social que traía aparejada. Por ello el estamento eclesiástico será uno de los principales opositores al nuevo régimen republicano, movilizando a la opinión católica en su contra. Texto de la Declaracion Dignitatis humanae del Concilio Vaticano ll : Es conocido que la Iglesia Católica hizo un reconocimiento expreso de la libertad religiosa en el Concilio Vaticano II mediante la Declaración Dignitatis Humanae. En ella se declara que «la persona humana tiene derecho a la libertad religiosa». La Declaración Dignitatis Humanae introduce de modo claro en la doctrina de la Iglesia la libertad religiosa. Su importancia en este sentido es grande y no solo al interno de la Iglesia Católica: en efecto, algunos autores han señalado que con este documento “la libertad religiosa parece haber pasado a ser algo definitivamente pacífico, al menos en el mundo occidental”. Es oportuno recordar que –sin menoscabar la importancia de este documento– no fue la primera vez que el Magisterio de la Iglesia Católica reconoce este derecho. En efecto, Pío XII se ocupó ampliamente de los derechos humanos en su magisterio y habló de la libertad religiosa en diversas ocasiones, especialmente en el Radiomensaje de 24 dediciembre de 1942. Juan XXIII, además, había proclamado en la Encíclica Pacem in terris que «entre los derechos del hombre débese enumerar también el de poder venerar a Dios, según la recta norma de su conciencia, y profesar la religión en privado y en público» En una primera lectura podemos constatar que la afirmación de la Declaración Dignitatis Humanae es parecida a la de la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclamada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948. En ella se reconoce que «toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión» Como hemos indicado, la doctrina del Concilio Vaticano II se centra en el derecho a la búsqueda de la verdad de las personas. Cuando una persona considera que ha hallado la verdad, tiene la obligación de conciencia de adherirse a ella. Esta obligación constituye un auténtico deber moral. La Declaración Dignitatis Humanae lo que expone es que el Estado ha de proteger esta obligación de sus ciudadanos: de ese modo, la libertad religiosa se constituye en un verdadero derecho a la inmunidad de coacción. Este planteamiento se debe enmarcar en la tradición católica sobre las obligaciones de conciencia. La doctrina católica enseña que la conciencia es la norma subjetiva de la moralidad en cuanto hace presente la voluntad de Dios en el conocimiento del hombre en actos o situaciones concretas. Texto de Emilio Castelar: Emilio Castelar está considerado como el político español más ilustre del siglo XIX. También el mejor orador de aquellos tiempos. Poseía una oratoria ampulosa y arrogante, marcada por el ritmo musical de su prosa. A tal punto, que historiadores y biógrafos dicen de él que fue uno de los oradores más importantes en la historia de España. Profundamente creyente en la existencia de Dios y defensor de la libertad religiosa y los derechos humanos. Su oratoria ampulosa y arrogante y el movimiento y el ritmo musical de su prosa hicieron de Emilio Castelar el tribuno español más ilustre del siglo XIX. Por otra parte, su temperamento abierto y pronto al entusiasmo, y la influencia que recibió del grupo krausista, en el que se había formado espiritualmente, le convirtieron en una personalidad eminente en el campo de la filosofía, la historia, la literatura y el arte, y en uno de los hombres más interesantes de su época. Fue intensamente religioso y, aun cuando racionalista, se mantuvo siempre cristiano; tampoco su carácter europeo hizo disminuir un ápice su españolismo.
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved