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Orientación Universidad
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Grandes descubridores Historia Moderna, Apuntes de Historia Moderna

Asignatura: Història del món modern, Profesor: Javier Antón Pelayo, Carrera: Humanitats, Universidad: UAB

Tipo: Apuntes

2009/2010

Subido el 22/01/2010

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¡Descarga Grandes descubridores Historia Moderna y más Apuntes en PDF de Historia Moderna solo en Docsity! GRANDES DESCUBRIDORES España se convierte en el punto de partida. Enrique el Navegante lideró la primera etapa de las expediciones portuguesas a África. Los productos provenientes de Oriente llegaban a Europa en caravanas similares a esta. Los descubrimientos geográficos provocaron el encuentro entre europeos y nativos desde América hasta Oceanía. En muchos casos, los aborígenes, que no sabían lo que era la conquista y el esclavismo, fueron sumamente hospitalarios. El desembarco de la Edad Moderna Después de dos números centrados en el Islam, volvemos a la Europa del siglo XV, a los preparativos de la carrera marítima entre Portugal y España para encontrar una nueva ruta a Oriente. ¿Los motivos? Comerciales. Querían conseguir las mercancías orientales más baratas y en mayor cantidad, sin tener que pasar por tantos intermediarios. ¿Resultado? Creció el mundo conocido, ya que descubrieron América y Oceanía, y la mayor parte de África y Asia. El año 1453 se señala como el fin de la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna. Ese año ocurrieron dos hechos de gran importancia: la caída de Constantinopla (actual Estambul), capital del Imperio Greco-Bizantino, ante el ejército del emperador de los turcos otomanos Mohammed II, y el fin de la guerra de los Cien años entre Francia e Inglaterra. Durante gran parte de la Edad Media los conocimientos geográficos de los europeos se limitaron a su propio continente y a las zonas que rodeaban el mar Mediterráneo. Recién con las cruzadas se estableció un contacto con el Oriente, iniciándose un comercio fluido con las islas de Cipango (actual Japón), Catay (China), India y las islas Molucas, entre otras. Los europeos estaban interesados en sus ámbares, aceites de rosas, almizcles, sedas indias y chinas, perlas, porcelanas, tapices, perfumes, marfil y en las especias, como la canela, clavos de olor, laurel, nuez moscada, vainilla, jengibre y pimienta, que utilizaban para cocinar y conservar los alimentos, especialmente la carne, que ahora podían consumir durante todo el año. Los farmacéuticos compraban opio, alcanfor, resinas y bálsamos. El incienso era utilizado en las ceremonias religiosas. A medida que aumentaba la demanda de estos productos, se incrementaba su precio. Por ejemplo, la pimienta se contaba grano a grano y su valor era casi igual al de la plata. Los precios también tenían relación con las dificultades y peligros del transporte de estas mercaderías (hordas de salteadores, climas muy fríos, desiertos). Debido a las enormes distancias que había entre el Oriente y Europa, se calcula que por lo menos habían doce intermediarios antes de que los productos llegaran a manos del consumidor. El aumento del comercio dio prosperidad a los mercaderes y sus ciudades. Los italianos, especialmente los genoveses, lograron un gran poder, ya que controlaban las rutas del Mediterráneo. Algunas familias de negociantes constituyeron extensas redes comerciales, se formaron bancos que recibían dinero en depósito y efectuaban préstamos, aparecieron el pagaré y la letra de cambio, que facilitaban las transacciones de una ciudad a otra. Con la toma de Constantinopla, se bloquearon las rutas de las caravanas que traían los productos por tierra a través de la península de Anatolia. En tanto, la ruta que llegaba al Mar Rojo estaba controlaba por los árabes y los comerciantes italianos establecidos en el litoral de Egipto. La escasez progresiva de metales preciosos (oro y plata) en Europa, también hacía necesario encontrar dónde obtenerlos, ya geógrafo Estrabón son los más conocidos. Eratóstenes calculó la circunferencia de la Tierra y llegó a un resultado muy exacto. Tanto este como Estrabón dejaron descripciones reconocibles de los continentes conocidos hasta entonces. Y manejaron la hipótesis de un vasto océano circundante. El gran geógrafo de la Antigüedad fue el egipcio helenizado Ptolomeo, quien escribió hacia el 130 d.C., en la época de mayor extensión del imperio romano, una obra de astronomía, más conocida por su nombre árabe Almagesto, y una Geografía descriptiva con excelentes mapas. Los herederos de los griegos en geografía fueron los árabes, quienes prefirieron la descripción del mundo de Ptolomeo. Estos creían que el océano Atlántico no era navegable y tuvieron un profundo temor al “verde mar tenebroso”, contagiado de la Europa Occidental. Por esto, sus viajes fueron por zonas ya conocidas. En 1410, el cardenal Pierre d’Ailly escribió “Imago Mundi”, que contenía citas de eruditos griegos, latinos y árabes. Pese a que este texto no tenía relación con la realidad náutica, fue estudiado por Cristóbal Colón. En 1410 también se dio a conocer una versión latina de la Geografía de Ptolomeo. El problema de este texto era que las regiones descritas fuera del Imperio Romano eran irreales. Inventó un vasto continente meridional (al sur) unido por un extremo a África y por el otro a China, con lo que el océano Índico se describió como un mar interior. Además, desestimó el cálculo de la circunferencia de la Tierra de Eratóstenes, sustituyéndolo por otro que estaba errado: era un sexto menos del real. El texto de Ptolomeo, que tuvo gran prestigio, fue desmentido al iniciarse los primeros descubrimientos. Paralelamente, desde el siglo XIII surgió en los puertos italianos y catalanes una escuela de hidrógrafos que dibujaban portolani, más conocidos como portulanos. Eran mapas dibujados en base a la experiencia náutica, que servían para conocer las distancias, los rumbos y los accidentes geográficos. La mayoría abarcaba el Mediterráneo y el Mar Negro, aunque algunos se extendían hasta Europa septentrional y parte de África. Los portulanos estaban dibujados a una escala de distancias, pero no la más conveniente para distancias largas. Recién en el siglo XV, Mercator, matemático y geógrafo flamenco, inventó una proyección cartográfica que muestra tanto la latitud como la longitud con líneas rectas. II. La construcción de barcos y el desarrollo de instrumentos que facilitaron la pericia de los navegantes para manejarlos. Desde el siglo XII, la navegación había logrado importantes avances. Se construían barcos más grandes y seguros. Aparecieron las carabelas y las nâos, naves mejor preparadas para las prolongadas travesías y las condiciones de navegación en el Atlántico. Especial importancia tuvo la masificación del uso de la brújula y el astrolabio. Antes de que se desarrollaran estos instrumentos, los navegantes se orientaban mediante la observación del Sol durante el día, y de la estrella polar durante la noche, pero no podían conocer su posición. Por esto los barcos trataban de mantenerse cerca de la costa. En el siglo XIII, los navegantes europeos comenzaron a usar la brújula, que conocieron gracias a los árabes -que la trajeron desde China- y que permite saber hacia dónde está el norte. El astrolabio, que se empezó a usar en el siglo XV, permitía determinar la posición de un barco, midiendo su distancia en relación a los astros. III. El mejoramiento de las armas de fuego, y en particular de la artillería naval. La pólvora, mezcla de carbón, salitre y azufre, fue inventada por los chinos, que la utilizaban para confeccionar fuegos artificiales y cohetes. Los árabes perfeccionaron este invento con posterioridad, y dándole más fuerza explosiva, la utilizaron para impulsar proyectiles. En el siglo XII, los musulmanes llevaron a España cañones que lanzaban proyectiles impulsados por pólvora. A comienzos del siglo XIV, ya habían cañones en Italia, Francia e Inglaterra, que con el tiempo serían instalados en los barcos. En el siglo XV se logró un mayor desarrollo de las armas de fuego, creándose incluso las portátiles, aunque todavía se seguían ocupando de manera eficaz el arco y la flecha. Las armas de fuego fueron claves en la imposición de los conquistadores en América Latina y el resto de los lugares colonizados. 0 0 0 8Expediciones portuguesas Un grupo de carracas portuguesas, ancladas en un puerto asiático. Obra de Cornelius Alberzoom (siglo XVI). Medalla en honor al navegante portugués Vasco da Gama. En el siglo XIII, el veneciano Marco Polo viajó por tierra a China y vivió durante varios años en la corte del emperador mongol Kublai Khan. A su regreso a Europa trajo finas sedas y piedras preciosas. Alfonso de Albuquerque. Debido a la guerra civil en España, por la sucesión en el trono de Enrique IV, en la que Portugal también participó, se estancaron las exploraciones. En 1479 se firmó con el reino de Castilla el tratado de Alcáçovas, por el cual esta corona renunciaba a competir con el reino de Portugal en la ruta hacia Guinea y reconocía su soberanía sobre Madeira, las Azores y Cabo Verde, a cambio de la posesión de las islas Canarias. Entre 1482 y 1483, Diogo Câo (Diego) descubrió el río Congo y llegó al Cabo de Santa María, más al sur de la actual Namibia. Tres años después, en un segundo viaje (1485-1486) casi alcanzó el trópico de Capricornio (Walvis Bay). En 1487, Bartolomé Díaz (Bartolomeu Dias) (1466-1500) llegó hasta el extremo sur de África, al cual dio el nombre de Cabo de las Tormentas (Tempestades), probando que había un paso hacia el Lejano Oriente. Al conocer esta noticia, el rey de Portugal cambió el nombre del cabo por el de Buena Esperanza. Al fin en la India En julio de 1497, Vasco da Gama zarpó de Lisboa con cuatro barcos. En noviembre de ese año bordeó el cabo de la Buena Esperanza, después recorrió la costa oriental de África del Norte y el océano Índico. En abril de 1498 llegó al puerto de Calicut en la India. Devolviéndose por la misma ruta, llegó a Lisboa en septiembre de 1499. Fue recibido con gran entusiasmo: había descubierto la ansiada ruta marítima directa a las Indias, que permitía prescindir de los intermediarios y terminar con el monopolio de los comerciantes asiáticos e italianos. Había perdido dos barcos y dos terceras partes de la tripulación; sin embargo, la venta de las especias y joyas que había comprado en la India generó ganancias por una suma sesenta veces mayor que todo el costo de la expedición. En 1500 llegó a la India Pedro Álvares Cabral (Álvarez del Cabral), quien en vez de seguir la ruta por la costa africana, navegó hacia el oeste pasando por la costa de Brasil antes de llegar al cabo de la Buena Esperanza. En Calicut fundó la primera factoría europea en la región. Los portugueses tenían la intención de monopolizar el comercio en Oriente, y para ello había que expulsar de la India a los árabes, establecidos en varias factorías. Francisco de Almeida fue nombrado virrey de la India en 1505. Durante su gobierno se ocuparon puntos estratégicos de la costa de Malabar (oeste) y venció a los árabes en Diu en 1508, triunfo que consolidó el control del océano Índico. Sin embargo, el fundador del imperio colonial portugués fue el segundo virrey de la India, Alfonso de Albuquerque, quien estableció la capital en Goa (costa de Bombay), en la India, por donde debía pasar todo el comercio con Europa. Además, en 1511 tomó Malaca -península que hoy corresponde a Malasia-, centro comercial para las especias de Oriente. La fama de Albuquerque también se debió a los triunfos que logró como teniente de Almeida: cerró las antiguas vías del comercio indio a los musulmanes y venecianos, al tomar Socotora y Ormutz en las entradas del mar Rojo y el golfo Pérsico, respectivamente. Las especias eran enviadas a Lisboa y almacenadas en la Casa de India, organismo que monopolizó este comercio y a donde acudían mercaderes de toda Europa. A mediados del siglo XVI, el imperio portugués en Asia, conocido como las Indias portuguesas, se extendía por el este hasta las islas Molucas, actual Indonesia, la más grande fuente de especias. En China tenían su factoría comercial en Macao. El monopolio del comercio y la navegación portuguesa en el océano Indico se mantuvo hasta su unión con España en 1580. Un par de décadas después, los holandeses empezaron a ganar terreno. La colonización de Brasil El 29 de abril del año 1500, Pedro Álvares Cabral (1467-1526) alcanzó la costa de Brasil, siendo el primer europeo en llegar tan al sur de América. Llamó Porto Seguro al lugar donde arribó. Desde mediados del siglo XVI, Portugal estableció un gobernador de Brasil y empezó la colonización. En 1549 se fundó en la ciudad de Bahía la misión jesuita, que contribuyó en gran medida a este proceso. Se introdujo el cultivo de la caña de azúcar, procedente de la isla de Madera, y llegaron inmigrantes de varias procedencias, entre ellos muchos condenados, y cristianos nuevos (los que se convierten al cristianismo y se bautizan siendo adultos), que crearon haciendas y refinerías de azúcar. La mano de obra procedía de África, en especial de la costa atlántica, frente a Brasil. Se formó una colonia de burguesía terrateniente y mercantil, íntimamente ligada con Lisboa y Angola. Su riqueza se basó en la exportación de productos como azúcar, tabaco, cacao y café, y el tráfico de esclavos. En ciertas regiones también se desarrolló la cría de ganado. Al finalizar el siglo XVI, Brasil representaba una parte importante del comercio portugués. En 1624 los holandeses intentaron la conquista del nuevo territorio, y aunque prácticamente no existían fuerzas militares, los propios colonos los expulsaron en 1654. La división del mundo Hay varias versiones del aspecto de Cristóbal Colón. Cristóbal Colón llegó victorioso ante la reyes españoles, después de su primer viaje, trayendo indígenas de las tierras descubiertas. Nâo Santa María. Los cálculos de Colón Los descubrimientos españoles fueron el fruto de la perseverancia de un navegante genovés conocido como Cristóbal Colón (1451-1506) y cuyo nombre verdadero era Cristóforo Colombo. Este llegó a Portugal en 1476, estableciéndose en Lisboa, donde junto a su hermano se dedicó a la confección de mapas. Fue durante esta época cuando desarrolló su teoría de que se podía alcanzar el Oriente viajando hacia el Occidente. Para llegar a esta conclusión se basó en: La primera vuelta al mundo Cristóbal Colón. Hernando de Magallanes. Juan Sebastián Elcano. Las travesías españolas Cristóbal Colón zarpó del puerto de Palos el 3 de agosto de 1492 con tres naves, la nâo Santa María, a su cargo, y las carabelas Pinta y Niña, dirigidas por los hermanos Martín Alonso y Vicente Yáñez Pinzón. El 12 de octubre llegó a una de las islas del archipiélago de las Bahamas, que bautizó como San Salvador. Después recorrió Juana, actual Cuba, y la Española, que hoy corresponde a Haití y República Dominicana. Más adelante realizó otros tres viajes, en 1493-1496,1498-1500 y 1502-1504, explorando las islas del Caribe, la desembocadura del río Orinoco y la costa atlántica de Centroamérica. Al parecer, siempre pensó que recorría una zona de Asia. Falleció enfermo y completamente olvidado en 1506. En 1499, Alonso de Ojeda salió del puerto de Cádiz, junto al famoso cartógrafo Juan de la Cosa y a Amerigo Vespucci (Américo Vespucio), quien posteriormente señalaría que las tierras descubiertas no estaban en Oriente, sino que se trataba de un nuevo continente. La expedición de Ojeda llegó a la costa nordeste de América del Sur, descubrió el río Dulce (actual Essequibo, en Guyana), el delta del Orinoco y Trinidad, isla que había sido avistada por Colón. También en 1499, zarpó, pero del puerto de Palos, la expedición de Vicente Yáñez Pinzón que descubrió el río Amazonas. En 1513, Vasco Núñez de Balboa atravesó el istmo de Panamá y avistó el Mar del Sur, que después Magallanes rebautizaría como océano Pacífico. En 1516, Juan Díaz de Solís descubrió el río de la Plata. En 1517, Francisco Hernández de Córdoba recorrió las costas de la península de Yucatán y el golfo de México. El 20 de septiembre de 1519 zarpó del puerto de Sanlúcar de Barrameda la expedición del portugués -aunque al servicio de España- Fernando de Magallanes (Hernando), con el objetivo de dar una vuelta al mundo. Recorriendo la costa atlántica de América del Sur, sus naves llegaron a la zona que denominaron Patagonia. El 1 de noviembre de 1520 se encontraron con un amplio brazo de mar, que posteriormente sería conocido como Estrecho de Magallanes. Tras su exploración, llegaron nuevamente a mar abierto. Se trataba de un océano muy tranquilo en relación al Atlántico, por lo que lo denominaron Pacífico. Tras varios meses de navegación, descubrieron las islas Marianas y Filipinas, donde Magallanes fue asesinado por los aborígenes (1521). Solo una de las cinco naves que iniciaron el viaje, la Victoria, capitaneada por Juan Sebastián Elcano, arribó a España, el 6 de septiembre de 1522. Finalmente, se había confirmado que la Tierra es redonda. El navegante español más destacado en la exploración de América del Norte fue Hernando de Soto (1500-1542), quien recorrió el río Mississippi, al parecer hasta el río Ohio, encontrándose con un territorio pobre y despoblado, en el que solo se veían grandes manadas de búfalos. Al otro lado del Pacífico En cuanto a la exploración española en Asia y Oceanía: en 1528, Álvaro Saavedra Cerón descubrió parte del litoral de Nueva Guinea; en 1542, Ruy López de Villalobos reconoció las Carolinas y la isla de Luzón; en 1555, Juan Gaytán exploró las islas de Hawaii o del Rey; en 1564, Miguel López de Legazpi inició la colonización de las Filipinas. Alrededor de 1568, la expedición de Álvaro Mendaña de Neira (1541-1595), costeada por el virrey de Perú, Andrés Hurtado de Mendoza, marqués de Cañete, viajó desde esa zona de América a los archipiélagos de las islas Salomón, Isabel, Malaita, Guadalcanal y San Cristóbal en Oceanía. En una segunda expedición, Mendaña descubrió el archipiélago que llamó de las Marquesas y otras islas pequeñas. Murió el 18 de octubre de 1595 en la de Santa Cruz. Lo sucedió un portugués llamado Pedro Fernándes de Quirós (1565-1615), que condujo la escuadra a Filipinas. En un nuevo viaje desde el puerto peruano del Callao, en 1606, Quirós avistó las islas del grupo de Tuamotú y descubrió el archipiélago de las Nuevas Hébridas, que confundió con un continente y llamó “Australia del Espíritu Santo”. Luis Váez de Torres, que dirigía uno de los barcos de Quirós, se dirigió hacia occidente (1606-1607), llegando hasta Manila en Filipinas. Así fue como, tras casi un siglo y medio de descubrimientos, se inicio la exploración, conquista y la explotación económica de las regiones descubiertas. Comenzaba la época conocida como el Colonialismo.
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