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Orientación Universidad
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apuntes historia economica, Apuntes de Historia Económica

Asignatura: Historia económica, Profesor: , Carrera: Administración y Dirección De Empresas, Universidad: UNIOVI

Tipo: Apuntes

2012/2013

Subido el 17/07/2013

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3.1

(14)

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¡Descarga apuntes historia economica y más Apuntes en PDF de Historia Económica solo en Docsity! J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 1 |Bernardos Sanz, Jose U.; Hernández, Mauro y Santamaría Lancho, Miguel. GRADO HISTORIA ECONÓMICA J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 2 Bajo licencia Creative Commons Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual (by-nc-sa): No se permite un uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 5 Tema 7. La difusión de la industrialización (c.1815-c.1913) 7.1 Introducción: tras los pasos de Albión 7.2 Los países seguidores 7.2.1 Bélgica, el primer seguidor. 7.2.2 Francia, la excepción a las reglas 7.2.3 Alemania: un largo proceso de industrialización. 7.2.4 La industrialización temprana fuera de Europa: Estados Unidos. 7.3 Los atrasados en la industrialización. 7.3.1 La periferia europea. 7.3.2 El crecimiento económico en Rusia durante el siglo XIX. 7.3.3 El atraso español 7.3.4 El pionero asiático: Japón 7.4 La industrialización y el triunfo del librecambio. La supremacía británica. 7.5. Conclusiones. Tema 8. La segunda revolución industrial y la primera globalización (c. 1870-1914) 8.1. La segunda industrialización 8.1.1. La base científica del cambio tecnológico 8.1.2 El nuevo papel del capital humano 8.1.3 La revolución de los transportes y las comunicaciones: la vuelta al mundo en ochenta días 8.1.4 La renovación de la industria pesada: siderurgia, química, eléctrica 8.1.5. Del carbón al petróleo 8.1.6. La aportación del marco institucional 8.2. La internacionalización de la economía: avances en la integración de mercados y movilidad de factores 8.2.1 El desarrollo y transformaciones del comercio internacional 8.2.2. Los flujos migratorios: dimensiones y sus efectos sobre la distribución de la renta 8.2.3 Integración de los mercados de capital 8.3. La “Gran Depresión” y el nacionalismo económico 8.3.1. Consecuencias de la internacionalización de la economía a fines del XIX 8.3.2. Reacciones: el nuevo papel de los Estados 8.4. La economía española de la Restauración a la Primera Guerra Mundial 8.4.1. La evolución económica y la depresión finisecular 8.4.2. Proteccionismo agrario y proteccionismo industrial 8.4.3 La pérdida de las colonias y la hacienda pública 8.4.4 El auge de principios del siglo XX y el arranque de la segunda revolución industrial 8.4.5 Balance del período Tema 9. La economía mundial en el periodo de entreguerras (1914-1945) 9.1. Introducción: el mundo entre guerras. 9.2. La Primera Guerra Mundial (1914-1918). 9. 2.1 Causas económicas y políticas. 9. 2.2 La Gran Guerra J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 6 9.2.3 Efectos de la guerra en la economía mundial 9.2.4 La revolución soviética en Rusia 9.3. Las consecuencias económicas de la paz (1919-1923). Inestabilidad y nuevos problemas. 9.4. La recuperación de la economía mundial (1924-1929) 9.5. Crisis y depresión (1929-1933) 9.6. Los intentos de recuperación (1933-1939) 9.7. El ascenso de Stalin en la URSS. Fin de la NEP y comienzo de la planificación. 9.8. De nuevo la guerra (1939-1945). 9.9. La evolución de la economía española (1914-1945) 9.9.1 De la guerra mundial a la guerra civil (1914-1936) 9.9.2 La guerra civil y la posguerra (1936-1945) Tema 10. La evolución de la economía mundial tras la Segunda Guerra Mundial (1945-1991) 10.1. Introducción: medio siglo de crecimiento 10.2. Los años de la reconstrucción (1945-1950) 10.2.1. Los cimientos del nuevo orden económico (1941-1944) 10.2.2 La reconstrucción tras la Segunda Guerra Mundial 10.2.3 La influencia soviética en la Europa del Este 10.2.4. España en los años de la autarquía 10.3. Expansión y crecimiento de la economía mundial (1950-1973) 10.3.1 Factores explicativos del crecimiento 10.3.2. La integración económica de Europa 10.3.3 Las economías de planificación centralizada 10.3.4. El despertar del Tercer Mundo 10.3.5. España de la autarquía a la industrialización (1950-1973) 10.4. Años turbulentos: inestabilidad cambiaria y crisis energética (1971- 1979) 10.4.1 Primeros síntomas de agotamiento de la expansión 10.4.2. La subida del precio del petróleo y la crisis energética 10.5. La salida de la crisis: bases para la recuperación (1979-1991) 10.5.1 Bases para la recuperación: el giro de las políticas económicas 10.5.2.El hundimiento de las economías socialistas a fines de los 80. 10.5.3 El despegue de los tigres asiáticos y China 10.5.4. España: crisis económica y transición política (1975-1991) 10.6. Conclusiones Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 7 Presentación Este manual (o lecciones, o apuntes ) de Historia Económica es un texto concebido específicamente para los alumnos de la UNED. Los hemos redactado tres profesores del área de Historia Económica, con varias décadas –entre todos, claro— de experiencia en la docencia universitaria a distancia, empujados por cierta insatisfacción con los manuales que hasta ahora ofrecíamos a nuestros estudiantes. Muchos de ellos tenían grandes virtudes: redactados por especialistas prestigiosos, contenían visiones homogéneas y coherentes de la materia, ofrecían conocimientos actualizados y se habían beneficiado de la prueba del uso en muy diversos centros de España y del extranjero. Ni que decir tiene que existe asimismo en el mercado un buen puñado de manuales de Historia Económica que podrían servir de sobra –y lo hacen en otras universidades— para la enseñanza de la materia. Pero creíamos que no acababan de cubrir las necesidades de nuestros estudiantes: o bien resultaban demasiado extensos, o requerían actualización, o resultaban irregulares en el tratamiento de los distintos temas, o privilegiaban los asuntos más contemporáneos en detrimento del tratamiento de épocas más remotas, o pecaban de un enfoque excesivamente eurocéntrico, o no ofrecían suficientes elementos de apoyo (gráficos, mapas o tablas numéricas). Pero además, al estar concebidos para universidades presenciales –donde el manual es un elemento de apoyo para las clases del profesor– ninguno de ellos incorporaba los elementos que se han revelado tan útiles en la enseñanza a distancia: objetivos de aprendizaje bien definidos, conceptos básicos y actividades de autoevaluación. Por este motivo, los autores nos lanzamos a una piscina que ha resultado ser algo más agitada de lo que pensábamos. Aprovechamos la experiencia docente acumulada, y también lo que creímos mejor de los manuales existentes, además de materiales propios elaborados anteriormente para la UNED. La puesta en marcha de los nuevos grados ajustados al Espacio Europeo de Educación Superior nos proporcionó la excusa y el acicate para la tarea. Este es nuestro manual, que no pretende sentar cátedra sino convertirse en una herramienta útil para los estudiantes de la UNED y, ojalá, también para los de otras universidades. Hemos tratado de seleccionar un catálogo ajustado de temas, desarrollarlos con la extensión precisa (buscando más la brevedad que la exhaustividad), dotarlos de abundantes materiales de apoyo al texto y de herramientas para el aprendizaje a distancia. Al final del camino, tendrán que ser los estudiantes quienes nos digan si cumplimos objetivos. En todo caso, no se trata de un proyecto cerrado, sino que hemos ido puliendo y mejorando este texto a partir de la experiencia. El publicarlos en un formato electrónico –y no en papel—nos ofrece más flexibilidad para los cambios, y permite de paso ofrecerlos sin coste adicional a los estudiantes, como hace cualquier profesor con el contenido de sus lecciones. La prueba de fuego, como ya hemos dicho, vendrá del uso que de ellos hagan nuestros estudiantes y también los muchos profesores-tutores que guían su aprendizaje en los centros asociados. Por eso, al presentarlos queremos pediros que nos J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 10 3. Algunas preguntas iniciales  ¿Se ha planteado alguna vez para qué le sirve a un economista el estudiar historia?  ¿A qué llamamos historia económica?  ¿En qué consiste el éxito en la naturaleza? ¿Y para la especie humana?  ¿Qué nos dice el aumento de la población humana a lo largo de los últimos doce mil años?  ¿Cuáles son los hechos principales de la historia económica de la humanidad?  ¿Por qué suele darse tanta importancia a Europa en el estudio de la evolución económica? Y esa importancia ¿está del todo justificada? ¿Qué problemas plantea la perspectiva eurocéntrica? Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 11 4. Contenidos del tema 0.1. El éxito económico de homo sapiens La idea del éxito –el logro de los objetivos propuestos— es del todo ajena a la Naturaleza, pero a la especie humana (homo sapiens sapiens) sí parece preocuparle, y mucho. Por eso nos preguntamos cosas tales como la forma de medir el éxito biológico de una especie; básicamente hay tres parámetros:  El número de individuos: en este sentido, las cucarachas nos aventajan de largo, incluso si sumamos pesos totales.  La difusión en el espacio: de nuevo, las cucarachas nos sacan ventaja, aunque hay que reconocer que pocas especies como homo sapiens han colonizado una variedad de hábitats tan grande en el planeta (de las cercanías de los polos a las selvas tropicales), en un lapso de tiempo tan corto (unos 500.000 años y ninguna ha protagonizado excursiones fuera del planeta, aunque aún disten de ser una auténtica colonización).  La duración: podría ser, de hecho, el indicador fundamental de éxito, al que los otros dos (número y difusión) contribuyen haciendo posible una mayor variación genética y la adaptación a entornos diversos, lo que mejora las posibilidades de supervivencia de la especie a largo plazo. En lo tocante a duración a homo sapiens le queda aún mucho camino por recorrer: apenas llevamos en el planeta tres millones de años, si consideramos los primeros ejemplares del género homo, una minucia comparada con las cucarachas (unos 300 millones de años) o los cerca de 160 millones que duraron los dinosaurios, aunque hay que reconocer que para el poco tiempo que llevamos por aquí nos las hemos apañado bastante bien. Incluso hasta el punto de hacer lo que ninguna otra especie antes: causar daños –quizá irreversibles—al propio planeta. De acuerdo con estos tres parámetros, homo sapiens ha alcanzado un éxito bastante notable como especie. En términos de población, hemos pasado de unos cuantos cientos de individuos de las varias especies homo que han catalogado los prehistoriadores, a varios millones (entre 6 y 10, según las estimaciones, un número muy notable en cualquiera caso) en vísperas del descubrimiento de la agricultura, a algo menos de 1.000 millones en tiempos de la Revolución Industrial, y finalmente más de 6.000 al comienzo del siglo XXI. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 12 Figura 0.1. La estirpe de homo sapiens Fuente: Fontana (1997: 45) Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 15 importancia del lenguaje humano, y posteriormente de la escritura literal y numérica, son buena prueba de ese carácter colectivo. En suma, homo sapiens es una especie de éxito. Pero precisamente el desarrollo de las sociedades, y de la mente humana que lo hicieron posible, hacen que no nos conformemos con ese éxito biológico y nos fijemos otras metas, que definamos el “éxito” en otros términos: no sólo en más vida sino en una vida mejor. Pero ese “mejor” no significa lo mismo para un teólogo, para un ético, para un psicólogo que para un economista. Desde el punto de vista de la economía, el éxito se define en términos de crecimiento y desarrollo económicos (veremos las diferencias más adelante). Es decir, lo que se entiende por mejor es una mayor capacidad de producción de bienes y servicios con un uso más eficiente de los recursos disponibles (que son por definición limitados). En este sentido, la historia económica de la humanidad ha producido éxitos espectaculares en su capacidad de producción (y de destrucción, también), en el volumen de bienes y servicios: buena parte de esa historia es la que trataremos de exponer aquí. Pero también tiene una gran asignatura pendiente (¿un gran fracaso?) en lo tocante a la distribución de ese producto entre las personas. Por un lado, en función de dónde vivan: es la pregunta que David Landes, historiador económico norteamericano, formuló como ¿por qué algunas naciones son tan ricas y otras son tan pobres? Y dentro de cada país ¿por qué algunas personas (o grupos) son tan ricos y otros tan pobres?1 Esta es la otra parte de la historia que aborda la asignatura: cómo ha ido aumentando la capacidad de producción de homo sapiens, y cómo se ha ido distribuyendo entre los hombres (y mujeres) ese producto. Y también nos plantearemos el porqué de las formas de producción y distribución, con la convicción de que las respuestas a estas preguntas contribuyen a despejar el camino a la solución de dos de los mayores problemas actuales de homo sapiens: ¿cómo mejorar la distribución de la riqueza producida entre todos? y ¿cómo hacer posible un crecimiento de la producción eficiente en términos del uso de recursos limitados, especialmente en lo que se refiere a los recursos naturales? Obviamente, no tenemos —ni los autores de estas páginas ni los historiadores económicos, ni los economistas en general— las respuestas a las preguntas del millón. Son cuestiones sumamente complejas, en las que hay teorías enfrentadas, que se apoyan en argumentos sólidos y datos no siempre concluyentes. Pero es importante ofrecer estos datos y argumentos que nos permiten descartar algunas respuestas parciales que en tiempos se dieron por válidas, plantear otras que nos parecen mejores y en general aprender a razonar con datos y argumentos para analizar cuestiones complejas como lo son las del crecimiento y desarrollo económicos. Así es como funciona una disciplina que aspira a ser científica. Quizá la principal de estas cuestiones es la explicación de lo que los economistas han llamado el “crecimiento económico moderno”, es decir, el desencadenado con la Revolución Industrial en Inglaterra a fines del siglo XVIII 1 Aunque esta parte parece preocupar menos a Landes, que opina, como buena parte de los economistas de la corriente principal (mainstream), que la gran brecha de riqueza es la que separa a los países desarrollados de los subdesarrollados, y que si se supera el subdesarrollo la mejora de las rentas alcanzará a toda la población. Es decir, que basta con hacer crecer la tarta para que el reparto mejore. Los economistas críticos, en cambio, tienen sus dudas. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 16 y que se difundió por el mundo a lo largo de los siglos XIX y XX. Muchas de las características de la economía mundial de hoy —incluido por qué unos países son más pobres y otros más ricos— se explican por cómo se produjeron los procesos de industrialización. Pero para entender la industrialización, por qué se produjo, por qué en Inglaterra (y en Europa) y no en otras zonas, por qué en el siglo XVIII y no tres siglos antes en China tendremos que remontarnos mucho más atrás. Empezando (casi) por la aparición de homo sapiens hace más o menos medio millón de años. Aunque, antes de que cunda el pánico, aclaremos que pasaremos muy rápido – unas menciones en el tema Uno y algo más en el tema Dos-- por las primeras etapas. 0.2. El plan de la asignatura Para repasar sintéticamente el contenido de la asignatura hemos elaborado un esquema, que le permitirá asomarse a las grandes líneas el temario (figura 0.2). En el margen derecho figura la cronología de los procesos que se irán estudiando. Como se ve, los contenidos de la asignatura abarcan la evolución económica de Humanidad, a partir principalmente de la Revolución Agraria del Neolítico. Esta tuvo lugar hace unos 10.000 años y significó romper con un periodo de cientos de miles de años durante el cual los grupos humanos se limitaron a ser consumidores de alimentos, a través de actividades de caza y recolección. Con el descubrimiento de la agricultura los hombres pasaron a ser productores. Es decir, salimos del ámbito de la ecología para entrar en de la economía. El otro gran salto de la historia económica, debidamente resaltado, fue la Revolución Industrial, en torno a fines del siglo XVIII, cuando la utilización de combustibles minerales permitió un salto espectacular en la capacidad productiva de las sociedades que se embarcaron en la industrialización. Entre ambos saltos la humanidad vive en economías de base agraria, en las que la mayor parte los hombres, en torno a un 80%, eran agricultores-ganaderos. El primer bloque del temario (temas 2-5) está dedicado al estudio de estas economías agrarias. El tema Dos explica el “descubrimiento” de la agricultura y la ganadería y sus consecuencias en los casi 10.000 años que siguieron. La producción de excedentes, la división del trabajo y la especialización hicieron posible el desarrollo de grandes civilizaciones. Algunas se situaron en el Próximo Oriente y desde aquí se produjo la difusión de la agricultura a la cuenca del Mediterráneo. Las economías de estas civilizaciones se caracterizaron a menudo por la utilización de mano de obra esclava. Esto no impidió el establecimiento de complejos sistemas económicos como el Imperio Romano, que llegó a hacer de la cuenca del Mediterráneo una verdadera unidad económica con una importante división provincial del trabajo y un activo comercio vertebrado a través de un red de populosas ciudades. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 17 Figura 0.2. Un esquema sintético de la historia económica mundial. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 20 símbolo que ha permitido hablar del fin del siglo XX en este año, con el inicio de una nueva fase de relaciones internacionales, sobre la base de la nueva economía globalizada, en la que participan países aún nominalmente comunistas como la República Popular China. 0.3. Europa en el Mundo Este esquema es un resumen bastante convencional de la historia económica que solemos llamar mundial y que en tiempos, más ambiciosa o disparatadamente, se llamaba historia universal. En realidad, un examen somero muestra que es en muy buena parte una historia europea (o eurocéntrica) o de la cultura europea exportada a otras partes del mundo, sobre todo EE.UU. (o etnocéntrica). El término etnocéntrico alude a que se centra en la visión de una determinada etnia o cultura: la del hombre “blanco” de origen europeo occidental. Una parte de ésta orientación obedece al peso político y económico de los países europeos o de cultura europea en el mundo actual. Constituyen el grueso de las economías desarrolladas, son la mayoría de los países del G-8, dominan la nueva economía y son los miembros principales (aunque ya no solitarios) del club de las armas nucleares. Pero también es cierto que hay países emergentes –China y la India sobre todo— que están empezando a alterar esos equilibrios. Por otro lado, es también cierto que históricamente Europa ha desempeñado un papel protagonista en la historia mundial, sobre todo desde fines del siglo XV en que se lanza a “descubrir” otras partes del mundo. Y descubre que algunas (China o la India) estaban tecnológica y políticamente más avanzadas y otras no (como en América, cuya población indígena es aniquilada en el choque de civilizaciones). Lo cierto es que fue sólo Europa la que inició ese movimiento de expansión que ya no se detuvo. Pero aún en el siglo XVIII la economía europea distaba mucho de dominar el mundo: la Revolución Industrial, sin embargo, cambió esto radicalmente, y sentó las bases del dominio del modo europeo de hacer las cosas. Sin embargo, si contamos sólo esa parte de la historia corremos el peligro de perdernos cosas importantes, y por eso en estos apuntes trataremos de explicar una historia donde la mirada desde Europa y la cultura europea (sobre todo occidental o judeocristiana) no sea la única perspectiva. Por ejemplo, no dejaremos pasar en el olvido el hecho de que los primeros hombres evolucionaron de especies de homínidos en las sabanas de África. Y que la agricultura y la domesticación de animales se “descubrieron” de forma independiente (con miles de años de diferencia) en al menos cinco focos repartidos por el mundo, el más importante y temprano de los cuales fue el Creciente Fértil de Oriente Medio, en territorios de los actuales Irak, Irán y Turquía. Ninguno en Europa, adonde la agricultura llegó por imitación. O que entre los siglos VII y XIV los verdaderos depositarios de la herencia cultural — científica, filosófica, política— del mundo clásico griego y romano no fueron los atrasados y belicosos feudos europeos, sino los prósperos emiratos y califatos del Islam, al otro lado del Mediterráneo. O que en 1405, mientras Europa salía de la devastación provocada por la crisis del siglo XIV, Peste Negra incluida, el almirante chino Zheng He, al mando de una escuadra de cientos de navíos –se habla de más de 1.600 construidos entre 1404 y 1407, algunos de nueve Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 21 mástiles—, iniciaba una serie de viajes de descubrimiento y exploración que llevarían hasta el Golfo Pérsico, y bordeando África hasta Mozambique. Hay varios motivos para buscar un enfoque que supere el etnocentrismo incorporar otros territorios (y la perspectiva de sus pobladores) al relato histórico. Desde luego, hay motivos de “justicia” o “equilibrio” en el relato: son motivos morales o políticos. Pero también hay razones científicas muy importantes, de cara a dar respuesta al problema central que se plantea la historia económica: cómo y por qué se producen las transformaciones económicas a largo plazo. Se trata de:  Ampliar el catálogo de hechos y procesos relevantes para nuestros modelos de explicación del cambio histórico. La historia, como otras muchas disciplinas importantes –la biología evolutiva, la geología o la sociología— no puede hacer experimentos, así que debe conformarse con analizar los hechos del pasado y ni siquiera directamente, sino a través de las huellas que dejan estos hechos en forma de restos o documentos. Por eso no podemos permitirnos el lujo de ignorar ni siquiera una parte del catálogo de hechos relevantes para entender mejor y desde una perspectiva más amplia la evolución histórica. La comparación de épocas y territorios distantes es una poderosa herramienta de conocimiento. Sería como escribir una historia (como ésta) sólo con los libros que tenemos en casa, despreciando la riqueza de fuentes de información en otras bibliotecas o Internet.  No perder la perspectiva del conjunto. En historia, como en economía, las explicaciones a veces se deben dar a escala micro, pero para entender los procesos grandes debemos tener la escala macro, y si nos centramos sólo en Europa estaremos dejando de lado desarrollos que afectan a mucha más gente. A menudo, nuestra perspectiva local es muy limitada, y nos impide apreciar o conocer datos que no son visibles en nuestro entorno cercano (geográfico o cultural). Datos como que el producto agro-ganadero más importante en términos de valor no es el trigo ni el arroz, sino la leche de vaca. O que el país con las mayores reservas (probadas) de petróleo del mundo es Arabia Saudí…pero el segundo es Canadá. Que el idioma más hablado es el chino mandarín con cerca de 900 millones de hablantes (http://www.ethnologue.com) o que la canción que más derechos de autor genera es Happy birthday to you (aunque hay una discusión importante sobre ese copyright).  Por último, y no menos importante, para evitar un error del razonamiento (o falacia) muy frecuente en historia: los argumentos teleológicos o (por si el palabro no era bastante) del tipo post hoc ergo propter hoc (es decir: [ocurrió] después de esto, por tanto [ocurrió] por esto). En lenguaje más llano, la falacia del razonamiento a posteriori, o deducir que hay causalidad porque hay continuidad (o contigüidad) en el tiempo. En palabras de Carlo Cipolla (1991: 96-97): J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 22 “Las reconstrucciones a posteriori ocultan, en vez de ilustrar, los procesos de toma de decisiones y resolución de problemas que son la constante de la trayectoria humana. Sabemos que César cruzó el Rubicón. Mas para César, el problema consistía en saber si debía pasarlo o no. Ver las cosas a posteriori puede deformar fácilmente nuestro juicio.(…) De manera similar, frente a los frecuentísimos casos en los que algunos grupos adoptaron con éxito una determinada innovación tecnológica, mientras que otros la despreciaron, conviene guardarse muy bien de emitir juicios fáciles, basados en la ventaja del a posteriori. Una innovación tecnológica no es más que una opción cuyos beneficios están muy lejos de resultar evidentes. Los primeros automóviles eran más lentos que los caballos. Y por cada innovación tecnológica que tuvo éxito, hubo muchísimas más que fracasaron. A priori existe siempre un problema de valoración y de juicio que no es de los más fáciles de resolver. El historiador que, con la ventaja del a posteriori, lo atribuyera todo a la astucia o la estupidez no daría en el blanco”. Más ejemplos de este tipo de argumentos. David Landes dedica los dos primeros capítulos de La riqueza y la pobreza de las naciones a demostrar que los condicionamientos del medio físico (el clima templado, que protege de enfermedades tropicales, y la abundancia de agua) colocó a Europa, y casi más en particular a Inglaterra, en una posición privilegiada para protagonizar el crecimiento económico moderno. Luego desarrolla una serie de argumentos que, partiendo de este “regalo de la naturaleza”, confirmaron y reforzaron esa ventaja europea frente a China, por ejemplo. Pero, en gran medida, esa explicación parte de que ya sabemos que Inglaterra protagonizó la Revolución Industrial, igual que otras muchas explicaciones que encuentran las “causas” o “requisitos” de la industrialización en lo que sabemos que eran rasgos diferenciales de Inglaterra en el siglo XVIII. Sin embargo, el estudio de otras regiones y otros periodos desmienten que ninguno de estos factores o requisitos por sí solos (ni siquiera combinados) puedan “explicar” las causas de la primera industrialización. Y uno no puede por menos de pensar ¿qué ocurriría si hubiera sido Holanda (o China) la protagonista de esa historia? Muy probablemente, los historiadores se hubieran dedicado a rastrear en el pasado aquellos rasgos que habrían hecho “inevitable” que la revolución industrial surgiera precisamente allí. Por cierto, a quienes sostienen que son las dotaciones iniciales de factores naturales (carbón, tierra fértil, la insularidad o un clima templado) las que determinan la prosperidad de un país o región determinada, hay que recordarles que el valor de los recursos depende totalmente del nivel de la técnica y del desarrollo económico. Los habitantes de Arabia llevaban milenios sentados sobre pozos de petróleo, pero hasta que no empezó a ponerse en uso a mediados del siglo XIX y sobre todo hasta la invención y popularización del coche siguieron siendo unos miserables (aunque valientes y orgullosos) pastores y guerreros nómadas en un desierto de arena. De un modo parecido, el clima extremo y la aridez de España, que durante siglos fue una maldición para los agricultores, se convirtió en la década de 1960, con el boom turístico, en un activo económico importante. Un escritor inglés, L.P. Hartley, escribió: “El pasado es un país extranjero. Allí las cosas se hacen de otra manera”. Entender la lógica de esas formas distintas de hacer las cosas es uno de los objetivos fundamentales de la historia económica. Cuanto más variado sea el conocimiento de esas otras Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 25 Figura 0.3. Relación entre variables demográficas y agricultura en sociedades de base agraria. Fuente: Fontana (1997:70) Este tipo de explicaciones –aplicables igual a las relaciones entre tecnología y crecimiento económico, entre cambios institucionales y económicos, entre educación y productividad y muchas más-- junto con la existencia de numerosos puntos de debate entre especialistas sobre las explicaciones de los fenómenos de la historia económica nos obligan a manejar datos, argumentos y modelos complejos, que no siempre nos permiten llegar a conclusiones definitivas. Aprender a manejar la complejidad y la incertidumbre forma también parte del aprendizaje de un economista.  Conocer la existencia de lógicas y sistemas económicos distintos al capitalismo. El “crecimiento económico moderno” ha tenido lugar en buena parte (aunque no todo) en el marco de sistemas económicos capitalistas. Sin embargo, ni los mercados ni la propiedad privada parecen haber tenido un papel ni siquiera mínimo en el primer gran salto neolítico. Y otras muchas transformaciones económicas importantes (incluido el desarrollo del propio capitalismo) se han iniciado o desarrollado en el marco de sistemas económicos marcados por lógicas diferentes a las de la propiedad privada y el mercado. Que el capitalismo haya mostrado ser el sistema más eficaz para generar crecimiento económico no quiere decir que sea el único: comprender las lógicas de otros sistemas económicos, sus limitaciones y sus logros nos permite abordar de otro modo el estudio de la economía. De todo ello esperamos convencerle en los capítulos que siguen. No con meras declaraciones, sino con datos, argumentos e historias. Si además J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 26 pudiéramos estimular su curiosidad por saber más, nos daríamos por triplemente satisfechos. 5. Resumen En estas páginas se ha tratado de: a) Presentar el tema central de la historia económica: el estudio de los mecanismos del cambio económico (crecimiento y desarrollo) a largo plazo. b) Subrayar la complejidad de los procesos de cambio económico. c) Mostrar la utilidad del conocimiento histórico en la formación de los economistas. d) Plantear en qué consiste el éxito económico en contraste con el “éxito biológico” de la especie humana. e) Sintetizar las grandes líneas de la evolución económica de la historia humana. f) Señalar la conveniencia de superar un enfoque etnocéntrico de la historia. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 27 6. Conceptos básicos Historia económica Revolución Industrial Crecimiento económico Revolución Neolítica Cambio económico retroalimentación Éxito biológico y económico Homo sapiens Eurocentrismo/etnocentrismo 7. Referencias CAMERON, Rondo y NEAL, Larry (2005): Historia Económica Mundial. Desde el Paleolítico hasta el presente, Madrid, Alianza, 4ª ed. CIPOLLA, Carlo Maria (1991): Entre historia y economía. Introducción a la historia económica, Barcelona, Crítica. DIAMOND, Jared (1998): Armas, gérmenes y acero. Breve historia de la humanidad en los últimos 13.000 años, Barcelona, Random House- Mondadori FELIU, Gaspar y SUDRIÀ, Carles (2007): Introducción a la historia económica mundial, Valencia, PUV. GOODY, Jack (2011): El robo de la historia, Madrid, Akal. FONTANA, Josep (1997): Introducció a l’estudi de l’historia, Barcelona, Crítica. LANDES, David S. (1999): La riqueza y la pobreza de las naciones. Por qué algunas son tan ricas y otras son tan pobres, Barcelona, Crítica. MARKS, Robert B. (2007): Los orígenes del mundo moderno. Una nueva visión, Barcelona, Crítica. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 30 Tema 1. Historia económica y desarrollo económico 1. Resultados de aprendizaje Con el estudio de este capítulo, esperamos que sea capaz de: 1. Utilizar los conceptos de energía disponible y volumen de población como indicadores primarios del nivel de crecimiento económico. 2. Definir, describir y situar cronológicamente las dos transformaciones clave de la historia económica humana: la Revolución agraria del Neolítico y la Revolución Industrial. 3. Valorar la contribución del cambio técnico al crecimiento económico. 4. Definir las nociones de demografía, régimen demográfico y transición demográfica, con sus variables principales: natalidad, mortalidad, nupcialidad, fecundidad, esperanza de vida, y crecimiento vegetativo. 5. Diferenciar los principales conceptos del cambio económico a largo plazo: crecimiento, desarrollo, progreso, producción, productividad, estructura económica y coyuntura (expansión, crisis, depresión). 6. Interpretar las tasas acumuladas de crecimiento. 7. Esquematizar las relaciones entre población y recursos en sociedades preindustriales y el papel del marco social/institucional a la hora de explicar el reparto/asignación de esos recursos. 8. Definir las nociones de economías orgánicas frente a economías basadas en combustibles fósiles. 9. Definir sistema económico, caracterizando los tres más importantes históricamente: feudal, capitalista y comunista. 2. Índice 1.1. Población y energía disponible: una visión de muy largo plazo 1.2. Nociones de demografía: la dinámica población-recursos 1.2.1. Crecimiento de la población 1.2.2. Crecimiento de la producción 1.2.3. La trampa maltusiana 1.3. Crecimiento económico y otras nociones básicas 1.4. Los factores del desarrollo: el papel de la innovación y las instituciones 1.5. Sociedades humanas y sistemas económico Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 31 3. Algunas preguntas iniciales  ¿Se ha planteado alguna vez cuáles han sido los momentos más importantes de la historia económica de la Humanidad?  ¿Y cuándo empieza la historia económica?  Si tuviera que elegir un único factor que defina el cambio económico ¿cuál sería?  ¿Qué tiene en común una mata de tomates y una turbina hidroeléctrica?  ¿Por qué estudiamos tanto la población en historia económica?  ¿Sabría definir eso que llamamos capitalismo? ¿Y algún otro sistema económico?  Conocer las instituciones ¿forma parte del estudio de la economía? ¿Por qué?  ¿Por qué cree que algunas naciones son tan ricas y otras tan pobres?  ¿Saberlo ayudaría a solucionar el problema? J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 32 4. Contenidos del tema 1.1 Población y energía disponible: una visión de muy largo plazo La evolución de la población humana a muy largo plazo presenta, como ya hemos señalado (gráfico 0.1), un salto formidable y definitivo, el que multiplicó la población de forma espectacular en 200 años, que arranca en torno al año 1800. El gráfico, de todos modos, oculta un gran salto muy anterior, que tuvo precisamente en torno al año 10000 adE (el punto en el que comienza el propio gráfico) y que permitió iniciar un largo proceso de crecimiento, lento, menos espectacular que el de 1800, con algunas oscilaciones, pero igualmente fundamental. Por eso debemos ampliar el rango temporal del gráfico hasta hace unos 70.000 años. Grafico 1.1. Crecimiento de la población humana (-70000adE-2010dE) Fuente: Elaboración propia a partir de datos de Wikipedia (World population) Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 35 la energía pierde la capacidad de realizar trabajo útil (segunda ley de la termodinámica). Así, hablamos de pérdidas cuando nosotros queremos generar movimiento y obtenemos calor que no podemos aprovechar, que es el problema de casi todos los motores, o buscamos electricidad y sólo conseguimos una parte mínima de la energía del combustible empleado]. La forma de medir estas pérdidas es la eficiencia técnica, que es la proporción entre la producción útil (es decir, en la forma deseada) y la energía consumida por el convertidor; la tabla 1.1 muestra la eficiencia técnica de los convertidores más comunes. Tabla 1.1. Eficiencia de conversiones de energía comunes (porcentajes) Conversiones Energías Eficiencia Grandes generadores de electricidad me 98-99 Grandes calderas de una planta generadora qt 90-98 Motores eléctricos grandes em 90-97 El mejor horno de gas doméstico qt 90-96 Pilas secas qe 85-95 Lactancia humana qq 85-95 Molino hidráulico de noria mm 60-85 Motores eléctricos pequeños em 60-75 Grandes turbinas de vapor tm 40-45 Estufas de carbón mejoradas qt 25-45 Grandes turbinas de gas qm 35-40 Motores diesel qm 30-35 Crecimiento postnatal de un mamífero qq 30-35 Las mejores células fotovoltaicas re 20-30 Motores de combustión interna qm 15-25 Lámparas de sodio de alta presión er 15-20 Músculos de un mamífero qm 15-20 Estufas tradicionales qt 10-15 Luces fluorescentes 10-12 Locomotoras de vapor qm 3-6 Máxima fotosíntesis de una cosecha rq 4-5 Bombillas incandescentes er 2-5 Velas de parafina qr 1-2 Los ecosistemas más productivos rq 1-2 Fotosíntesis media global rq 0,3 Tipos de energía: q: química, e: eléctrica, m: mecánica (cinética), r: radiante (electromagnética, solar), t: térmica. Fuente: Smil (2001:19) Si además hay varios procesos sucesivos de conversión, la eficiencia técnica final viene dada por la de cada uno de los convertidores empleados, lo que genera “pérdidas” sucesivas. Por ejemplo, una caldera de una central térmica convierte en calor, pongamos por ejemplo, un 95 % de la energía J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 36 química del petróleo empleado. Y a su vez el 45% de este calor se convierte en energía mecánica en una moderna turbina de vapor; pero aún debe pasar por otro convertidor (un generador eléctrico) con una eficiencia del 99%. Así, la eficiencia conjunta del sistema para generar electricidad a partir de petróleo es aproximadamente de 95/100*45/100*99/100=aprox. 42%. Si le añadimos la baja eficiencia de convertir electricidad en luz de una bombilla ordinaria (2-5%), pasaremos a eficiencias de entre el 0,84 y el 2,1 %. Al problema de la eficiencia técnica debe añadirse en las sociedades avanzadas el de la eficiencia económica, que depende de los costes de los distintos convertidores y las materias primas empleadas, pero eso lo dejaremos para otro momento. El problema principal desde el punto de vista de la historia económica es que —como se ve en la tabla 1.1— los convertidores que ofrece la naturaleza (fotosíntesis, animales de labor o trabajo humano, quemar leña o paja) son muy poco eficientes. Las plantas apenas convierten en alimento (eficiencia fotosintética) entre el 1-5% de la radiación solar; a su vez, los animales herbívoros convierten en biomasa animal sólo en torno al 10% de la energía consumida (y los músculos de los mamíferos convierten en movimiento el 20% de la energía química). Cada eslabón de una cadena alimentaria supone, por término medio, unas “pérdidas” de energía de en torno al 90%, lo que explica que no existan normalmente más de 5 niveles en las cadenas tróficas. También explica por qué el grueso de la alimentación humana se basa en los hidratos de carbono procedentes de los vegetales (cereales sobre todo), y en mucha menor medida en proteínas animales, y también que éstas provengan en su gran mayoría de animales herbívoros (u omnívoros, como el cerdo), y no de carnívoros. En estas condiciones, el incremento de la energía disponible en el Neolítico (y en la seguridad del suministro) generada por el “descubrimiento” de un nuevo tipo de convertidores más eficientes —animales domesticados y plantas cultivadas— puede parecer pequeño, pero fue de una importancia capital. Las especies domesticadas, tanto plantas como animales herbívoros, son mucho más eficientes energéticamente que las especies silvestres a disposición de los cazadores-recolectores, lo que permitió que un mismo territorio alimentase a un número mucho mayor de individuos. Del mismo modo, la eficiencia de los primeros convertidores de carbón mineral de la revolución industrial — las primeras máquinas de vapor— puede parecer pobre: menos de un 0,5% la bomba de Newcomen de 1711, y menos del 5% las varias máquinas de James Watt (gráfico 1.3). Pero resultó fundamental porque permitió acceder a una fuente de energía que hasta entonces se utilizaba sólo como fuente de calor (y con usos limitados) para generar movimiento, es decir, trabajo. Y las innovaciones sucesivas multiplicaron casi por 100 la eficiencia técnica entre 1700 y 1930 (aunque las mejores turbinas de vapor no superaban el 45%). Igualmente, el motor de explosión y las centrales térmicas permitieron convertir desde fines del siglo XIX otras fuente de energía fósil —el petróleo y el gas natural— en movimiento, electricidad, calor o iluminación. La energía a disposición de los seres humanos, especialmente en los países desarrollados, se multiplicó de forma exponencial (gráfico 1.4), sin un encarecimiento proporcional al aumento de la demanda (gráfico 1.5). Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 37 Gráfico 1.2. La densidad de población como indicador de la eficiencia energética de distintos sistemas de explotación del territorio Fuente: Smil (2001: 213) Gráfico 1.3. Eficiencia técnica de las máquinas de vapor Fuente: Cipolla (1978:70) J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 40 Obviamente, los datos que tenemos sobre la energía disponible en épocas muy remotas de la prehistoria, e incluso en la edad moderna, son en buena parte conjeturas (también llamadas estimaciones). Sin embargo, nos permiten hacernos una idea aproximada de la magnitud de los dos grandes saltos de los que hablamos. Tabla 1.2. Consumo de energía (y sus usos) en kcal/días/per cápita Origen de la energía Cazador recolector Agricultor neolítico Inglaterra 1700 Inglaterra 1800 Italia 1850 EE.UU. 1990 África sub sahariana 1990 Combus- tibles 10.580 25.600 6.140 Alimento humano 2.500 2.500 2.500 3.600 2.200 Forraje animales 2.000 2.000 3.500 Viento y agua 550 650 440 TOTAL 4.000 12.000 15.630 30.750 12.580 200.000 Fuente: Malanima Tabla 3.2, p. 55; Beggs, Clive (2002): Energy, management, supply and conservation, Butterworth-Heinemann, Oxford, 7 ¿Por qué estas diferencias? Fundamentalmente porque hasta el segundo gran salto, con la revolución industrial, los incrementos de la energía disponible (alimentos, sobre todo) se habían dirigido a aumentar el número de hombres (y mujeres) o de animales (más fuertes, pero también muy costosos en términos de alimentos), como forma de incrementar el trabajo (en el sentido físico del término), mientras que con el inicio de la era de los motores, una buena parte de la nueva energía disponible se dedicó a generar trabajo mecánico: a sustituir hombres por máquinas. Hasta la revolución industrial no existen realmente motores, salvo en sus versiones más ineficientes: animales de tiro, velas, molinos hidráulicos o de viento. De hecho, todavía a fines del siglo XIX el 94% del trabajo empleado en la industria en EE.UU. era trabajo humano, mientras que un siglo después era sólo el 8 %. Una vez que se pudo convertir la energía fósil en trabajo creció de forma espectacular la capacidad de producción, reduciendo además los costes, lo que aumentó y diversificó la gama de bienes y servicios disponibles —vehículos, lámparas, carreteras, viajes, internet, escuelas— todos ellos fabricados mediante insumos (inputs) energéticos y muchos necesitados de alguna forma de energía para su funcionamiento. De ahí que las diferencias entre países en el consumo de energía per cápita sean un indicador más que aproximado de los desequilibrios de desarrollo. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 41 Tabla 1.3. Indicadores energéticos (en Toneladas Equivalentes de Petróleo y porcentajes) Consumo por habitante Consumo Producción/Consumo (% producción) Petróleo (%) Gas (%) Mundo 1973 2000 África 1973 2000 Norteamérica 1973 2000 (EE UU) 1973 2000 Latinoamérica 1973 2000 Asia 1973 2000 (Japón) 1973 2000 Europa 1973 2000 1,36 1,55 0,24 0,34 7,88 5,41 (8,02) (7,73) 0,58 0,89 0,39 0,73 (2,67) (3,73) 3,67 3,09 46,3 35,1 43,6 36,3 45,4 38,7 (44,9) (36,5) 56,4 48,2 38,5 36,6 (76,9) (42,9) 39,2 36,0 19,6 25,7 11,5 19,2 32,5 27,7 (33,0) (27,7) 22,1 28,6 9,1 18,7 (1,7) (15,2) 19,4 29,2 - - 73 58 -11 -16 (-16) (-33) 11 41 11 14 (-1015) (-373) -14 -10 Fuente: ONU (1975 y 2002), citado en Segura, J. (2005) Antes y después de estos dos saltos, una multitud de cambios tecnológicos u organizativos incrementaron bien el volumen de energía disponible, bien la eficiencia de los convertidores. Por ejemplo: el control del fuego en el Paleolítico (quizá 300.000 años antes del Neolítico) permitió aumentar la energía disponible de tres maneras: quemando leña o excrementos para obtener calor, cocinando plantas o animales que de otro modo no hubieran sido comestibles y auxiliando a la caza. Del mismo modo, la fabricación de armas en piedra y la caza en grupo permitió añadir a la dieta animales de mayor tamaño o fiereza. Otro ejemplo: la invención de la navegación a vela, con velas cuadradas —o latinas— documentadas antes de 3000 adE en Egipto, mejoró enormemente la capacidad de transportar mercancías pesadas, aprovechando una energía hasta entonces inútil; pero es que hasta el siglo XV dE la vela fue en muchos casos un complemento para la fuerza humana o animal en la navegación (remos o tiro mediante caminos de sirga en los ríos), y de ahí hasta el siglo XIX la historia de la navegación a vela recoge un sinfín de sucesivas innovaciones técnicas —en los cascos, la forma de las velas y mástiles, uso de quillas y timones, cartografía y conocimiento de los vientos, medición de la latitud con el sextante y la longitud con el cronómetro— que incrementaron enormemente la eficiencia técnica de los navíos. Mejoras en la agricultura — difusión de especies o combinaciones de cultivos más productivas—, en la ganadería —selección de especies—, en la fabricación de herramientas — arados de metal o cañones—, nuevos convertidores —molinos de viento y de agua—, en el rendimiento del trabajo animal —sillas de montar, herraduras, yunques, colleras— y otras muchas aumentaron, aunque fuera en pequeñas dosis, la disponibilidad de energía útil. Otras transformaciones organizativas — especialización laboral, aparición de formas de dirección o liderazgo— o J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 42 culturales —la escritura, las religiones, el dinero, el cálculo y la geometría— también influyeron en el modo en que se aprovechaba la energía disponible, mejorando su eficiencia económica. Sin embargo, antes del comienzo de la era de los combustibles fósiles (o era industrial, o de la economía inorgánica), los incrementos de la energía disponible eran casi en su totalidad absorbidos, y en cierto modo anulados, por el crecimiento de la población. Es hora de que prestemos atención al segundo término de la ecuación. 1.2. Nociones de demografía: la dinámica población-recursos Volvamos a las cifras de población global. La representación de una magnitud sobre una escala lineal (como en el gráfico 1.6) tiende a minimizar visualmente la importancia de las primeras etapas si las cifras de crecimiento son mucho mayores en las últimas etapas, como ocurre en cualquier crecimiento acumulativo. Una forma de evitar ese enmascaramiento es calcular y comparar las tasas numéricas de crecimiento anual acumulado (ver la tercera columna de la tabla aneja al gráfico 0.1). Éstas permiten apreciar el salto, desde unas tasas en torno al 0,04% anual en las sociedades agro-ganaderas hasta tasas cercanas al 1% en el gran salto industrial. La población mundial creció a un 0,8% anual entre 1900 y 1949; pueden parecer una cifra pequeña, pero no lo es en absoluto: a 1% de crecimiento anual cualquier variable se duplica en 70 años (recordemos que es acumulado), pero al 2% lo hace en la mitad de tiempo. Cuando en la segunda mitad del siglo XX la población de algunos de los países más poblados del mundo —India, China, — comenzó a crecer a tasas cercanas al 2%, y la media mundial se situó en un 1,8% (1950- 1989, con un pico de 2 en 1989), dió en hablarse con alarma de una “bomba demográfica”. Una bomba que parece empezar a desactivarse con la caída de las tasas a un 1,5% entre 1990 y 1999 y en torno al 1,14 en 2000. En 2006 la ONU declaró que las tasas comenzaban a disminuir, como resultado de la transición demográfica. Otra forma de evitar ese enmascaramiento de las tasas de crecimiento iniciales es representar la magnitud sobre una escala logarítmica o exponencial, donde cada intervalo representa un orden de magnitud (x10) más que el intervalo anterior del mismo tamaño. Es lo que hemos hecho en el gráfico 1.6. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 45 Malthus según Malthus Crecimiento de la población: "Puede afirmarse que la población, cuando no se le ponen obstáculos, se duplica cada 25 años, esto es, que aumenta en progresión geométrica” (10) Crecimiento de las subsistencias: “Si suponemos que, siguiendo el mejor de todos los sistemas y estimulando todo lo posible la agricultura, se pudiera doblar la producción de la isla (Inglaterra y Escocia) en los primeros 25 años, probablemente nuestra suposición excedería a lo que puede esperarse razonablemente” (11) Principio de la población: “Suponiendo la población actual igual a mil millones de habitantes, la especie humana crecería como la progresión de los números1, 2, 4, 8, 16, 32, 64, 128, 256, y las subsistencias lo harían como la de los números 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9. Al cabo de dos siglos, la proporción entre la población y los medios de subsistencia sería como las de los números 256 y 9; al cabo de tres siglos, como los números 4.096 y 13 y al cabo de dos mil años la diferencia sería casi incalculable” (12) Limitaciones del crecimiento de la población Frenos preventivos: “El obstáculo preventivo, mientras es voluntario, es peculiar del hombre y resulta de la superioridad característica de sus facultades razonadoras que le permiten calcular las consecuencias lejanas. (…) ¿No rebajará el rango que ocupa en la vida y no se verá obligado a abandonar gran parte de sus antiguos hábitos? ¿Tiene probabilidades de encontrar un empleo con el cual pueda sostener una familia? ¿No se expondrá a tropezar con mayores dificultades, y no tendrá que trabajar más que cuando estaba soltero? ¿Podrá transmitir a sus hijos las mismas ventajas de educación y de mejoramiento que él ha disfrutado? ¿Tiene la seguridad de que, en el caso de tener una familia numerosa, sus esfuerzos podrán librarla de la pobreza y de la consiguiente degradación en la comunidad? ¿No se verá obligado, bajo el imperio de la necesidad, a tener que renunciar a su independencia y a recurrir a la caridad para sostenerlos? Consideraciones de esta clase son las que, en todas las naciones civilizadas, se oponen al deseo natural de los jóvenes de contraer matrimonio. (13-14) Frenos positivos: “Los obstáculos positivos que se oponen al aumento de la población son muy diversos, y comprenden todo aquello que contribuye en mayor o menor grado a acortar la duración natural de la vida humana, ya provenga del vicio, ya de la miseria. En este grupo habrá, pues, que incluir las ocupaciones malsanas, el trabajo excesivamente fatigoso, y la exposición a las inclemencias del tiempo, la pobreza extrema, la mala crianza de los hijos, la vida de las grandes ciudades, los excesos de toda clase, toda la gama de enfermedades comunes y las epidemias, las guerras, las pestes y las hambres” (14) “Examinando estas restricciones del aumento de la población que he clasificado en los dos grandes grupos de preventivos y positivos, veremos que pueden agruparse en tres: abstinencia moral, vicio y miseria” (15) Crecimiento de la producción de alimentos (Rendimientos decrecientes de la tierra): “Cuando se han ido aumentando año tras año los J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 46 terrenos dedicados al cultivo hasta llegar a ocupar todas las tierras fértiles, el aumento anual de la producción de alimentos tiene que depender del mejoramiento de las tierras ya cultivadas, y es ésta una reserva que, por la misma naturaleza del suelo, en lugar de aumentar, tiene que ir disminuyendo gradualmente” (10) Resultado (Trampa maltusiana): “Esta desigualdad natural de las dos fuerzas de la población y de la producción de la tierra y la gran ley de la naturaleza que debe mantener con constantemente iguales sus efectos, forman el gran obstáculo que me parece insuperable en la senda de la perfectibilidad humana” (72) Citas tomadas de Malthus, Th. R (1951): Ensayo sobre el principio de la población, México, Fondo de Cultura Económica, trad. Teodoro Ortiz de la 2ª edición (1803). 1.2.1. Crecimiento de la población Examinemos con más detalle los dos mecanismos. Comenzando por el del crecimiento de la población. Aunque es evidente que hay una tendencia creciente, hay una serie de límites: el envejecimiento físico, las enfermedades mortales, los alimentos (o en general los recursos) disponibles para garantizar la vida, la capacidad de reproducción de los humanos, etc. Estas a su vez dependen de muy diversos factores: el clima, la inmunización a enfermedades, la herencia genética, etc. Lo más sencillo es descomponer los dos componentes del crecimiento de la población: Natalidad: medida mediante la tasa de natalidad, el número de nacidos por cada 1.000 habitantes (en un territorio, un país, un grupo humano) Mortalidad: su tasa expresa el número de muertes por 1.000 habitantes Crecimiento natural (o vegetativo): diferencia entre natalidad y mortalidad (en %). Crecimiento total = Natalidad-mortalidad-Emigración+Inmigración. La natalidad por su parte, tiene dos tipos de límites: unos biológicos y otros sociales y culturales. Los límites biológicos vienen dados por el hecho de que sólo la mitad de la especie (mujeres) pueden tener hijos, sólo pueden hacerlo durante un periodo de su vida, por el número de embarazos malogrados (mortalidad intrauterina), por la duración del período de gestación (nueve meses) y del periodo entre nacimientos (periodo intergenésico) y por la duración del periodo vital fértil. El máximo teórico de descendientes que podría tener una mujer, en las condiciones óptimas, es de 16,7 hijos, y en condiciones más restrictivas en torno a 4,3. Dicho de otro modo, el potencial biológico para el crecimiento es grande. Por ello, tienen más importancia los límites sociales y culturales, mucho más complejos y variados. Tienen que ver con la cantidad de alimentos, la frecuencia y edad de los matrimonios, el tipo de trabajo desempeñado, la exposición a determinadas enfermedades, las prácticas anticonceptivas y un muy largo etcétera; todos ellos actúan recortando ese máximo teórico de 16,7 hijos por matrimonio. En sociedades agrarias tradicionales (aunque esta es una categoría demasiado amplia) el número de hijos podía variar entre 5-8 hijos por Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 47 mujer, mientras que en las sociedades industriales avanzadas con diversos mecanismos de control de natalidad puede situarse en torno a 1. Los principales determinantes de la natalidad conocidos históricamente son:  la tasa de fecundidad: el número de nacimientos en un lapso de tiempo dividido por el número de mujeres en edad fértil (entre 15 y 49 años).  la edad al matrimonio: el matrimonio es una institución sumamente extendida, y la edad de las mujeres al casarse marca el número de años fértiles y por tanto el número posible de hijos.  la tasa de celibato: el porcentaje de mujeres (el de los hombres interesa menos) que no llega a casarse nunca.  la anticoncepción: aunque la difusión de métodos anticonceptivos eficaces es reciente (esterilización quirúrgica o la difusión de la “píldora” a partir de 1960), éstos existieron siempre, aunque son mal conocidos. Tabla 1.4 Esperanza de vida al nacer (años) en algunos países (1750-1985) 1750- 1799 1800- 1809 1850- 1859 1880 1900 1930 1950 1985 Inglaterra 36,9 37,3 40,0 43,3 48,2 60,8 69,2 74,7 Francia 27,9 33,9 39,8 42,1 47,4 56,7 66,5 75,4 Suecia 37,3 36,5 43,3 48,5 54,0 63,3 71,3 76,8 Alemania 37,9 44,4 61,3 66,6 73,8 Italia 35,4 42,8 54,9 65,5 75,9 Países Bajos 32,2 36,8 41,7 49,9 64,6 71,8 76,4 Rusia-URSS 27,7 32,4 42,9 64,0 68,0 EE.UU. (blancos) 41,7 47,2 50,8 61,7 69,4 74,7 Australia 49,0 55,0 65,3 75,9 Japón 35,1 37,7 45,9 59,1 77,8 España 33,7 (1870) Fuente: Livi-Bacci (1990:115). La mortalidad es también resultado de la programación biológica. Una de las formas de medirla es la esperanza de vida al nacer E0, definida como la media aritmética de las edades a la que mueren los nacidos en un determinado período (normalmente se toma la media de la edad de los fallecidos en ese año suponiendo que permanecerá constante) . No obstante, el hecho de que la esperanza de vida haya evolucionado al alza en el curso de la historia no quiere decir que biológicamente las personas seamos más longevas. De hecho, se cree que la esperanza de vida de los agricultores neolíticos era inferior a la de sus antepasados cazadores-recolectores. Lo que ocurre es que E0 es una medida estadística, una media de lo que puede esperar vivir una persona en el momento de nacer; lo que nos viene a decir, por ejemplo, es que de cada 1.000 nacidos antes de la industrialización, 250 morían antes de cumplir un año, otros 250 antes de llegar a 20, otros 250 antes de los 45 y otros 240 antes de los 60: sólo diez de cada mil llegaban a esa edad (pero había gente, pocos, que podían llegar a vivir 80 o 90 años). Si uno superaba la J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 50 La ley de los rendimientos decrecientes Según un demógrafo contemporáneo: Massimo Livi-Bacci (1990:81-82) “Considérese una población, aislada en un valle profundo, que viva de la agricultura. La diferencia entre nacimientos y defunciones provoca un crecimiento lento que, hipotéticamente, provoca la duplicación de la población cada dos siglos. En una primera fase se cultivan los mejores terrenos de la llanura del fondo del valle, cercanos al río, más fértiles, fácilmente irrigables y más accesibles. A medida que la población aumenta, aumentando a su vez la necesidad de comida, las mejores tierras se pondrán en cultivo hasta que sea necesario cultivar las tierras más alejadas, situadas en las laderas menos escarpadas del valle, difícilmente irrigables y menos fértiles. Con el aumento continuo de la población se hará necesario cultivar terrenos situados aun más desfavorablemente, más elevados, más fácilmente erosionables y aún menos productivos. Cuando se agote toda la tierra disponible, se podrán obtener nuevos aumentos de producción intensificando el trabajo en los campos, aunque también estos logros tendrán un límite, porque llegará fatalmente el momento en que la producción adicional de un par de brazos adicionales se aproximará a cero. Se da la circunstancia de que el proceso de crecimiento demográfico en un ambiente fijo (y, es preciso especificar, con tecnología fija) que induzca al cultivo de tierras progresivamente menos fértiles y con inputs de trabajo progresivamente mayores, se acompaña de rendimientos decrecientes por unidad de trabajo o por unidad de tierra.” Según un economista clásico: John Stuart Mill. “Puesto que todos los materiales de la manufactura se extraen de la tierra, y muchos de ellos de la agricultura, que en particular abastece todas las materias de la industria textil, la ley general de los rendimientos decrecientes debe ser aplicable, en última instancia, a la historia de la manufactura como lo es a la historia de la agricultura. A medida que la población crece y se fuerza más y más la capacidad de la tierra para dar un mayor producto, cualquier oferta adicional de materias y de alimentos se debe obtener con una inversión de trabajo que aumenta de forma desproporcionada” John Stuart Mill, Principios de Economía (1843), citado en Wrigley (1993:36) La explicación de Malthus ha sufrido muchas críticas, fundamentalmente de dos tipos: *sociales: la capacidad de producción de alimentos, en un nivel tecnológico dado, depende también de cómo se organice la producción —régimen de propiedad, distribución del producto, incentivos a la mejora de la producción— de tal forma que el techo maltusiano no es sólo técnico sino sobre todo social/económico. Del mismo modo, con una distribución de la renta menos desigual, el número de hijos por pareja disminuye, al dejar de ser considerados una fuente de trabajo/ingresos para la familia y como resultado de mejoras en la educación. *históricas: Malthus no consideró la posibilidad de romper la trampa de los rendimientos decrecientes mediante incrementos en la disponibilidad de energía en forma de combustibles fósiles, pese a vivir en plena revolución industrial inglesa. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 51 Figura 1.1 El sistema maltusiano de frenos represivos y preventivos en una situación de expansión. Nota: El sentido de las flechas indica la dirección presunta de la causalidad; el signo + o — indica el signo, positivo o negativo, sobre el fenómeno sucesivo. La línea de trazos indica una relación más débil que la continua. En el recorrido 1 el papel de la nupcialidad es considerable, en el recorrido 2 es débil. Fuente: Livi-Bacci (1990:85) Las críticas tienen sentido pero sólo matizan, no anulan, la validez del esquema de Malthus para las sociedades de base agraria. En este sentido, Gregory Clark ha considerado que la historia de la humanidad puede resumirse en un único gráfico (gráfico 1.9, esquemática, y basada en datos en buena parte estimados), donde la evolución de las economías de base agraria se mediría en términos de renta per cápita, y esta habría evolucionado sin una tendencia de mejora, oscilando en dientes de sierra en torno al techo maltusiano, hasta la revolución industrial. Este gráfico no muestra ninguna tendencia al crecimiento hasta 1800, cosa que sí es visible, aunque sea modestamente, en los gráficos de población (gráficos 1.1 y 1.7). Lo que vendría a demostrar que los sucesivos crecimientos de la productividad derivados de mejoras técnicas u organizativas (representadas en este gráfico por los tramos de pendiente ascendente de la curva) quedaron antes o después absorbidos por el crecimiento de la población (tramos descendentes), en un ciclo que sólo se rompió con el comienzo de la era de los combustibles fósiles. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 52 Gráfico 1.9. Tres mil años de evolución de la renta per cápita (1000 adE-2000 dE) Fuente: Clark, G. (2008): A Farewell to Alms: A Brief Economic History of the World, Princeton, Princeton University Press, 2. Regímenes demográficos y transición demográfica Llamamos demografía a la ciencia que estudia la población. Las diversas combinaciones de las variables demográficas (tasas de distintos tipos de mortalidad, de fecundidad, nupcialidad, celibato, etc.) constituyen un régimen o sistema demográfico. Básicamente se distinguen dos: Régimen demográfico antiguo: propio de las sociedades de base agraria, o economías orgánicas, al menos hasta la difusión de la industrialización desde el siglo XVIII. Sus rasgos fundamentales son:  Tasas de natalidad elevadas: en torno a 35-40 por 1.000, como resultado de matrimonios frecuentes, a edad joven (18 años o menos para las mujeres), y de la consideración de los hijos como un recurso potencial para la familia y el grupo.  Tasas de mortalidad también altas: en torno al 30-35 por 1.000 de mortalidad ordinaria, pero con frecuentes episodios de mortandad catastrófica.  Tasas de crecimiento muy modestas (un 5 por mil como máximo, un 0,5% al año), que además pueden quedar anuladas por una o más catástrofes demográficas (lo que hace que el crecimiento demográfico presente una forma característica de dientes de sierra). La esperanza de vida al nacer es baja (inferior a 40 años). Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 55 1.3. Crecimiento económico y otras nociones básicas La visión de Clark nos recuerda que debemos detenernos a discutir algunas nociones básicas, sobre todo cómo definimos y medimos el crecimiento económico. Resulta particularmente importante porque precisamente es la explicación del crecimiento económico a largo plazo —sus ritmos, sus mecanismos, sus causas— el tema central de la historia económica. Muchos de los conceptos que se explican son nociones básicas desarrolladas con mucho más detalle en cualquier curso de introducción a la economía: para quien las tenga dominadas, las explicaciones que siguen estarán de más. Para quien no tenga las nociones claras, en cambio, es importante que se cerciore de haberlas entendido debidamente, pues aparecerán a menudo en el desarrollo del temario. Empecemos por el principio: en cierto modo, el crecimiento de la población es nuestro primer indicador, especialmente para épocas en las que no contamos con estadísticas modernas de producción, productividad, exportaciones, precios, etc. En cambio, los gobernantes han demostrado desde muy antiguo un interés por saber cuántos súbditos tenían: básicamente para reclutarlos para la guerra o gravarlos con impuestos. Y si no tenemos censos o recuentos de población, los restos arqueológicos permiten hacer estimaciones demográficas bastante precisas. Así pues, para buena parte de la historia económica (de hecho, hasta el siglo XX) nuestro primer indicador de crecimiento económico será el crecimiento demográfico. Pero aunque constituye una primera pista (no hay más gente si no hay más comida, y cuando hay más bocas también habrá más brazos para trabajar), puede resultar una pista engañosa. El segundo indicador de crecimiento económico sería el incremento de los bienes y servicios producidos, lo que se llama en economía el producto (y que equivale a la renta o ingreso de la población, o expresado en otros términos a la oferta agregada). Lo malo es que no tenemos cálculos fiables de producto o renta nacional hasta después de la Segunda Guerra Mundial (los datos anteriores se basan en estimaciones…, o sea, en conjeturas más o menos razonables). El producto puede medirse en unidades físicas (toneladas de hierro, número de vacas o comidas servidas en un restaurante), pero para poder sumarlo y compararlo —con otros países o épocas—es más práctico medirlo en unidades monetarias (dólares, liras, rupias o lo que toque). Estas unidades de valor pueden medirse de varias formas: *valores o precios nominales o corrientes: reflejan lo que valen o cuestan las cosas en un momento histórico concreto (el periódico en 1976: 100 pesetas) *valores o precios reales o constantes: son los precios nominales ajustados al coste de la vida de cada momento, es decir, la capacidad de compra de la unidad monetaria; suelen calcularse como ratio de precios/Índice de Precios al Consumo (u otro deflactor). Para series históricas, resulta sumamente importante usar precios constantes o reales. *valores o precios a PPP (paridad de poder adquisitivo): para tener en cuenta los diferentes costes de la vida en distintos lugares, se hacen IPCs equivalentes, no iguales (la de un país pobre, el peso de los J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 56 alimentos en el IPC será mucho mayor, mientras que el coste de la telefonía móvil pesará mucho más en el IPC a PPP de un país rico). Gráfico 1.11 Precios corrientes y constantes del petróleo (1861- 2009) Fuente: Citadas en el gráfico, extraído de Forbes.com La magnitud utilizada habitualmente para medir el producto es el PIB (o GDP en inglés, Producto Interior Bruto), que es levemente diferente del PNB (Producto Nacional Bruto), que incluye el valor de bienes y servicios producidos por empresas nacionales en países extranjeros, o de la Renta Nacional, o el PIN, Producto Interior Neto (estas, llamadas macromagnitudes, se explican en cualquier texto de economía básica). El problema de medir el crecimiento sólo en términos de PIB es —aparte de algunos problemas del indicador mismo, como el hecho de no incluir el trabajo doméstico no remunerado o los costes de los daños medioambientales— que los incrementos de producción pueden quedar absorbidos, anulados, por crecimientos paralelos de la población, como señalaba Malthus. De ahí que como indicador de crecimiento económico utilicemos el PIB per cápita, una ratio que combina y compara el los crecimientos del producto y de la población. Así pues, el crecimiento económico se define como el incremento sostenido (en el tiempo) de la producción total de bienes y servicios en una sociedad determinada, formulado en tasas de crecimiento anual en % del PIB per capita. El crecimiento económico es acumulativo, de tal modo que un 1% anual significa que el PIB/pc se duplicará en 70 años, al 2% en 35 años, etc. De ahí que tasas aparentemente modestas —en torno al 9% para China o el 3% de la economía española en los años anteriores a la crisis de 2008— reflejen procesos de enriquecimiento espectaculares. Al mismo tiempo, al tratarse de un valor relativo (un porcentaje) no refleja expresamente los niveles de partida Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 57 Tabla 1.6. PIB/per cápita en los cinco continentes (1950-2008) (dólares internacionales de 1990) 1950 1970 1990 2008 1950 1970 1990 2008 África (media) 889 1.335 1.425 1.780 Europa Guinea Ecuatorial 540 1.309 1.552 22.049 Noruega 5.430 10.027 18.466 28.500 Rep.Sudafricana 2.535 4.045 3.834 4.793 Francia 5.186 11.410 17.647 22.223 Marruecos 1.455 1.616 2.591 3.465 España 2.189 6.319 12.055 19.706 Senegal 1.259 1.435 1.254 1.456 URSS 2.841 5.575 6.894 7.904 Zaire 570 768 510 249 Albania 1.001 2.004 2.499 4.149 América Oceanía Estados Unidos 9.561 15.030 23.201 31.178 Australia 7.412 12.024 17.173 25.301 Chile 3.670 5.231 6.401 13.185 Nueva Zelanda 8.456 11.189 13.687 18.653 Brasil 1.672 3.057 4.920 6.429 Guatemala 2.085 2.919 3.240 4.461 Haití 1.051 919 1.005 686 Asia (media) 715 1.528 2.783 5.611 Hong Kong 2.218 5.695 17.541 31.704 Japón 1.921 9.714 18.789 22.816 Qatar 30.387 32.573 7.343 17.311 India 619 868 1.309 2.975 Afganistán 645 709 604 869 Mundial 2.111 3.729 5.150 7.614 Nota: El dato de la URSS es en 2008 la media de los antiguas Repúblicas de la URSS. Se ha seleccionado el dato más alto y más bajo de cada continente, y tres países sin criterio fijo, aunque oscilando en torno a la media. Fuente: Angus Maddison (2010), en www.ggdc.net/maddison y los incrementos en términos absolutos: un 0,5% del PIB de EE.UU. de 2008 serían unos 71.000 millones de dólares internacionales, que equivale a casi una cuarta parte del PIB de Nigeria (datos de PIB a PPP, del Banco Mundial). En este sentido, las tasas de crecimiento son potencial e históricamente mayores en economías más atrasadas, con márgenes mayores de aumentos de productividad, que en las más avanzadas, donde los aumentos de productividad son mucho más costosos. Así pues, no hay que olvidar que una tasa es siempre un dato relativo, que se refiere a un total absoluto que puede ser muy distinto. ¿Qué factores explican el crecimiento económico? Ya mencionamos antes que hay dos tipos distintos de crecimiento (intensivo y extensivo). En ambos intervienen distintas combinaciones (volúmenes y tipos) de factores de producción, que determinan el producto total. Los factores de producción, tal como los definieron los economistas clásicos del siglo XVIII son:  Tierra: entendida ahora en un sentido amplio, incluye los recursos naturales empleados en la producción de bienes y servicios. Se remunera a sus propietarios con la renta de la tierra.  Trabajo: se refiere exclusivamente a la labor desempeñada por la mano de obra humana (las máquinas, o animales, aunque realicen trabajo por sí solas son consideradas capital), y remunerada (en las sociedades actuales) con los salarios. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 60 de capital; por tanto, si no hubiera acumulación de capital el crecimiento económico sería lento. En la medida en que esta opinión sea correcta, el crecimiento soloviano y el schumpeteriano van de la mano. El crecimiento schumpeteriano puede compaginarse también con el crecimiento smithiano, como ocurrió, por ejemplo, cuando los avances técnicos de la navegación llevaron a incrementar las ganancias comerciales, como consecuencia del abaratamiento del transporte” Basado en Joel Mokyr (1993:19-23) Con todo, el crecimiento económico no agota el análisis a largo plazo, fundamentalmente porque no nos dice casi nada sobre qué procesos subyacen a los incrementos del producto. Tasas de crecimiento parecidas (pongamos del 1%) pueden significar un mínimo alejamiento de la miseria en una sociedad agraria y un salto en la producción importante en una sociedad industrial avanzada. Pero es que además el propio PIB constituye sólo un indicador parcial. De ahí que, al concepto de crecimiento, se añada el de desarrollo económico. Hablamos de desarrollo económico cuando en una sociedad determinada el proceso de crecimiento va acompañado en cambios importantes en la estructura de la economía. Definimos la estructura económica como el componente estable de la organización de una economía, con especial referencia a la pauta de distribución de la actividad y la renta en una sociedad entre los tres sectores económicos:  Sector primario: actividades que extraen productos de la naturaleza: agricultura, ganadería, pesca y explotación forestal. En algunos casos incluye también la minería (como actividad extractiva) que en otras clasificaciones se considera, por su fuerte capitalización, industrial.  Sector secundario o industrial: actividades que transforman o elaboran los productos de la naturaleza u otros bienes intermedios: la industria y la construcción, fundamentalmente.  Sector terciario o servicios: actividades que no producen bienes materiales sino servicios de muy diverso tipo: desde servicios personales o profesionales (camareros, abogadas), al transporte, el sector financiero o el ocio. Aunque la asignación de los sectores es a veces problemática —el guión de una película es un servicio, su producción un producto industrial, aunque actores y directores prestan allí servicios, y su distribución y proyección de nuevo un servicio—, permite retratar las grandes etapas de la evolución de la economía, como hizo Colin Clark. *economías agrarias: las más comunes a lo largo de la historia, caracterizadas por un sector primario dominante (emplea más del 80% de la población y genera una cuota análoga del PIB), un secundario pequeño y un terciario algo mayor, pero integrado sobre todo por servicios personales (criados). *economías industriales: tras la Revolución Industrial, reducción paulatina del sector primario hasta niveles inferiores al 20%, crecimiento del secundario en torno al 30-40%, y un sector servicios que crece en capítulos ligados al efecto de arrastre de la industria y crecimiento del mercado (comercio). Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 61 *economías postindustriales: el primario reduce su peso, casi debajo del 5%, la industria se mantiene y es el sector servicios el que crece, pero cambia además su naturaleza. Los diferentes equilibrios entre los sectores económicos reflejan formas de organización de la economía y niveles tecnológicos muy distintos: la reducción del peso del primario en el PIB y la población activa exige un incremento de la productividad de la agricultura que sólo fue posible en vísperas de la Revolución Industrial. A su vez, el crecimiento de la industria es un factor muy relevante en las primeras etapas del crecimiento económico moderno, pero según mejora la tecnología y la organización de la producción a lo largo del siglo XX, también el secundario experimenta unas mejoras de productividad que —como antes la agricultura— permitirán reducir su peso en el conjunto de la economía aunque siga produciendo un volumen incluso mayor de bienes. Por último, el crecimiento, diversificación y modernización del sector servicios (incluyendo los de información y comunicación en nuestros días), especialmente tras la Segunda Guerra Mundial, caracteriza unas economías industriales avanzadas, o incluso postindustriales. De ahí que el cambio estructural —del equilibrio entre los distintos sectores— sea un componente básico de los procesos de desarrollo. Tabla 1.7. Distribución del PIB por sectores (1995) en varios países Países Primario Secundario Terciario De renta alta Estados Unidos Japón 2 2 26 37 72 61 De renta media Bolivia Bielorrusia Costa Rica Indonesia 17 15 14 16 28 24 44 44 55 61 42 40 De renta baja Chad China Etiopía Honduras 38 19 56 23 15 50 7 30 46 31 38 47 Fuente: Cameron y Neal (2005:23) La constatación de que el concepto de crecimiento económico es un indicador demasiado pobre de las transformaciones profundas de la economía, del desarrollo sobre todo, ha llevado a la creación de otro tipo de indicadores que recojan estos cambios de forma más precisa. Algunos incluyen costes medioambientales del desarrollo, o aspectos no recogidos en el PIB como el trabajo doméstico de las amas de casa (tampoco de los amos de casa, pero son más raros). El más usado de estos indicadores ha sido promovido por la ONU con el nombre de Índice de Desarrollo Humano (IDH) y recoge una serie de datos de distinto tipo que se creen más precisos: Se han hecho algunas estimaciones históricas del IDH, con resultados como los siguientes, que confirman la necesidad de seguir trabajando en el diseño y mejora de índices de desarrollo.  Esperanza de vida al nacer (E0), como indicador de salud y longevidad de la población. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 62  Conocimiento y educación, medido por la tasa de alfabetización en adultos (2/3) y matriculación en estudios primarios, secundarios y superiores (1/3).  Nivel de vida, tomando como indicador el logaritmo natural del PIB/per cápita a PPP. Tabla 1.8. IDH en varios países (1870, 1913, 1950 y 1999) 1870 1913 1950 1999 1870 1913 1950 1999 Australia 0.516 0.696 0.780 0.936 España 0.301 0.421 0.627 0.908 Suiza 0.515 0.643 0.782 0.924 Italia 0.268 0.485 0.668 0.909 Dinamarca 0.512 0.660 0.781 0.921 Japón 0.248 0.466 0.676 0.928 EE.UU. 0.506 0.643 0.802 0.934 Finlandia 0.239 0.707 0.925 Reino Unido 0.500 0.644 0.766 0.923 Uruguay 0.529 0.681 0.828 Canadá 0.488 0.646 0.772 0.936 Rusia 0.345 0.694 0.775 Holanda 0.486 0.649 0.784 0.931 Brasil 0.249 0.448 0.750 Suecia 0.483 0.641 0.780 0.936 India 0.143 0.247 0.571 Bélgica 0.469 0.590 0.751 0.935 Jamaica 0.532 0.738 Francia 0.463 0.607 0.729 0.924 Sudáfrica 0.479 0.702 Alemania 0.463 0.614 0.744 0.921 Corea del Sur 0.459 0.875 Noruega 0.454 0.631 0.776 0.939 Zaire 0.274 0.429 Fuente: N.R. Crafts (2006): “The Human Development Index and changes in standards of living: Some historical comparisons”, European Review of Economic History,1(3) Frente al concepto de estructura, que alude a las partes sólidas, estables en el tiempo —aunque pueden cambiar— de una economía, el concepto de coyuntura económica se refiere las variaciones a más corto plazo (unos meses, unos años) de la actividad económica, medida con sus principales variables: empleo, inversión, precios, importaciones, ahorro, gasto público o privado, etc. Aunque los historiadores suele considerar un tipo de coyunturas más largas, de lustros, décadas o incluso más, frente a trimestres o incluso semanas para los economistas (en mercados volátiles como las bolsas), la idea de coyuntura es la misma, y su duración depende del proceso a que nos refiramos. La actividad económica parece moverse, por razones en parte desconocidas y demasiado complicadas para examinar aquí, en ciclos, caracterizados por fases de expansión (crecimiento) seguidas de otras de recesión o depresión (o decrecimiento). Algunos de los ciclos identificados abarcan periodos de 50 años (ciclos Kondratiev) y otros duran meses (ver figura 1.3). Más que analizar los tipos de ciclos, interesa definir los términos utilizados para describir las coyunturas, porque se emplean a menudo y no siempre con claridad.  Expansión: periodo caracterizado por el incremento o mejoría de los principales indicadores: población, producción, empleo, productividad, inversión, etc. No todos tienen por qué evolucionar a la vez, así que suele considerase fundamental el crecimiento del PIBpc. Ocasionalmente, sin embargo, una fase de crecimiento de la población puede ocultar caídas de productividad que comprometen el crecimiento futuro.  Depresión o recesión: periodo de caída de los indicadores de actividad o renta, sobre todo el PIBpc. En términos actuales, los economistas Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 65 a) Nuevos convertidores y fuentes de energía: ya vimos cómo funciona. b) Nuevas herramientas, máquinas o procesos que permiten aprovechar mejor recursos insuficientemente aprovechados (arados de hierro, rotación de cultivos, fabricación de plásticos, excavadoras, etc.). c) Nuevas formas de organizar la asignación o aprovechamiento de los recursos existentes (mano de obra esclava en las plantaciones americanas, cadena de montaje, especialización del comercio, contabilidad de costes en la empresa) Buena parte de estos factores (los convertidores, las herramientas y muchos de los cambios organizativos) tienen que ver con lo que denominamos tecnología o técnica, es decir, la aplicación del conocimiento a la transformación del entorno. El desarrollo técnico está relacionado en buena parte con la ciencia (el método para generar conocimiento a través de la observación, la experimentación y la deducción), pero no es exactamente lo mismo. De hecho, existe innovación técnica (la rueda, por ejemplo) en épocas en que la ciencia no era ni siquiera un proyecto. Buena parte de la tecnología más relevante para la economía (la rueda, el injerto de los frutales, el arado de hierro, las máquinas de hilar de la revolución industrial) no fueron obra de científicos, sino de artesanos inquietos, o agricultores ingeniosos; muchas de estas innovaciones o inventos ni siquiera tienen inventor conocido. En realidad, sólo bien avanzada la industrialización, en el curso de la llamada “segunda revolución industrial” de finales del siglo XIX, se produce la aplicación sistemática de conocimiento científico —química, física, matemática—a la economía. Es importante que cuando hablemos de innovaciones recordemos que se trata de cambios técnicos (máquinas, herramientas, procesos de fabricación) pero también de otro tipo de cambios que permiten nuevas oportunidades de negocio. Según la clasificación de J.A. Schumpeter (Schumpeter 1966:66) las innovaciones pueden ser de varios tipos:  Introducción de un nuevo bien o una nueva calidad en un bien (innovación de producto). La difusión del café o la patata en Europa en el siglo XVIII, por ejemplo.  Introducción de un nuevo método de producción (innovación de proceso). La producción de sosa con el método Leblanc en 1791.  Apertura de un nuevo mercado.  Conquista de una nueva fuente de oferta de materias primas o bienes semimanufacturados. Como la anterior, explica en parte el imperialismo de fines del siglo XIX.  Aparición de una nueva organización en cualquier sector productivo (innovación organizativa). La lógica de la innovación tecnológica (según Joel Mokyr) El progreso técnico se produce por la aparición de: Macroinventos: innovaciones radicales (o “revolucionarias”, si se quiere) , que afectan profundamente a las formas de producción, y cuya elevada rentabilidad estimula fuertes inversiones que difunden su uso (en la Revolución Industrial: J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 66 la máquina de vapor de Watt, el ferrocarril de Stephenson), y a su vez generan un flujo de: Microinventos: mejoras de detalle que se añaden a un macroinvento mejorando sus prestaciones o adaptándolo a otro sector productivo. La combinación de ambos genera un proceso de cambio técnico que en buena parte se autoalimenta, a través del mecanismo del cuello de botella: Una innovación en una parte del proceso productivo (congelación de patatas pre-fritas) permite obtener beneficios de economías de escala concentrando la elaboración en una fábrica, pero crea un cuello de botella en la fase de preparación de las patatas, lo que genera incentivos para resolver las fases anteriores: el pelado se resuelve (lijado mecánico) pero el proceso de corte de las patatas en una forma homogénea resulta difícil de mecanizar y por tanto mucho más costoso. Ese es el nuevo cuello de botella, que determina la capacidad de producción y los costes medios de todo el proceso. Se invierten esfuerzos para salvar los principales escollos, que se derivan de la forma irregular (vagamente oblonga) de las patatas y de su textura, que impide cortarlas en una prensa. Se ensayan distintos métodos hasta que alguien descubre un procedimiento (no un invento como tal, pero sí una innovación): lanzarlas a gran velocidad mediante mangueras de agua a gran presión contra unas cuchillas en forma de reja que les dan la forma adecuada. (Este proceso, narrado en Fast Food, tuvo mucho que ver con el éxito en EE.UU. y luego mundial de una famosa cadena de hamburgueserías). Fuente: Mokyr (1993); Schlosser, Eric (2002): Fast food: el lado oscuro de la comida rápida, Barcelona, Grijalbo. Algunos cambios organizativos han resultado fundamentales, como lo fue para la agricultura medieval el descubrimiento (o la invención) de la rotación trienal de los cultivos. El cultivo continuado de la tierra exige que el suelo recupere los nutrientes que las plantas han absorbido para crecer. A falta de modernos fertilizantes químicos, los agricultores (de secano, sobre todo) desde el Neolítico hasta casi nuestros días han abonado con estiércol para acelerar la recuperación, pero incluso así era necesario dejar descansar la tierra, el llamado periodo de barbecho (una de las palabras más importantes que debe aprenderse en historia económica, según Josep Fontana). En la agricultura primitiva o de rozas, el barbecho podía durar varios años, pero ya desde a Antigüedad el régimen habitual de los cultivos de cereal de secano era el llamado de “año y vez” o rotación bienal: un año de labor, y otro de descanso (barbecho). En algún momento de la Edad Media, en zonas más húmedas del norte de Europa se descubrió que podía organizarse el cultivo mediante la división en tres partes (hojas): una para cereal de ciclo largo, otra en barbecho y una tercera con otro tipo de cultivo (cereal de ciclo corto) que permitía a la vez obtener un rendimiento de ese tercio y la recuperación suficiente de la tierra para el cultivo básico del cereal. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 67 Figura 1.4. Rotación de cultivos: comparación de producción y renta Fuente: Feliu y Sudrià (2007:33) De este modo, sin cambios en las herramientas ni técnicas, se incrementaba la productividad de la tierra en un 30% al año (de aprovechar la mitad a aprovechar dos tercios). Un inventazo. La posibilidad de alimentar más bocas (y trabajo para esos brazos). Sin máquinas ni abonos químicos. Otro ejemplo de cambio organizativo es el de la división del trabajo en una fábrica de alfileres, descrito por Adam Smith en 1776 en La riqueza de las naciones. Según Smith, esta especialización era la fuente principal de crecimiento económico de su tiempo (se le pasó lo del carbón y el vapor), y de ahí que se denomine “smithiano” a este tipo de crecimiento. Muchas veces no es tan fácil distinguir las innovaciones organizativas de las técnicas, porque van muy asociadas: la creación de la primera gran cadena de montaje de automóviles de Ford en Highland Park en 1910 es un apasionante relato de la combinación de mejoras técnicas (incluidas grúas y ascensores) y otras puramente organizativas (incluida la prohibición a los trabajadores de sindicarse). Entendemos, por tanto, que el cambio técnico desempeña un papel fundamental en el cambio económico, pero a su vez ¿de dónde viene el cambio técnico? Esta es una de las preguntas del millón, porque es evidente que algunos cambios técnicos requieren conocimientos científicos que sólo se alcanzan en un momento histórico, es decir, que el cambio técnico es acumulativo y por tanto es fruto de la suma de innovaciones anteriores. Pero hay otras innovaciones (la rotación trienal, por ejemplo) que seguramente estuvieron al alcance de muchas sociedades durante cientos de años ¿por qué no se produjeron? Partimos del supuesto de que la capacidad inventiva está uniformemente distribuida entre las distintas poblaciones humanas, aunque también de que el cambio tecnológico es acumulativo, de modo que aquellas sociedades que tengan un historial y un stock de tecnología mayor tendrán más probabilidades de introducir innovaciones. O sea, tendrán ventaja. Pero la historia de la tecnología está llena de ejemplos de civilizaciones técnicamente avanzadas que se estancaron: los imperios hidráulicos de Oriente Próximo, la China de los J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 70 preguntas del millón: y como de costumbre, tampoco tenemos respuesta. Mejor dicho, tenemos varias respuestas, ninguna de las cuales es claramente superior a las demás. Toca exponerlas muy sintéticamente19. *Escuela clásica (y neoclásica): los cambios económicos se imponen como resultado de su mayor eficiencia y racionalidad (fruto de las elecciones de agentes económicos maximizadores en un contexto de opciones y recursos dados por el mercado), en la medida que permitan ahorrar costes y obtener beneficios. Esto exige un marco institucional que garantice la seguridad de los negocios, la propiedad privada (individual) de los factores productivos, incluidas las innovaciones tecnológicas (patentes), y la libertad de acción de los agentes económicos. En estas condiciones, los cambios tecnológicos y organizativos surgirán como respuesta “natural” a cambios en los costes relativos de los factores y por tanto en la estructura de los incentivos. *Escuela marxista: El nivel tecnológico de una economía está condicionado por las formas de organizar la producción y repartir el producto (modo de producción), y éstas a su vez dependen de qué clase social tiene el poder social y económico (relaciones sociales de producción). La clase dirigente (propietarios) explota el trabajo de la clase oprimida (trabajadores). El cambio se produce impulsado por los propietarios, por el agotamiento técnico o económico de un determinado sistema de explotación (esclavitud, servidumbre, trabajo asalariado) o bien por la acción de los trabajadores, que se rebelan contra el sistema de explotación y lo van modificando. Cuando se llega a un punto en que las transformaciones parciales hacen insostenible la viabilidad de un “modo de producción”, una revolución da paso a otro nuevo, que permite un desarrollo tecnológico superior. *Escuela institucionalista: Sostiene que las elecciones económicas no son meramente fruto de decisiones maximizadoras de agentes individuales, sino que tanto las limitaciones del juego económico como las decisiones de los agentes económicos dependen de marco institucional en que se insertan, que define las reglas del juego. Esto significa, entre otras cosas, que los agentes económicos no son meramente individuales (empresarios, trabajadores, consumidores) sino también colectivos (empresas, gobiernos, instituciones). En segundo lugar, estas organizaciones (instituciones) generan “unas reglas del juego y unas rutinas que orientan la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre, constriñendo el marco de posibilidades de elección pero reduciendo también el riesgo y el coste de obtener información, negociar contratos y asegurar su cumplimiento”, los llamados costes de transacción [Tello (2005: 109)]. En este sentido, hay que examinar las causas que determinan cambios en los marcos institucionales (juegos de reglas), causas que pueden ser de origen muy diverso: presiones 19 Hay que subrayarlo, porque si hasta aquí se ha hecho un esfuerzo de resumir grandes ideas, ahora se intentará retratar en un par de párrafos intentos de explicación complejos, bien argumentados y a los que cientos de pensadores han dedicado decenas de miles de páginas. No hay forma humana de hacerles justicia, así que, por favor, recuerden que es como si nos presentaran por teléfono a un extranjero cuyo idioma no hablamos: sabremos cómo se llama, pero a nadie en sus cabales se le ocurriría decir que lo conoce Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 71 sociales, cambios religiosos, innovaciones tecnológicas, transformaciones en los mercados, en el medio ambiente. Existe una tendencia (según Douglass North) hacia el desarrollo de marcos institucionales más eficientes, es decir, aquellos que generan un mayor crecimiento económico. Pero dentro de estas transformaciones, las instituciones tienen, por así decirlo, vida propia, y condicionan las posibilidades del cambio, ya que tienden a reproducirse o al menos a transformarse dentro de ciertos límites, lo que genera la dependencia de la trayectoria de la que ya hablamos. Las explicaciones que proponen estas escuelas —por supuesto en sus versiones más amplias y argumentadas—no son sin embargo del todo contradictorias (hay puntos en común) ni tampoco del todo convincentes. Buena parte de las que se desarrollen en estos apuntes oscilarán entre puntos de vista cercanos a las tres escuelas, pero intentaremos en lo posible introducir críticas o elementos de reflexión y referencias a puntos de vista alternativos. 1.5. Sociedades humanas y sistemas económicos El papel de las instituciones y su relación con la economía se entiende mejor si recurrimos al concepto de sistema económico: el conjunto de instituciones (relaciones y normas) que rigen la producción, distribución y consumo de los bienes y servicios de una economía. Tradicionalmente, los economistas clásicos (de Adam Smith a Karl Marx), después los miembros de la Escuela Histórica Alemana y posteriormente autores como W. W. Rostow o Colin Clark, trataron de explicar la evolución de la humanidad a través de la caracterización de distintas etapas o fases de la humanidad: fase cazadora, fase pastoril, fase agrícola, época comercial, época industrial. El concepto de sistema económico es heredero de esta tradición, y aunque ha caído en desuso entre la mayoría de los economistas e incluso muchos historiadores, tiene la utilidad de resumir bajo un solo término un conjunto de rasgos particulares que definen formas distintas de organizar la economía y la sociedad: actividad o sector económico predominante, nivel tecnológico y principales rasgos del marco institucional. Los sistemas económicos que presentaremos están basados en los de la escuela marxista (modos de producción), aunque la terminología es aceptada mucho más ampliamente. Los principales son:  Esclavismo: caracterizado por la esclavitud como forma dominante de trabajo (trabajo en masa), en sociedades agrarias atrasadas, aunque con cierto desarrollo tecnológico (agricultura de regadío) con poderes políticos centralizados y autoritarios (ciudades-estado o imperios), en manos de castas de sacerdotes y guerreros. Los recursos se apropian mediante requisa y se reparten de forma autoritaria. Es un sistema económico propio de la Antigüedad, pero probablemente el peor conocido y definido.  Feudalismo: propio de sociedades agrarias con escaso nivel tecnológico, autoridad política fragmentada (cada señor feudal es máxima autoridad en su territorio), mano de obra campesina libre o de siervos (no pueden abandonar las tierras sin permiso del señor feudal, ni ellos ni sus hijos), pero ligada a sus señores no por contratos sino por relaciones personales de dependencia. El régimen de propiedad (de la tierra, sobre todo) se J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 72 caracteriza por dominios compartidos: señores y campesinos tienen derechos sobre las mismas tierras, el rey y el señor feudal son de modos distintos dueños del mismo territorio, en el patrimonio de la iglesia los sacerdotes sólo son usufructuarios, no dueños. Los tipos de explotación (de la tierra) oscilan entre grandes fincas señoriales (dominios) y explotaciones campesinas familiares. Existe cierto desarrollo de los mercados y de las ciudades, pero el grueso de la población es rural y la producción se orienta al autoconsumo. La clase dominante es un estamento (hereditario) de guerreros y sacerdotes con privilegios legales diversos. Es la forma que dominó buena parte de la Edad Media y moderna en Europa, pero identificada también en Japón antes de la industrialización y en otras zonas y periodos.  Capitalismo: se caracteriza por el predominio del capital (frente a la tierra o el trabajo) en la producción. Por tanto, los dueños del capital (capitalistas o burgueses) son la clase dominante en la sociedad, que organizan la producción, retienen el grueso de los beneficios y detentan el poder. Frente a ellos, los obreros (la clase proletaria) sólo poseen su fuerza de trabajo, que contratan en el mercado a cambio de un salario. Ninguno de estos dos grupos tiene privilegios legales y no existen barreras de nacimiento para pasar de uno a otros; todos son libres para contratar en los mercados, pero la posición dominante de los patronos les permite explotar a los obreros, pagando por su trabajo menos de lo que produce (plusvalía). La propiedad privada de los medios de producción (tierra y capital: instalaciones, tierras, maquinaria), así como la existencia de mercados “libres” son requisitos necesarios, pero no exclusivos del capitalismo. Existe un Estado fuerte, aunque el régimen político puede ser muy distinto (de la dictadura a las democracias pasando por distintos sistemas representativos). Va asociado a un fuerte desarrollo tecnológico, en el que se incrementa la importancia de las inversiones del capital (máquinas, instalaciones e infraestructuras) y por tanto el poder de lo dueños del mismo. El capitalismo se ha ido imponiendo, desde su origen en las ciudades medievales, a su ascenso en Holanda o Inglaterra en los siglos XVI y XVII, en toda Europa tras la revolución francesa de 1789 y en el mundo como resultado de las colonizaciones europeas.  Socialismo o comunismo: es el sistema que Marx y otros pensadores revolucionarios concibieron como el estadio superior de la evolución. La propiedad privada sería abolida y sustituida por la colectiva . Mal definido por los teóricos, su versión histórica (llamado a menudo “socialismo real”) fue la organización económica de la URSS y el bloque soviético entre 1917 y 1989. Se caracteriza por la propiedad estatal de todos los bienes de capital, y el empleo de la planificación burocrática como sustituto del mercado en la asignación de factores y productos. La estructura social es igualitaria, aunque una casta de dirigentes políticos y militares (nomenklatura) gozan de claros privilegios. Las elevadas inversiones estatales permiten desarrollos acelerados de la industria pesada e incluso avances tecnológicos, pero la producción y distribución de bienes de consumo es muy ineficiente. Aunque conserva apariencias políticas democráticas —elecciones, sindicatos— en realidad funciona un sistema de partido único, fuertemente represivo y sin libertades públicas. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 75 6. Conceptos básicos Convertidores de energía Revolución Industrial Eficiencia energética Revolución Neolítica Crecimiento económico Tecnología Cambio económico Producción/Productividad Natalidad PIB per capita; IDH Fecundidad Cambio estructural Thomas Malthus Trampa maltusiana Innovación (tipos) Factores de producción Economía orgánica/inorgánica Marco institucional Rendimientos decrecientes 7. Referencias CAMERON, Rondo y Neal, Larry (2005): Historia Económica Mundial. Desde el paleolítico hasta el presente, Madrid, Alianza, 4ª ed. CIPOLLA, Carlo Maria (1978): Historia económica de la población mundial, Barcelona, Crítica. DIAMOND, Jared (1998): Armas, gérmenes y acero. Breve historia de la humanidad en los últimos 13.000 años, Barcelona, Random House- Mondadori. LIVI-BACCI, Massimo (1990): Historia mínima de la población mundial, Barcelona, Ariel. LOMBORG, Bjorn (2003): El ecologista escéptico, Madrid, Espasa-Calpe. MALANIMA, Paolo (1995): Economia preindustriale. Mille anni: dal IX al XVIII secolo, Milán, Bruno Mondadori MALTHUS, Robert Th. (1798): Ensayo sobre el principio de la población (trad. castellana: Primer ensayo sobre la población, Madrid, Alianza, 1966) MARKS, Robert B. (2007): Los origenes del mundo moderno. Una nueva visión, Barcelona, Crítica. MOKYR, Joel (1993): La palanca de la riqueza. Creatividad tecnológica y progreso económico, Madrid, Alianza, SMIL, Vaclav (2001): Energías. Una guía ilustrada de la biosfera y la civiliación, Barcelona, Crítica. TELLO, Enric (2005): La historia cuenta. Del crecimiento económico al desarrollo humano sostenible, Barcelona, El Viejo Topo. VILAR, Pierre (1980): Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Barcelona, Crítica. WRIGLEY, E.A. (1993): Cambio, continuidad y azar. El carácter de la Revolución Industrial inglesa, Barcelona, Crítica. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 76 8. Textos ¿Crecimiento o progreso? “Recientemente, un conocido y reputado economista escribió: no sabemos cuál es el propósito de la vida, pero si fuera la felicidad, entonces daría igual que la evolución se hubiese detenido hace mucho tiempo, ya que no hay ninguna razón para cree que los hombres sean más felices que los cerdos o los peces. Lo que distingue a los hombres de los cerdos es que aquellos gozan de un mayor control sobre el medio ambiente y no que sean más felices. Partiendo de esta base, el crecimiento económico es muy de desear (W.A. Lewis, The theory of economic growth, Londres,1955) La crítica fundamental que se hace en esta muestra de lógica la escribió Platón (Eutideos, siglo VI) hace siglos: “La riqueza no era una bendición por sí misma; si la guía la ignorancia, la riqueza es un mal peor que la pobreza, ya que tiene más fuerza para empujar las cosas hacia donde no deben ir. Si la dirigen la sabiduría y el conocimiento, la riqueza es una bendición”. El “control sobre el medio ambiente” puede ser utilizado como lo fue en Coventry e Hiroshima. Si este es el propósito de la vida humana, entonces yo, en lo que a mi respecta, preferiría ser cerdo. No sabemos en qué consiste la felicidad. Pero sí sabemos en qué no consiste. Sabemos que la felicidad humana no puede prosperar allí donde dominen la intolerancia y la brutalidad. Nada hay más peligroso que el conocimiento técnico cuando no va acompañado por el respeto a la vida y los valores humanos. La introducción de técnicas modernas en lugares que siguen dominados por la intolerancia y la agresividad constituye algo sumamente alarmante. Como escribí en otra parte: “adiestrar a un salvaje en las técnicas avanzadas no lo convierte en una persona civilizada. No hace más que transformarlo en un salvaje eficiente”. El progreso ético debe acompañar al desarrollo técnico y económico. Mientras enseñamos técnicas, debemos enseñar también el respeto a la dignidad, el valor y, de hecho, la santidad de la personalidad humana. Es necesario actuar con urgencia para que la última fase no resulte peor que la Primera” Carlo Maria Cipolla (1978:151-152) El comunismo o socialismo* según el Manifiesto Comunista (1848) Ya dejamos dicho que el primer paso de la revolución obrera será la exaltación del proletariado al Poder, la conquista de la democracia. El proletariado se valdrá del Poder para ir despojando paulatinamente a la burguesía de todo el capital, de todos los instrumentos de la producción, centralizándolos en manos del Estado, es decir, del proletariado organizado como clase gobernante, y procurando fomentar por todos los medios y con la mayor rapidez posible las energías productivas. Claro está que, al principio, esto sólo podrá llevarse a cabo mediante una acción despótica sobre la propiedad y el régimen burgués de producción, por medio de medidas que, aunque de momento parezcan económicamente insuficientes e insostenibles, en el Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 77 transcurso del movimiento serán un gran resorte propulsor y de las que no puede prescindiese como medio para transformar todo el régimen de producción vigente. Estas medidas no podrán ser las mismas, naturalmente, en todos los países. Para los más progresivos mencionaremos unas cuantas, susceptibles, sin duda, de ser aplicadas con carácter más o menos general, según los casos. 1.a Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos. 2.a Fuerte impuesto progresivo. 3.a Abolición del derecho de herencia. 4.a Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes. 5.a Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y régimen de monopolio. 6.a Nacionalización de los transportes. 7.a Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo. 8.a Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo. 9.a Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad. 10.a Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la educación con la producción material, etc. Tan pronto como, en el transcurso del tiempo, hayan desaparecido las diferencias de clase y toda la producción esté concentrada en manos de la sociedad, el Estado perderá todo carácter político. El Poder político no es, en rigor, más que el poder organizado de una clase para la opresión de la otra. El proletariado se ve forzado a organizarse como clase para luchar contra la burguesía; la revolución le lleva al Poder; mas tan pronto como desde él, como clase gobernante, derribe por la fuerza el régimen vigente de producción, con éste hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por tanto, su propia soberanía como tal clase. Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clase, sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos. Karl Marx y Friedrich Engels (1848): Manifiesto comunista *Nota: En el prólogo a la edición alemana de 1872, Marx y Engels señalan que “cuando este Manifiesto vio la luz, no pudimos bautizarlo de Manifiesto socialista”, de lo que se deduce que los dos términos les parecían equiparables. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 80 Preguntas tipo test 1 La noción de sistema económico abarca: A. Las reglas de juego institucionales de una economía. B. Formas y tipos de producción predominantes. C. Las formas de reparto de la renta y la riqueza. D. Todas las anteriores. 2 ¿Qué consecuencia tienen en común las dos revoluciones económicas de la humanidad? A. El paso de la esfera de la ecología al de la economía. B. El empleo de nuevas técnicas (agrarias o industriales). C. Un incremento extraordinario en el número de habitantes. D. Todas las anteriores. 3 La forma más adecuada para medir el crecimiento económico es: A. En unidades físicas de producto, pues permite la comparación entre periodos y espacios distintos. B. A escala mundial, pues las estadísticas nacionales son insuficientes. C. En términos de producto per cápita, pues sólo así se reflejan los aumentos de productividad. D. Todas las anteriores. 4 La noción de desarrollo económico incluye: A. Crecimiento económico y aumentos de productividad. B. Ausencia de innovaciones tecnológicas. C. Mejoras en el bienestar y las condiciones de vida de las personas. D. Crecimiento económico y cambio estructural. 5 Según la definición de Wrigley, las economías orgánicas se diferencian de las inorgánicas en: A. Las distintas formas de organizar la producción. B. Las fuentes de energía disponibles. C. El marco institucional. D. Una combinación de los anteriores. 6 Entre las instituciones sociales que contribuyen a explicar el desarrollo económico figuran: A. La estructura social. B. La naturaleza del Estado o del régimen político. C. La religión y las ideologías dominantes. D. Todas las anteriores. 7 ¿A qué se denomina capital humano? A. Al conjunto de capacidades que la educación o la pericia añaden a la fuerza de trabajo. B. A la estructura de las relaciones familiares. C. Al volumen de la mano de obra en una economía dada. D. A los esclavos en aquellas economías donde existían. 8 El crecimiento económico de tipo extensivo es el originado por: A. Mejoras de productividad como resultado de innovaciones tecnológicas. B. La extensión o difusión de tecnologías ya conocidas. C. Incrementos en el volumen de factores empleados en la producción (inputs). D. Una combinación de los anteriores. 9 ¿Por qué es importante matizar que el crecimiento económico es un incremento sostenido de la producción total?: A. Porque lo importante es la tendencia a largo plazo (años, décadas), aunque haya oscilaciones más cortas. B. Porque es necesario que esté sustentado por una adecuada política económica. C. Porque debe medirse en términos de incremento per cápita. D. Todas las anteriores. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 81 10 La transición demográfica: A. Es un proceso que se prolonga durante décadas, aunque su duración varía de unos países a otras. B. Comienza por una caída general de la natalidad y sigue con descensos de mortalidad. C. Resultó fundamental para escapar a la trampa maltusiana . D. Todas las anteriores. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 82 Tema 2. La invención de la agricultura y las sociedades de la Antigüedad (c.10 000 adE- c.450 dE) 1. Resultados de aprendizaje Tras el estudio del tema, aspiramos a que sea capaz de: 1. Explicar por qué la mayor parte de la historia de la humanidad, hasta el Neolítico, es una etapa pre-económica. 2. Definir y situar cronológica y espacialmente la revolución Neolítica en sus focos principales, ligados a distintos tipos de cultivos y ganados. 3. Argumentar la causalidad en la revolución Neolítica: ¿de la población a la agricultura o de la agricultura a la población? 4. Caracterizar las principales consecuencias de la revolución Neolítica: sedentarización, inicio división social del trabajo. 5. Esquematizar las grandes etapas de la evolución socio-política de la antigüedad: *ciudades-estado; *imperios hidráulicos * ligas de ciudades; *imperio romano. 6. Situar cronológicamente las innovaciones de las economías antiguas: escritura, moneda, minería y metalurgia, comercio terrestre y marino, manufactura. 7. IDiscutir el papel de la esclavitud en las economías de la antigüedad, y las limitaciones que impone al crecimiento económico 8. Distinguir los tres principales modelos agrarios en este período: agricultura de secano con trigo en el Mediterráneo (intensiva en tierra/ganado); agricultura húmeda del mijo/trigo y luego arroz en China (intensiva en trabajo); cultivo del maíz/patata en América (sin fuerza animal). 9. Caracterizar la evolución del Imperio Romano como fase de auge de la economía esclavista en Europa, en comparación con el Imperio Han en China. 2. Índice 2.1. Antes de la agricultura 2.2. La domesticación de plantas y animales ¿cómo, cuándo, dónde y por qué? 2.3. El desarrollo de civilizaciones hidráulicas y las sociedades complejas 2.4. Tres modelos de desarrollo de la economía en la Antigüedad: civilizaciones comerciales, pueblos nómadas e imperios territoriales en el primer milenio adE 2.4.1 Roma 2.4.2 Imperio Han en China. 2.5. Civilización y barbarie en el mundo antiguo Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 85 antes de que adquiriera la capacidad de encenderlo, fue recogido del producido por rayos u otros fenómenos de combustión natural, y simplemente conservado). Tal dependencia de la naturaleza limitaba, como en cualquier otra especie animal:  sus posibilidades de supervivencia (esperanza de vida);  su número (que dependía del suministro natural, la biomasa);  su modo de vida (nómada, pues moviéndose continuamente a lo largo de territorios amplios disponía de más alimentos; un nomadismo que además limitaba el número de habitantes, pues dificultaba la crianza de los hijos, y el traslado de los ancianos o individuos más débiles);  su difusión geográfica, pues sólo podía instalarse en zonas (nichos ecológicos) donde las condiciones del suelo/clima/biomasa lo permitieran (aunque algunos inventos/descubrimientos previos al de la domesticación, como el fuego, le permitieron ampliar notablemente su difusión). Aunque puedan parecer insignificantes, en los primeros milenios de vida de homo sapiens (desde el 500 000 hasta el 10 000 adE, aproximadamente, dentro de la etapa que conocemos como Paleolítico), se produjeron ya importantes avances en materia de manejo de herramientas, conocimiento del medio ambiente y organización social que permitieron a la especie colonizar áreas cada vez más alejadas, mejorar su aprovechamiento del entorno (almacenando comida, por ejemplo o instalándose provisionalmente en alguna zona particularmente rica en recursos) y por tanto crecer en número. Desde África, donde tuvo su origen, homo sapiens se expandió hacia otros continentes, aprovechando en ocasiones los periodos glaciares que permitían recorrer y trasladarse por pasos ahora cerrados por los océanos, como ocurrió con el estrecho de Bering entre Siberia y Alaska, por donde llegaron a América en torno al 13 000 adE o la llegada a Australia mediante el uso de embarcaciones, en torno al 40 000 adE (ver mapa 2.1). La tecnología ligada a las actividades de caza, pesca y recolección de productos, a la vez que el uso de materiales como la piedra, huesos, pieles o el fuego, para evitar las inclemencias y rigores del clima, hicieron posible esta expansión. El modo de vida nómada incrementaba las posibilidades de crecimiento de la población en los pequeños grupos humanos que aprovechaban amplias extensiones de terreno, pero a la vez los traslados casi continuos las reducían al hacer más difícil y arriesgada la supervivencia de los individuos menos fuertes, como niños y ancianos. Este comportamiento, en las sociedades preneolíticas, supuso una especialización que se limitaba a las condiciones del hábitat de cada entorno, y estas condiciones forzosamente cambiaban con la oferta de productos (animales y vegetales) disponibles. En unas ocasiones fueron los propios seres humanos quienes pudieron contribuir a la extinción de determinados animales, como parece que resultó de los casos en Australia o América, y en otras pudo ser el efecto del cambio climático lo que obligó a ajustarse a nuevas pautas que regulaban la subsistencia. En definitiva, la vida de estas poblaciones escasas en número se ajustó a patrones de mera supervivencia. Pero en conjunto, comparada con otras especies animales, a homo sapiens no le fue tan mal en el Paleolítico. Se calcula que al final del periodo entre 6 y 10 millones de seres humanos habitaban el planeta. La historia de homo sapiens en el Paleolítico, sin embargo, pertenece al ámbito de la ecología: la explicación de los modos de vida, de la difusión y del J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 86 crecimiento del número de hombres se rige por las mismas normas que para otras especies animales estudian la relación entre cada especie y el conjunto del medio natural. Dependía por tanto del suministro de energía que le ofrecía el medio ambiente, y carecía de otros convertidores que los que le brindaba la naturaleza. Por excepcional que resultara, homo sapiens (y hay que reconocer que apuntaba maneras) seguía siendo un animal más. Mapa 2.1 Expansión de homo sapiens por el mundo Fuente: Fontana (1997:46) 2.2. La domesticación de plantas y animales ¿Cómo, cuándo, dónde y por qué? La “invención” de la agricultura marca la entrada de homo sapiens en la esfera de la economía: el nacimiento de homo oeconomicus (es una metáfora, no una especie real). Arranca de ahí un largo camino en el que los esfuerzos humanos se centran en la producción y la distribución de bienes y servicios: a ello se aplican conocimientos, se emplean herramientas y esfuerzos continuados, hasta acabar por organizar la vida humana en torno a la actividad económica. Habrá que preguntarse –como reza la máxima de los periodistas-- cómo, cuándo, dónde y por qué. Invención y descubrimiento Ya hemos examinado antes los procesos del progreso técnico, pero conviene detenerse en la diferencia entre inventos y descubrimientos. Suponemos que se ha fijado ya en que nos referimos a la aparición de la agricultura como una “invención”, pero entrecomillamos la palabra ¿por qué? En principio un descubrimiento significa que un hombre (o una mujer) percibe o capta por vez primera un fenómeno, un objeto o incluso una explicación de algo que ya existe en la naturaleza. Así, se descubre un yacimiento de plata, un continente como América (aunque sus pobladores Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 87 primitivos ya lo habían “descubierto” hacía mucho), la ley de la gravedad o el movimiento de traslación de la tierra alrededor del sol. Un invento, en cambio, implica el desarrollo de una técnica, un producto o una herramienta que no existía antes. Como los descubrimientos, pueden producirse en un momento concreto de la historia y deberse a una única persona (América por Colón y sus hombres o la bombilla incandescente de Thomas A. Edison), pero en muchos casos ambos son fruto de un proceso largo de acumulación de conocimientos o de perfeccionamiento de técnicas necesarias. Un descubrimiento puede requerir de uno o más inventos (como el telescopio o la geometría para el descubrimiento de la traslación de la Tierra), y a menudo las fronteras entre ambos son difusas. La agricultura y la domesticación de animales han sido descritos a menudo como un descubrimiento: al fin y al cabo, plantas y animales estaban en la naturaleza y los hombres se limitaron a “descubrir” que podían ser más productivas si se seleccionaban las semillas, se les proporcionaba agua y abono en determinadas épocas del año o se mantenía a algunos animales encerrados y se les daba de comer. Sin embargo, lo cierto es que, como resultado de procesos que llevaron cientos o miles de años, las especies cultivadas o domesticadas acabaron siendo tan distintas de las que la naturaleza producía como una vara de roble lo es de un taco de billar. El tipo de labores y cuidados que requerían las nuevas especies domesticadas resultaban también muy distintos a los que se daban en la naturaleza (aunque en cierto modo los imitaban para mejorarlos: el riego imita a la lluvia, la selección de los especímenes más grandes, o más mansos, o más productivos imita los procesos de selección natural, etc.). Así pues, preferimos considerar la agricultura y domesticación de animales como “invenciones”, en vez de cómo meros descubrimientos. Claro que podríamos equivocarnos ¿Usted qué opina? Empecemos por cómo se “inventó” la agricultura (y la ganadería). Aunque hemos descrito a las sociedades cazadoras-recolectoras como una mera variante de las sociedades animales, regidas por normas similares de adaptación a las condiciones del entorno, lo cierto es que ya desde el Paleolítico homo sapiens introdujo cambios que modificaron sus relaciones con la naturaleza. La posibilidad de hacer fuego no sólo significó que podían calentarse artificialmente en regiones más frías, sino también la de aprovechar alimentos —cociéndolos o asándolos— que resultaban indigeribles en estado natural. Probablemente el fuego ayudó también a la invención de la agricultura, al descubrirse que entre las cenizas de un terreno quemado brotaban con más facilidad o abundancia plantas de las que venían alimentándose los hombres (o mejor dicho, las mujeres, pues parece que era la mitad más sedentaria de las sociedades cazadoras la que estaba en mejores condiciones para observar los fenómenos del entorno cercano). Del mismo modo, pudo observarse que en las zonas cubiertas de limo, por las crecidas de los ríos, o de excrementos animales las plantas parecían medrar con más facilidad. Tal vez alguno de aquellos grupos de recolectores descubrió que de los frutos o semillas, que olvidaron en uno de sus asentamientos temporales un año atrás, brotaban nuevas plantas. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 90 Mapa 2.2. Focos de origen de la agricultura en el mundo. Fuente: (2009) Ciencias Sociales. 1º E.S.O, Edebé, 156  Creciente fértil: una amplia zona en forma de media luna (de ahí su nombre) en el Mediterráneo oriental, la península de Anatolia y las regiones situadas entre el sur del mar Caspio y el golfo Pérsico. Se trata de zonas de relativa aridez que favorecían el crecimiento de cereales silvestres como el trigo y la cebada, que fueron los primeros seleccionados. Junto a estos cereales, había leguminosas (guisantes, lentejas) y una fauna de cabras, ovejas, vacas y cerdos que fueron progresivamente domesticados. Los restos arqueológicos sitúan las primeras prácticas agrarias y ganaderas en torno al 10 000 adE, en aldeas de la zona, prácticas que hacia el 7 000 adE se habían difundido en dirección Este-Oeste hasta Grecia, y avanzaron al noreste y el interior de Asia por el Kurdistán. La difusión de la agricultura desde el foco original fue progresiva y permitió adaptarla a cada entorno. La llegada a Europa occidental y hacia el norte estuvo condicionada por un clima más húmedo y frío, lo que llevó al predominio de la cebada y la domesticación del ganado vacuno y el cerdo, en tanto que hacia el sur, en toda la cuenca del Mediterráneo, predominó el trigo y la crianza de ovejas y cabras. A estos productos se añadirán también el olivo y la vid, constituyendo entre todo el sistema alimentario de la cuenca mediterránea y el Próximo Oriente. En ocasiones serán los pueblos autóctonos los que adopten las especies y prácticas de cultivo o domesticación, como en Egipto, mientras que en otras, la difusión avanzó como resultado de invasiones y colonización de pueblos extranjeros. Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 91 Mapa 2.3. Expansión de los cultivos del creciente fértil por Eurasia occidental Nota: Los símbolos muestran los primeros lugares fechados por radiocarbono donde se han encontrado restos de cultivos del Creciente Fértil (fechas calibradas). Fuente: Diamond (1998: 211)  China: en las llanuras de loess (un tipo de suelo sedimentario muy fértil) del norte de China se desarrolló con la misma cronología (10 000-8 000 adE) una agricultura basada en variedades de mijo (otro cereal), inicialmente basado en sistemas de agricultura itinerante, que se difundió lentamente. Sólo mucho más tarde, en las llanuras aluviales del Huang-ho (río Amarillo), se implantaron cultivos permanentes. Las comunidades neolíticas en estas zonas también domesticaron el perro y el cerdo, y a partir del 3000 adE ya eran importantes la oveja y la vaca.  Mesoamérica: hacia el 3 500 adE surge un foco basado en el maíz, los frijoles y las calabazas (y prácticamente sin animales domesticados, a excepción del pavo)  Andes y Amazonia: hacia 3 500 adE, basado en la patata y la llama como animal doméstico (Mesoamérica), y en la mandioca (otro tubérculo) y los cobayas en la Amazonia.  Este de Estados Unidos: el más tardío de los focos (hacia el 2 500 adE), muy pobre en las especies agrarias y carente de animales domesticados. Por último, se habla de otros posibles focos independientes (ver tabla 2.1) en el valle del Indo (Megarth), varias zonas de África o en Nueva Guinea, con cronologías diversas, aunque sin suficientes pruebas que las confirmen. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 92 Tabla 2.1. Ejemplos de especies domesticadas en cada zona Domesticados Fecha comprobada de domesticación Zona Plantas Animales Origen independiente de la domesticación 1. Creciente fértil Trigo, guisante, aceituna Oveja, cabra 8 500 adE 2. China Mijo, arroz, Cerdo, gusano de seda antes de 7 500 adE 3. Mesoamérica Maíz, frijoles, calabazas Pavo Antes de 3 500 adE 4. Andes y Amazonia Patata, mandioca Llama, cobaya Antes de 3 500 adE 5. Este de EE.UU. Girasol, chenopodium ninguno Antes de 2 500 adE ? Sahel Sorgo, arroz africano Gallina de Guinea Antes de 5 000 adE ? África occidental tropical Ñames, planta de aceite ninguno Antes de 3 000 adE ? Etiopía Café, teff ? ? Nueva Guinea Caña de azúcar, banana ? 7 500 adE Domesticación local tras la llegada de cultivos fundadores desde otros lugares 10. Europa occidental Amapola, avena Ninguno 6 000- 3 500 adE 11. Valle del Indo Sésamo, berenjena Ganado con joroba 7 000 adE 12. Egipto Sicomoro, chufa Asno, gato 6 000 adE Fuente: Diamond (1998:115) Todos estos focos presentan grandes diferencias (en la cronología, las especies domesticadas, los sistemas de cultivo) lo que refuerza la idea de que la “invención” de la agricultura y la ganadería se produjo de forma independiente, pero con algunos rasgos comunes. En primer lugar, son áreas en las que las condiciones climáticas permiten el cultivo (lo que excluye regiones extremadamente frías o áridas). En segundo lugar, en todas ellas existían en estado natural, aunque en diverso número, especies naturales (silvestres) susceptibles de domesticación o cultivo: básicamente cereales de distintos tipos o tubérculos (ñame, patata, mandioca), leguminosas o equivalentes y alguna especie animal. Es importante resaltar esta variedad, porque sólo la combinación de distintos cultivos y ganados podía garantizar el aporte de hidratos de carbono pero también los minerales y proteínas necesarios. Sólo cuando se daban todos los elementos, podían las sociedades dedicarse exclusivamente a la agricultura: de lo contrario, se verían forzadas a complementarlas con la recolección o la caza como modo de garantizar los nutrientes imprescindibles. De hecho, las combinaciones y abundancia de las especies silvestres existentes en cada región explican las ventajas de unas sobre otras y la rapidez con las que se completó el tránsito a las sociedades agroganaderas. En este sentido, Eurasia (y en concreto el Creciente Fértil) contaba con una notable ventaja con respecto a otras zonas. Hay que aclarar, en primer lugar, que el número de especies aptas para la domesticación es mucho menor de lo que pueda parecer a primera vista: en el caso de los animales, deben ser herbívoros u omnívoros (los carnívoros son demasiado caros de mantener por su lugar en la cadena trófica), de buen tamaño (preferentemente más de 45 Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 95 La respuesta radica, como suele en historia económica, en los grandes números: no en las ventajas para los individuos (que en realidad salieron perdiendo en su mayor parte) sino para el grupo. Las sociedades que adoptaron o inventaron la agricultura y la ganadería, al principio a tiempo parcial y cada vez más como actividad prioritaria, tenían mayor potencial de crecimiento demográfico: disponían de más alimentos por hectárea, con convertidores energéticos más eficientes, pero también debían trabajar más horas para producirlos, lo que suponía un incentivo para tener más hijos. La El excedente, una noción clave Llamamos excedente a la parte del producto que queda una vez cubiertas las necesidades de reproducir el propio proceso de producción. En agricultura, eso significa la parte reservada para la semilla (aproximadamente un 20% de la cosecha), más la necesaria para la subsistencia y reproducción de la fuerza de trabajo (hombres, sobre todo, y ganado). Esta porción varía mucho, según los rendimientos de las cosechas, lo intensivas que sean en trabajo o los rigores del clima (en climas más fríos, los trabajadores necesitan más calorías), oscilando entre un 20 y un 60% de la cosecha. Pero dado que las cosechas varían mucho de un año a otro, casi todas las sociedades agrarias han desarrollado sistemas de almacenamiento de alimentos que permitan, como mínimo, mitigar las consecuencias de un mal año: esas reservas pueden cifrarse entre un 10-20%. El excedente agrario, por tanto, oscila entre un 50% y un 10% de la cosecha, y más frecuentemente entre el 10-20%, lo cual nos señala un primer límite a la especialización productiva en las sociedades agrarias, puesto que sólo podrá alimentarse a una parte de la población que no se dedique directamente a la producción de alimentos equivalente a la proporción del excedente sobre la producción agraria. Entre el 10 y el 20% son las cifras habituales a lo largo de la historia, obviamente mayores en sociedades con agriculturas más productivas (regadío, mejores rendimientos), y más bajas en las agriculturas de secano con menores rendimientos. Por otro lado, dado que habitualmente una parte de la población no agraria estaba constituida por grupos sociales “superiores” (guerreros y sacerdotes, sobre todo), que se creían con derecho a una dieta y a unos niveles de consumo mejores que los del resto, los porcentajes de población no agraria (incluso directamente improductiva) se hallan bastante por debajo del límite teórico del excedente. ¿Cuál era el destino de ese excedente? En primer lugar alimentar a las clases dirigentes (mediante tributos, diezmos o fórmulas parecidas), pero también a aquellos otros que no se dedicaban a la agricultura (artesanos sobre todo). A través del comercio o el trueque, los artesanos obtenían alimentos a cambio de herramientas, tejidos u otros productos. También era necesario alimentar a quienes se dedicaban a hacer obras colectivas: diques o canales, templos, murallas, etc. En todo caso, el volumen del excedente agrario, que dependía de la productividad agraria, marcaba y marca el límite a la división del trabajo. J.U. Bernardos, M. Hernández, M.Santamaría UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 96 adopción de un modo de vida sedentario reducía los riesgos para las crías, y hacía posible sistemas colectivos de crianza. Así pues, su población tendió a crecer más que la de sus vecinos cazadores-recolectores. Su tamaño las hacía más frágiles, pero también más poderosas frente a otros vecinos y competidores agrupados en núcleos o tribus más pequeñas. Por un lado, la producción de excedentes permitía que una parte de la población pudiera abandonar las tareas de búsqueda o producción de alimentos, y especializarse en la guerra o la organización de las actividades colectivas. No es casual que fueran soldados y sacerdotes los primeros sectores especializados en las sociedades agrarias primitivas. Pero la especialización alcanzó también a los artesanos, fabricantes de herramientas, armas o sistemas de almacenaje (la cerámica es una dedicación que ha dejado numerosos restos, y su uso inicial fue la protección de las semillas o alimentos). En la medida en que eran más numerosos, más especializados en la guerra, mejor organizados y armados, los pueblos agricultores-ganaderos fueron imponiéndose a los ganaderos puros, a los agricultores itinerantes y a los cazadores-recolectores, expulsando a estos de las tierras mejores para el cultivo. No obstante, el proceso duró miles de años y en realidad nunca se completó del todo: hasta la actualidad subsisten pueblos cazadores- recolectores, aunque en zonas muy marginales (como los Pila Nguru en el desierto Victoria de Australia), actividad que a veces combinan con la agricultura de rozas (como los pigmeos), y también pueblos ganaderos nómadas en regiones alejadas (como los masai) o no aptas para el cultivo (como los tuareg). De hecho, hasta al menos el siglo XVII ciertas tribus de pastores nómadas –como los mongoles, los tártaros o los cosacos— hicieron valer su habilidad en el combate a caballo para atacar civilizaciones agrarias mucho más avanzadas, a veces conquistándolas y sometiéndolas de modo permanente. En todo caso, estas ventajas a posteriori no estaban nada claras en los primeros pasos de la transición hacia las economías agrarias. Los costes, en cambio, debieron aflorar muy pronto. ¿Por qué se produjo entonces ese cambio? Tradicionalmente, se pensaba que la causa radicaba en cambios en las condiciones medioambientales. Territorios que en determinadas condiciones de temperatura o precipitaciones podían sustentar un determinado número de pobladores, habrían visto reducida su capacidad de carga por procesos de enfriamiento (glaciaciones), pérdida de humedad (por deforestación) o reducción de las poblaciones animales (caza excesiva). En esas condiciones, los grupos de cazadores-recolectores se habrían visto empujados a aprovechar mejor las posibilidades de cultivo que de modo primitivo ya venían practicando. Así, fueron los cambios medioambientales –las dificultades—las que empujaron a la “invención” de la agricultura. Ester Boserup, sin embargo, propuso en 1965 la explicación contraria, no aceptada por todos pero muy sugerente: que fue por el contrario el éxito de determinados grupos humanos, quizá en las regiones más fértiles, o como resultado de una primera sedentarización, lo que generó un crecimiento demográfico que generó los incentivos necesarios para la “invención” de la agricultura. Algunas evidencias arqueológicas, como los indicios de que algunos grupos más densos eran menos selectivos con los alimentos consumidos, pasaron de comer grandes mamíferos a pequeños mamíferos, o de alimentos que no Historia económica UNED UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA 97 necesitan preparación a otros que sí la necesitan, parecen avalar la tesis de Boserup. Las consecuencias sociales de la revolución Neolítica La difusión de los “inventos” del Neolítico –agricultura y ganadería—tuvo multitud de consecuencias en la forma de organizarse las “sociedades” humanas. De hecho, quizá sólo a partir de este momento tiene sentido hablar de sociedad como tal, pues las anteriores agrupaciones nómadas de cazadores-recolectores eran modalidades de “hordas” o “clanes” muy semejantes a las manadas animales. El paso a organizaciones más complejas, como tribus, jefaturas y finalmente estados, implicó cambios sustanciales, como: a) la sedentarización: al establecerse de forma estable sobre un territorio, los hombres del neolítico entraban en una relación de dependencia más estrecha entre sí y con un entorno más limitado. b) el aumento de población: las nuevas sociedades estaban integradas por más individuos, y la posibilidades de producción de alimentos les permitían tener más hijos; a menudo abarcaban territorios más extensos y más densamente poblados. c) nuevos lazos sociales: A los lazos familiares de los clanes se sumaban lazos “políticos”, como compartir un mismo jefe, una religión o una lengua. d) aparición de formas de propiedad privada y de herencia (de tierras y ganados, sobre todo) que no tenían sentido entre nómadas cazadores. e) la mayor división del trabajo, posibilitada por los excendentes: surgen individuos o grupos dedicados a funciones específicas: la guerra, la artesanía, la religión, el liderazgo político. f) desigualdades sociales entre individuos y clanes familiares. Existen funciones consideradas superiores e inferiores. g) esclavitud –inicialmente de prisioneros de guerra– de individuos que ejercen las funciones “inferiores”. h) desarrollo de formas reguladas de resolución de conflictos (leyes). i) monopolio de la violencia y la información por parte de los jefes o grupos dirigentes. j) mecanismos de apropiación del excedente a través de requisas o tributos, que se redistribuyen luego en parte en forma de servicios para la sociedad (defensa, obras públicas, construcción de templos, etc.). Obviamente, estos desarrollos no aparecieron todos de golpe, ni se dieron siempre o por el mismo orden en todas las sociedades. No obstante, delinean un mapa de cambios sociales de enorme importancia. Basado en Diamond (1998), cap. 14
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