Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Dsv Cognitiu + Piaget, Apuntes de Psicología Educacional

Asignatura: Psicologia de l'educació 1, Profesor: Cesc Bosch, Carrera: Magisteri, Universidad: UIC

Tipo: Apuntes

Antes del 2010

Subido el 09/04/2008

mek-156
mek-156 🇪🇸

4.8

(6)

15 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Dsv Cognitiu + Piaget y más Apuntes en PDF de Psicología Educacional solo en Docsity! TEMA 3 El desarrollo cognitivo Josep A. Pérez Castelló Psicología del desarrollo (1191) MÓDULO 2: Cambios y organización psicológica en la infancia Tema 3: El desarrollo cognitivo Objetivos Los objetivos de este módulo son: Conocer el desarrollo de los procesos cognitivos desde el nacimiento hasta los doce años.. Saber a través de qué procesos cognitivos (inteligencia) el niño explora y ordena el medio Conocer cuáles son los mecanismos a través de los cuales los niños son capaces de crearse representaciones mentales ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 3 Tema 3: El desarrollo cognitivo Contenidos 1. El desarrollo de los procesos cognoscitivos básicos desde la perspectiva del procesamiento de la información El primer punto que se explica trata sobre el desarrollo de los procesos cognoscitivos básicos, los cuales han sido investigados con mucho detalle por los autores cognoscitivos defensores del modelo del procesamiento de la información. 1.1 El desarrollo de la cognición los dos primeros años 1.1.1.Sensación y percepción Es importante iniciar este punto explicando la manera como el bebé entiende el mundo en el que acaba de nacer. Para poder procesar la información sobre éste medio, y así empezar a conocerlo, el niño necesita recibir información. Lo hace a través de la sensación y la percepción. Existe una diferencia importante entre sensación y percepción. Según Stassen y Thompson, la sensación se produce cuando un órgano sensorial (sentido) detecta un estímulo concreto. Mientras que la percepción tiene lugar cuando el cerebro intenta integrar éstos estímulo, de tal forma que el individuo sea consciente de los mismos La sensación se daría gracias al procesamiento de la información que llega de los estímulos y de la cual se encargan los sentidos, pero la percepción sería, en parte, la encargada de que estos estímulos se procesen para llegar a formar parte de nuestro conocimiento. Por lo tanto la percepción y la cognición están íntimamente ligados. No es posible entender el funcionamiento cognitivo del niño sin entender cómo es su percepción. Después del nacimiento existe de forma evidente la sensación y la percepción. Los niños pueden ver, oír, oler, gustar, pueden sentir el dolor, diferencias de temperatura, y también tienen sensaciones táctiles, etc. Sin embargo, la mayoría de estas sensaciones y percepciones del niño aún son inmaduras y limitadas. Lentamente irán mejorando a medida que el niño se haga mayor, de forma que, tal como afirma Palacios (1991), hacia los seis meses el mundo perceptivo del niño ya es bastante similar al de un adulto. Este mismo autor destaca la gran velocidad del desarrollo de estas habilidades perceptivas. Él cree que la percepción sirve como una plataforma de lanzamiento de otras habilidades cognoscitivas. El mismo autor añade que, aunque la percepción y la sensación ya estén presentes desde tan pronto, no tenemos que pensar que el niño ya tiene el mismo funcionamiento que el de un adulto. Aún tendrá que pasar un tiempo hasta que la percepción del niño sea tan buena como la de un adulto. 1.1.2. Los sentidos a través de los que percibimos. a. La visión La visión es el sentido menos desarrollado que tiene el bebé. A pesar de ello, el niño ve bastante mejor de lo que se pensaba hasta hace pocos años. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 4 Tema 3: El desarrollo cognitivo Los bebés tienen la capacidad de enfocar a una distancia aproximada entre los 20 y los 70 cm. Su visión de objetos distantes es muy mala y ven desenfocado. Se puede decir que los bebés están programados para ver a la distancia en la cual se dan los intercambios madre - hijo. Esta visión defectuosa va mejorando muy pronto, de tal forma que al final del primer año ya puede enfocar a la misma distancia que lo hace un adulto, y a los seis meses aproximadamente a la mitad. Esta mejora es debida a dos causas: la mejora de las estructuras del ojo que permiten enfocar correctamente (el cristalino y los cuerpos ciliares), y la maduración de las estructuras cerebrales encargadas de la visión. Otro problema de los bebés durante los primeros meses es que no tienen sensación de profundidad, ya que hasta el tercer mes no empieza a evolucionar la visión binocular. Esta habilidad será casi totalmente madura cuando el niño empiece a gatear. Los bebés, debidos a estas causas que hemos comentado, también tienen problemas para seguir con la mirada objetos que están en movimiento. Esta mejora se produce poco en poco desde los primeros meses y se acaba a los siete meses, cuando ya la realizan sin dificultad. La visión del color está presente desde el momento mismo del nacimiento, aunque no es perfecta, pero con el paso de los meses se va afinado y volviendo de más calidad. Hacia los cuatro o cinco meses ya pueden distinguir la mayoría de los colores más habituales. Los bebés prefieren mirar estímulos que tengan contraste antes que aquéllos que son más planos, prefieren mirar objetos que brillan, objetos que se mueven, objetos que además producen sonido. Es importante destacar que el niño además de buscar la complejidad, también le gusta observar todas aquellas cosas que lo puedan estimular de forma diferente y discrepante a lo habitual. Es importante añadir que también prefieres mirar cosas nuevas. Todas estas preferencias de los niños, aunque mejoran con la experiencia, tienen mucho de innato. Se puede decir, en palabras de Palacios, que los niños vienen presintonizados para prestar más atención a unas cosas que a otras. Hay una cosa por la que los bebés tienen una predilección absoluta, se trata del rostro humano. Los niños pueden pasar muchos minutos observando la cara de su madre mientras está jugando con ella. Hoy sabemos que esta estimulación continua que el niño recibe del ambiente, es la que permite la estimulación de las áreas cerebrales encargadas de la visión, en particular el córtex visual. De esta forma, los propios niños son los causantes de la maduración de estas partes del cerebro. b. La audición La calidad de la audición es mejor que la visión. Se puede decir que los bebés tienen una audición similar al adulto, aunque esta mejora cuando van haciéndose mayores. Ya desde muy pequeños (incluso dentro de la barriga de la madre) oyen, y tienen un gran interés por todo lo que hace ruido. Intentan localizar un sonido que les guste, y por eso giran a la cabeza hacia la fuente del bullicio. |Tienen un especial interés por la voz humana. Desde las primeras semanas son capaces de reconocer la voz de las personas de su familia, diferenciándolas de ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 5 Tema 3: El desarrollo cognitivo 1.1.3. Cognición y memoria. 1. Las crecientes capacidades perceptivas y sensoriales permiten, en el niño más pequeño de dos años, procesar información ordenadamente, y eso posibilita la aparición de las primeras representaciones mentales sencillas en forma de conceptos, categorías, números, etc., que forman los primeros esquemas. Estos hitos posibilitan la aparición de un pensamiento simple, en este sentido podemos empezar a hablar de cognición. A causa de estas mejoras en estos dos primeros años también se empieza a desarrollar la memoria. a. Las categorías A través de estudios que utilizan técnicas de habituación se ha podido averiguar que los niños de pocos meses tienen la posibilidad de crear categorías muy simples. Parece que los niños pequeños pueden realizar estas categorizaciones basándose en las relaciones visuales que existen entre los objetos. Los niños pueden diferenciar entre diversas figuras que son visualmente diferentes. A partir de los seis meses incluso pueden diferenciar diversos tipos de caras, animales, etc. También pueden diferenciar entre diversos tipos de sonidos.Evidentemente estas categorías se fundamentan solamente en características visuales o auditivas y no se parecen en nada a las categorizaciones verbales (semánticas) que utilizan los niños más mayores. Sin embargo, se puede decir que las segundas sólo son posibles cuando previamente el niño ha alcanzado las primeras. b. Los números También con técnicas de habituación se ha podido comprobar que los niños son capaces de diferenciar entre diversas cantidades cuando éstas son pequeñas. Eso no significa que los niños sepan contar, sólo quiere decir que pueden ver los cambios cuando se cambian la cantidad de objetos que hay delante suyo,por ejemplo, si hay tres coches y se introduce alguno más él lo nota. Esta habilidad primitiva se necesaria para que más tarde aparezca el concepto de numero. c. La memoria En general se puede afirmar que la memoria del bebé es de baja calidad, especialmente la memoria a largo plazo. En general los niños de pocos meses, e incluso los niños más pequeños de dos años, tienen dificultades para recordar episodios y cosas que les ha sucedido. Los investigadores de la memoria opinan que hasta que el niño no tiene lenguaje es difícil recordar cosas. Éste sería el motivo por el cual no tenemos prácticamente recuerdos de la infancia. Que la memoria no sea muy buena no quiere decir que no tengan de ningún tipo. Cuando se dan una serie de condiciones si que hay una cierta memoria. Cuando el niño está fuertemente motivado es capaz de recordar con más facilidad, así como cuando el niño está fuertemente familiarizado con el material que tiene que memorizar y la situación es adecuada a sus capacidades. El niño recuerda más cosas cuando él ha participado directamente en la acción, y cuando alguien lo vuelve a situar en una situación parecida, o en la misma si es posible, a la que tiene que recordar. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 8 Tema 3: El desarrollo cognitivo A medida que van creciendo los niños estas habilidades va mejorando. 1.2. El desarrollo de los procesos cognoscitivos básicos desde los dos hasta los seis años El niño de esta edad ya es un niño que ha ido recopilando mucha información con respecto al mundo, de hecho ya hace dos años que lo explora gracias a las capacidades perceptivas y sensoriales que se han explicado. A partir de este momento es necesario hablar de la forma en la cual el niño organiza y das sentido a toda esta información. Por eso se presentará lo que se conoce al respecto de las capacidades del niño, mayor de dos años y más pequeño de seis, para hacerse representaciones mentales y de utilizar categorías para organizar el mundo. También es importante entender las crecientes capacidades que tiene este niño para resolver problemas que le van apareciendo. 1.2.1. La organización del mundo a. La representación de escenas, sucesos e historias. A medida que el niño va interaccionando con el mundo, tanto físico como social, va recopilando información que va organizando en esquemas. De esta forma aparece el conocimiento que le permite organizar y encontrar sentido al mundo. Los psicólogos hablan de esquema diciendo que es una representación mental que organiza conjuntos de conocimientos que las personas tienen sobre algún dominio de la realidad. (Rodrigo,1991). Este conocimiento se organiza en el niño en relación a aspectos sociales y físicos que en muchas ocasiones se dan conjuntamente. Hay diversos tipos de esquemas en los cuales se organiza la información, pero los más estudiados, son: los esquemas de escenas, de sucesos y de historias. Un esquema de escena, está formado por la información que el niño va recopilando de escenas determinadas que vive de forma cotidiana y que se repiten a menudo, por eso son muy familiares para él. Estas escenas y sus esquemas son aprendidas muy pronto, desde que el niño es bien pequeño. El tipo de información que se recogen en estas escenas tiene que ver con tres tipos de cosas: En primer lugar, el aspecto físico de las cosas y la manera como estas cosas se relacionan. En segundo lugar, los tipos de objetos que se encuentran en las escenas. En estos esquemas se recopila información que tiene que ver con en el tipo de cosas que es habitual encontrar en unos lugares determinados. Finalmente, se encuentra información de la relación que las cosas mantienen entre ellas. Los niños además de conocer cuáles son los tipos de cosas que se encuentran en un lugar determinado también recopilan información al respeto de la secuencia temporal en la que pasan las cosas. Es decir, los niños pueden formarse esquemas de secuencias temporales de cosas que pasan, es lo que se denomina "esquema de sucesos", también conocidos con el nombre de "guiones". ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 9 Tema 3: El desarrollo cognitivo El concepto "guión" aquí es utilizado de una forma similar al empleado en el cine. Se trata de una estructura temporal en la cual pasan una serie de cosas. Igualmente tienen un inicio, un final y una parte intermedia. Cuando la información que nos llega del medio se caracteriza por relaciones de causa-efecto se habla de esquemas de historias. Los niños pequeños son capaces de recordar una historia simple, que les sea familiar y comprensible para ellos, y lo hacen especialmente bien cuando pueden entender las relaciones que hay entre las causas y los efectos. Los niños comprenden muy bien los cuentos, pero tienen muchas dificultades para comprender las películas que miran los adultos. En definitiva, los niños entre los dos y los seis años van formando esquemas organizados que les permiten ordenar el mundo y darle sentido, pero además este conocimiento también lo utilizan para poder predecir cosas que pasarán en futuro, y así pueden planificar sus acciones. Todos estos conocimientos aparecen a través de la repetición sucesiva de acciones y situaciones cotidianas de la vida del niño. Como dice Rodrigo (1991) "El niño adquiere su conocimiento del mundo a través de la interacción con personas y objetos en el marco de situaciones cotidianas repetitivas, que por este motivo resultan fáciles de predecir y familiares para él". b. La formación de conceptos y la categorización Un sofá y una mesa, desde el punto de vista perceptivo son absolutamente diferentes, pero tienen alguna cosa en común, ya que los dos pueden ser clasificados y categorizados como muebles. El niño va categorizando el mundo, en este caso el de los objetos, para poder comprenderlo y asimilarlo con más facilidad. La capacidad de categorizar y formar conceptos ya existe desde que el niño es pequeño, esta capacidad permite al niño relacionar y agrupar cosas aparentemente diferentes, pero que mantienen alguna relación de similitud, de esta forma el niño va clasificando el mundo y le da un orden, de esta forma lo entiende mucho mejor. El niño intenta explicarse tres tipos de cosas: el mundo físico de los objetos, el mundo animado de las plantas y los animales, y el mundo de los pensamientos, sentimientos y afectos de las personas. Ahora bien, la capacidad de categorizar y clasificar el mundo se da muy lentamente y al principio es muy básica y primitiva. Sólo con el paso de los años se va perfeccionando. Aquí se pueden diferenciar dos tipos de criterios clasificatorios: uno que sólo es perceptivo y otro que es semántico. Cuando se trata de clasificar cosas que pertenecen al mundo de los objetos físicos, o del animado, y se hace a través de la similitud de los atributos físicamente destacados y que han sido percibidos por el niño, incluso los niños de dos años y medio son capaces de hacerlo. Cuando se coge un grupo de niños, y se les da un conjunto de fotografías con perros y gatos de diversas razas y se les pide que separen los perros de los gatos se utiliza una clasificación fundamentada en lo perceptivo. En cambio, cuando se requieren criterios semánticos de clasificación sólo los niños más mayores, entre los cuatro y los siete años (dependiendo de la ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 10 Tema 3: El desarrollo cognitivo existe una correlación importante entre la aparición de las primeras reglas y la mejora de las capacidades de la memoria. A medida que la memoria mejora, también lo hace la capacidad para solucionar problemas en los cuales es necesario la comprensión de ciertas reglas, especialmente en el caso de las lógicas. También es necesario remarcar que las capacidades de los niños para resolver estos problemas mejoran de una forma muy importante cuando los padres, o alguien, los ayudan. Este hecho demostraría de nuevo la importancia de la ayuda del adulto para mejorar las competencias del niño. 1.3. El desarrollo de los procesos cognoscitivos básicos desde los seis hasta los doce años Los procesos cognoscitivos básicos continúan evolucionando después de los seis años, de hecho lo continúan haciendo hasta el final de la adolescencia. Este periodo se caracteriza por una mejora de los procesos que se habían dado en la etapa anterior. Es importante destacar la mejora del funcionamiento de la capacidad de procesar información a través de la memoria, el aumento de la cantidad y de la calidad de la información que el niño almacena en su base de conocimientos, y el importante desarrollo de las habilidades metacognitivas (conciencia sobre el propio funcionamiento de sus habilidades de que permite una reflexión del niño sobre como funciona él mismo con respecto a su cognición). En resumen, el sujeto será ahora capaz de demostrar una competencia importante en cuanto al uso de la memoria, no tan solo en situaciones muy simples y familiares, como sucedía con el niño más pequeño, sino en situaciones nuevas y en las cuales se tiene que trabajar con una cantidad importante y compleja de información. Es necesario añadir que muchas de estas mejoras serán posibles gracias a la escolarización. Los aprendizajes que se darán estos años en el colegio son fundamentales para este desarrollo, especialmente el aprendizaje de la lectura, la escritura y los cálculos matemáticos. 1.3.1 La memoria Los cambios que se dan en la memoria en estos años son muy importantes, tanto en la memoria a corto plazo o de trabajo, como en la memoria a largo plazo o semántica. La memoria que el niño más pequeño podía utilizar estaba muy ligada a situaciones concretas, familiares, simples y muy motivadoras para el niño. En cambio, ahora la memoria se independiza del contexto inmediato y del familiar. El sujeto puede también procesar información mucho más compleja y abstracta, incluso de situaciones totalmente nuevas para él. La velocidad de procesamiento de la memoria de trabajo es mucho mayor, también aumenta la cantidad de información con la cual puede trabajar esta memoria. Además, los procesos se automatizan y por eso se liberan recursos cognitivos que se pueden utilizar para otras cosas. Estas mejoras de la memoria a corto plazo son las que posibilitan el aumento de la cantidad y de la calidad de la información que pasa de esta memoria a la de largo plazo, y por lo tanto en la base de conocimientos. Por otra parte, es muy importante señalar que en estos años se produce el desarrollo de las estrategias de memoria que permiten que el niño mejore su ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 13 Tema 3: El desarrollo cognitivo recuerdo. Se pueden destacar dos estrategias: la de repetición y la de organización de la información a recordar. Ambas habían aparecido en el periodo anterior, pero eran muy básicas y ligadas a informaciones muy simples y familiares. Es necesario destacar especialmente las "de organización". En estos momentos, y probablemente gracias a las mejoras que ha sufrido la capacidad lingüística del sujeto, y también la necesaria para comprender conceptos, el niño empieza a utilizar estrategias de organización de la información que le permiten recordar con mayor facilidad. El lenguaje juega un papel muy importante también en cuanto a la utilización de la memoria a largo plazo. Al tener un lenguaje mejor el niño lo utiliza para ordenar los materiales a recordar. Por eso la memoria semántica aumenta también en cuanto a su calidad y su cantidad. El niño recuerda mejor los cuentos y la historias, aumentando también la comprensión sobre las mismas. Estas mejoras en ambos tipos de memoria dan lugar a una mejora de la base de conocimientos sobre el mundo. Cada vez comprenden mejor el mundo, social y natural, y cada vez tienen más información sobre el mismo. 1.3.2 La metacognición Es muy importante señalar que en esta edad, y hacia los seis o siete años, se inicia una de las competencias más importantes para el desarrollo posterior de la inteligencia. Se trata de las habilidades que denominamos como metacognitivas. La metacognición es la capacidad que tenemos los humanos de reflexionar sobre nuestras capacidades. Es la conciencia que tenemos de nosotros mismos. Gracias a ella podemos reflexionar en general sobre nuestra cognición personal, sobre el uso que hacemos del lenguaje, de la memoria, etc. En definitiva, ésta habilidad nos permite pensar sobre como son todas nuestras habilidades, ya sean mentales o físicas. Al aparecer esta habilidad el niño se podrá observar a sí mismo, y controlar mejor su actuación sobre el mundo. Esta competencia le deja reflexionar sobre sus actuaciones y corregirlas en caso de que sean necesarias. Por ejemplo, el niño que está intentando recordar un número de teléfono podrá pensar que estrategia es mejor, una de repetición o de organización. También podrá saber que quizás no es muy hábil para las matemáticas y que debe esforzarse más en clase de esta asignatura que en la de lengua. A medida que el niño sabe más sobre sí mismo y sobre sus competencias, aprende a utilizar estas competencias para planificar y controlar sus acciones, decidiendo en cada momento que es lo mejor y que estrategia utilizar para llegar a su objetivo. Al final de este periodo el niño comprende bastante bien cuáles son sus capacidades y tiene un mayor control sobre él mismo y sobre su ambiente. Todo eso le permite tomar decisiones para adaptarse cada vez mejor al ambiente cambiante y complejo en el cual se está desarrollando 1.3.3 La escuela primaria A los seis años, cuando el niño entra en la escuela primaria, se dan una serie de aprendizajes que serán fundamentales para la aparición y desarrollo de muchas de las habilidades y competencias psicológicas típicas de este momento, como son las que hemos mencionado anteriormente. Especialmente son importantes el aprendizaje de la lectura y de la escritura, así como de los ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 14 Tema 3: El desarrollo cognitivo primeros pasos que el niño da en el mundo de la aritmética, a los cuales ayudan a transformar su estado mental. No sería posible comprender los avances que se dan en la capacidad de procesamiento de la memoria, ni el aumento de información en la base de conocimientos, ni tampoco el desarrollo de la metacognición, sin atender a los importantes aprendizajes que se producen en el aula en este momento, los cuales al mismo tiempo permiten la adquisición de estos conocimientos. Aparece una relación biunívoca entre estos aprendizajes y las funciones mentales comentadas. 2. El desarrollo de los procesos cognoscitivos desde la perspectiva del Piaget 2.1. El estadio sensoriomotor Desde la perspectiva del Piaget el niño es un pequeño científico que explora activamente el mundo. Esta exploración del mundo empieza muy pronto, prácticamente desde el nacimiento. Según Piaget hablar del periodo sensoriomotor es hablar del nacimiento de la inteligencia. Esta inteligencia según Piaget funciona en términos de sensación, percepción y habilidades motoras. Es por lo tanto una inteligencia eminentemente práctica. Es decir, el niño utiliza sus sentidos para captar información del mundo, y a posteriori utiliza sus habilidades motoras para actuar sobre éste. Por este motivo, se trata de una inteligencia altamente relacionada con la acción directa sobre objetos del mundo que él puede percibir y manipular en aquel mismo instante. No tiene nada a ver con la inteligencia reflexiva, simbólica y contemplativa, que aparecerá más tarde (en el estadio preoperatorio), en la cual el niño podrá manipular los símbolos que representan los objetos (palabras) en lugar de tocar directamente los objetos, y por eso se hará más independiente del mundo de la acción y más dependiente del pensamiento y del lenguaje. Podemos decir que el niño más mayor de dos años tiene un mundo abstracto y uno real, mientras que el más pequeño sólo tiene el real. Por todos estos motivos Piaget denominó a este estadio con el nombre de "sensoriomotor". Este estadio se divide en seis subestadios, de los cuales los dos primeros se refieren al propio cuerpo del niño, el tercero y el cuarto a los objetos y a las personas, y los dos últimos tienen que ver con la acción y las ideas, es decir, con la aparición de las primeras representaciones mentales a través de la "manipulación" del ambiente por parte del niño. Cada uno de estos subestadios se caracteriza por una forma diferente de entender el mundo. En general, se puede decir que este estadio se caracteriza por el establecimiento por parte del niño de relaciones con su propio cuerpo, y también relaciones entre los objetos y sus propios actos sobre estos objetos. El niño, durante este estadio, aprender a diferenciar entre medios y finos, y se da cuenta de los resultados de sus acciones. Desarrolla la intencionalidad, es capaz de dirigir sus acciones hacia objetivos determinados que él mismo fija. Aparece la imitación, aparecen las primeras representaciones mentales al mismo tiempo que los inicios del lenguaje, y por lo tanto es el inicio del pensamiento abstracto y simbólico. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 15 Tema 3: El desarrollo cognitivo aparecido al subestadio anterior. El quinto subestadio es una fase muy importante de exploración y experimentación con el entorno, es como si los niños intentaran descubrir el mundo. Además esta exploración es inmensamente activa. Ahora aparecen las reacciones circulares terciarias. Las reacciones circulares terciarias se caracterizan por la modificación, a través de nuevas y diferentes acciones, del resultado de una acción que se ha dado anteriormente. Normalmente se trata de modificaciones y combinaciones de acciones realizadas a través de reacciones circulares secundarías. Si en una reacción secundaría el niño, por ejemplo, le daba golpes a un coche con la mano por que le gustaba el ruido que hacía, ahora le puede dar golpes con un palo, con el pie, con otro coche, etc., y comprobar las diferencias que hay en cada uno de los casos. El comportamiento del niño en el quinto subestadio se parece al de un físico que va experimentando sobre alguna cosa en particular. Tal vez por eso Piaget definió al niño de esta edad como el "pequeño científico" que experimenta para ver lo que pasa. Este método para obtener información del mundo a través de experiencias se fundamenta en el ensayo y el error. Estas reacciones circulares terciarias son las estructuras más complejas del estadio sensoriomotor e implican la comprensión de las relaciones causa - efecto, además requieren de la conducta plenamente intencional. 2.1.6. Sexto subestadio: de los dieciocho a los veinticuatro meses Este subestadio se caracteriza por el inicio del pensamiento simbólico. Este tipo de pensamiento no estará bien adquirido hasta el periodo preoperatorio. Este inicio de la función simbólica viene determinado por la capacidad que ya tiene el niño de esta edad para realizar combinaciones mentales para poder resolver sencillos problemas. Eso significa que el niño ya no actúa por ensayo y error manipulando directamente los objetos, sino que el niño ya puede realizar "acciones mentalmente" para ver anticipadamente cuáles serian las consecuencias sobre el ambiente. Por ejemplo, un niño quiere conseguir coger una pelota que ha caído bajo un sofá. Hasta ahora había tenido que ir intentando coger la pelota metiendo cosas con diferentes longitudes, hasta que encontraba una que le permitía recuperar la pelota. En cambio, el niño a partir de los veinte meses será capaz de buscar "mentalmente" un objeto con la longitud suficiente sin tener que probar con objetos de diferente longitud. El lenguaje, que acaba de aparecer en el niño, tiene un papel fundamental en la aparición de las representaciones simbólicas. En general, la aparición del lenguaje transforma toda la cognición del niño. Estas nuevas combinaciones mentales simbólicas hacen que el niño se independice del mundo de lo perceptivo y se vuelva mucho más abstracto. El niño podrá, a partir de ahora, manipular los símbolos que representan los objetos (palabras) en lugar de tocar directamente los objetos, y por eso se hará más independiente del mundo de la acción y más dependiente del pensamiento y del lenguaje. Por esta causa el niño puede pensar de una forma mucho más flexible y autónoma. Se puede decir que el pensamiento del niño deja de fundamentarse en lo sensoriomotor ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 18 Tema 3: El desarrollo cognitivo para pasar a lo simbólico. El niño continúa siendo un "manipulador", pero ahora se un "manipulador de símbolos". 2.2. El estadio preoperatorio De los dos hasta los siete años es un periodo muy importante para el desarrollo de la inteligencia del niño. Aunque existen grandes diferencias entre los niños de este periodo y el anterior, también hay muchas similitudes entre ambos. Cómo se ha dicho ya, los niños más mayores de dos años pueden utilizar los símbolos y también tienen ya representaciones mentales. Sin embargo, a pesar de que haya cada vez un tipo de pensamiento más evolucionado, éste todavía no es lógico. Los niños de este periodo todavía no pueden utilizar ni ideas ni conceptos para desarrollar principios lógicos que se fundamenten en sus experiencias. Precisamente este periodo fue denominado por Piaget como preoperatorio por que para él era un momento de preparación para la aparición de las operaciones lógicas, que son las verdaderas operaciones mentales que aparecerán a partir de los siete años. El periodo preoperacional no se tendría que considerar como un periodo en sí mismo, sino más bien como una fase de transición hacia el periodo posterior, es decir, el de las operaciones concretas. El pensamiento del niño preoperatorio evoluciona mucho desde su aparición hasta que llega al posterior periodo. Hay muchas diferencias entre un niño de dos años y uno de seis. Si se entiende esta fase de la evolución de la inteligencia tal como la propuso el propio Piaget, se puede decir que es un periodo muy curioso y un poco extraño para los psicólogos, ya que la inteligencia que el niño presenta en este instante ya no es práctica y fundamentada en la acción, pero las operaciones que realiza el niño todavía no son plenamente mentales. Además es un estadio en el cual el pensamiento del niño es muy inestable, tanto utiliza esquemas más propios del estadio anterior, como de golpe emplea un esquema parecido a los del estadio operacional. Por todas estas cosas se puede decir que es un periodo difícil de explicar, e incluso de entender. Para algunos autores este periodo no es demasiado importante, y, exceptuando estos últimos años, no es un periodo al cual se hayan dedicado tantas horas de estudio como a los otros. Hay una serie de aspectos que diferencian el pensamiento preoperatorio del sensoriomotor. En primer lugar, mientras que la inteligencia sensoriomotora relaciona las diferentes acciones o percepciones una a una, la inteligencia preoperatoria es capaz de abrazar simultáneamente diferentes acontecimientos y situaciones. En segundo lugar, mientras que la inteligencia sensoriomotora es eminentemente práctica y tiene como finalidad la acción, la preoperatoria tiende hacia el conocimiento y es altamente reflexiva. En tercer lugar, la inteligencia sensoriomotora trabaja directamente con objetos y situaciones presentes, mientras que la preoperatoria trabaja con símbolos y signos que representan los objetos de la realidad, y no sobre los objetos mismos. En cuarto lugar, y finalmente, la inteligencia sensoriomotora es una experiencia privada para el niño, ya que no puede ser compartida (no hay ni lenguaje ni capacidad para utilizarlo), mientras que la preoperatoria, al existir ya el lenguaje, se puede compartir con los demás. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 19 Tema 3: El desarrollo cognitivo Evidentemente la competencia más importante del periodo preoperatorio, cuándo se compara con el periodo anterior, es la mejora de la representación mental. Es decir, la aparición de la función simbólica, tal como ya se ha comentado anteriormente. Durante estos años preoperatorios los principios de acomodación y asimilación continúan funcionando, pero ahora ya no lo hacen sobre esquemas de acción, sino sobre esquemas representacionales. El propio Piaget diferenció dos fases en la evolución del pensamiento del niño durante el periodo. En primer lugar, el pensamiento simbólico y preconceptual, que va desde los dos años hasta los cuatro, y, en segundo lugar, el pensamiento intuitivo, desde los cuatro hasta los siete. 2.2.1. El pensamiento simbólico y preconceptual Esta primera etapa del periodo preoperatorio se caracterizaría por la mejora de la función simbólica aparecida en el último subestadio del periodo sensoriomotor, y también por un pensamiento que se fundamenta en un razonamiento preconceptual. Es decir, el niño cada vez más puede pensar en cosas que no están presentes en aquel momento. Pero los niños, según Piaget, todavía no son capaces de formar verdaderos conceptos ni tienen verdaderas ideas. En estos momentos el niño no puede diferenciar entre lo que es la realidad mental, la física y la social. Hay una serie de manifestaciones que muestran la importancia de esta función simbólica, a la cual se acaba de hacer referencia, y que había aparecido al final del periodo sensoriomotor, la cual ahora se irá transformando en diversas manifestaciones como por ejemplo: lenguaje, imaginación, juego simbólico e imitación diferida. Esta utilización cada vez mayor del pensamiento simbólico es posible por que el niño es capaz de coordinar mentalmente un número cada vez más alto de esquemas relativos a los objetos y a los acontecimientos que tienen lugar en el mundo. De tal forma que objetos, palabras o acciones puedan ser utilizados para pensar o para comunicarse, y se podría decir que incluso que para representar otras cosas, ya sea animadas o inanimadas. Piaget definió la función simbólica como la habilidad para utilizar una cosa para representar otra, así la primera cosa se convierte en un símbolo de la segunda. Los símbolos pueden ser de muchas formas: gestos, palabras, objetos, etc. Según Piaget, uno de los efectos más importantes de la mejora que se da en la función simbólica es que el niño utiliza cada vez más el lenguaje, y la calidad de éste es cada vez mayor. Esta mayor utilización del lenguaje permite un mayor contacto social. El niño puede transmitir ideas y sentimientos a los demás, y también puede recibir información que le valdrá para continuar madurando y desarrollándose a través de la transmisión de la cultura que le hacen los adultos. Al mejorar la función simbólica también se hace mayor en el niño la imaginación. El niño es capaz de utilizar sus representaciones mentales para pensar en cosas que no están presentes, e incluso puede pensar en cosas que no existen en el mundo real. De hecho en esta época es cuando empiezan a aparecer algunos de los miedos infantiles. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 20 Tema 3: El desarrollo cognitivo a. Algunos ejemplos de las pruebas utilizadas por Piaget La conservación de cantidades continuas (líquidos ) En este experimento Piaget quiso averiguar si los niños preoperatorios podían entender que la cantidad de líquido no variaba aunque se vaciara el líquido en un recipiente con una forma diferente. Si cogemos a un niño, por ejemplo de cuatro años, y le mostramos dos vasos llenos de agua (a, b) hasta tres cuartas parte de su capacidad, y después cogemos (ante su mirada) uno de estos vasos (b) y volcamos el agua a otro vaso pero que es más estrecho y alto (c) y le preguntamos al niño en qué vaso hay más agua si en "a" o en "c" el niño dirá que en el alto y estrecho (c). El niño cuando da esta respuesta no se da cuenta de que la cantidad de líquido es la misma, y que lo único que ha variado es el recipiente. Como ahora ve que en el nuevo vaso el líquido es más alto cree que por eso hay más cantidad. Por lo tanto, se fundamenta y se centra en datos perceptivos para dar esta respuesta, pero no en datos lógicos. En este sentido se dice también que el pensamiento del niño preoperatorio está centrado, ya que se fija (centra) en alguna característica que le llama la atención del objeto, y después es incapaz de olvidarla para fijarse en otros (por lo tanto es incapaz de descentrarse). Para poder resolver estos tipos de problemas, como el de la conservación de cantidades explicado, el niño tiene que tener adquirida la capacidad lógica. Los problemas que presentan los niños de esta edad son una clara muestra de cuál es el tipo de pensamiento preoperatorio. Piaget denominó “intuitivo” a este pensamiento que muestra al niño, y lo hizo precisamente por esta fijación en los datos perceptivos más que en la lógica. El niño, dice él, contestación por intuición. Figura 1 La conservación de cantidades continúas (masa) En este experimento Piaget intentaba comprobar si los niños pueden entender que la cantidad de masa se conserva aunque el objeto cambie de forma. Si se mira la figura 2 se puede comprender mejor lo que quería ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 23 Tema 3: El desarrollo cognitivo conseguir Piaget. En este experimento se le mostraban al niño dos bolas de barro idénticas (a y b). Después el experimentador cogía una de ellas (b) y la modificaba hasta hacerla totalmente plana (c). En este caso el niño decía que en la bola intacta (a) hay más barro por que es más grande. En una situación parecida la bola (b) se convertía en una salchicha (d) y el niño decía que en la salchicha hay más barro. Aún en otra situación, la bola (b) se convertía en cinco bolas pequeñas (e), en este caso el niño comentaba que había más barro en las cinco bolas por que hay más. En ninguno de los casos los niños dijeron que la cantidad de barro era la misma, y eso que había presenciado perfectamente todas las transformaciones. Con este experimento quedó de nuevo demostrado que el niño preoperatorio está muy influenciado por los datos perceptivos que le llegan del entorno, y que no utiliza la lógica. Cómo ya se ha comentado antes, a través de éste experimentos Piaget determinó el tipo de pensamiento del niño preoperatorio, especialmente del intuitivo. Algunos de los rasgos típicos de esta edad se comentan a continuación. Figura 2 b. Otras características del pensamiento preoperatorio Influenciado por los datos perceptivos. Una de las características que definen mejor el pensamiento del niño en este periodo es que está muy influido por los datos perceptivos, tal como se ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 24 Tema 3: El desarrollo cognitivo puede comprobar en los dos experimentos de cantidades continúas mencionados antes. El niño dirá que el vaso más alto tiene más agua por que se fija en la altura del vaso, pero no en la cantidad de líquido que realmente hay, la comparación correcta sólo se puede realizar cuando el niño ha adquirido la capacidad operacional (lógica). Por lo tanto, un dato perceptivo (altura) es la que determina la solución del problema. Lo mismo sucede con las bolas de barro. Ausencia de equilibrio. Otra característica del pensamiento del niño preoperatorio es lo que Piaget denomina "ausencia de equilibrio". Es un pensamiento discontinuo que varía con mucha facilidad. También según Piaget el pensamiento preoperatorio es una experiencia mental que se encuentra más cerca del mundo de las acciones que del mundo de lo mental. El niño, aunque ya es capaz de representaciones mentales y simbólicas, depende de las acciones sobre el mundo para que las representaciones se puedan formar, mientras que el niño más mayor de siete años ya es mucho más independiente y autónomo de sus acciones sobre las cosas. Irreversibilidad del pensamiento. Los niños preoperacionales no pueden realizar una operación mental y a continuación rehacerla en sentido contrario. Saben que 4 + 2 = 6, pero son incapaces de entender que 6 - 2 = 4. Un ejemplo de la irreversibilidad del pensamiento de un niño de cuatro años se encuentra en el libro de Craig (1994). A un niño le piden: ¿Tienes un hermanito? Si. ¿Como se llama? Jaime. ¿Tiene un hermano Jaime también? No, no tiene ninguno. Otro ejemplo es el de la bola de barro que se ha comentado antes. Si se muestra a un grupo de niños de cuatro años una bola de barro bastante grande, y, delante de ellos se va rompiendo hasta hacer cinco bolas más pequeñas, y después se les pide que vuelvan a hacer la bola grande dirán que es imposible, que ha desaparecido. Egocentrismo El pensamiento de los niños de esta edad es egocéntrico. Es decir, está centrado en él mismo y le resulta del todo imposible tomar el punto de vista de otra persona. Los niños ven, sienten, oyen y piensan desde su perspectiva perceptiva, y suponen que todo el mundo ve, siente, oye y piensa las mismas cosas que ellos. Son incapaces de situarse de forma cognitiva en el lugar de otra persona. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 25 Tema 3: El desarrollo cognitivo Otro dato que es muy importante resaltar es que estas acciones interiores que el niño realiza ahora están muy ordenadas y organizadas jerárquicamente dentro de las estructuras mentales, coordinándose altamente entre ellas a través de una importante integración dentro del sistema que es la inteligencia. Por este motivo, el pensamiento del sujeto es mucho más equilibrado, más estable y no depende tanto de la información que el niño percibe de la realidad, sino que éste puede confrontar los hechos con información propia que ya tiene sobre el problema. Por eso se devuelve más independiente de la realidad y también más coherente y más flexible. En las pruebas de conservación, por ejemplo de cantidades, que se han presentado anteriormente al hablar del niño más pequeño, ahora el sujeto si es capaz perfectamente de comprender los principios de conservación, por eso ya entiende que la cantidad de agua sigue siendo la misma, a pesar que el líquido se cambie de recipiente. El niño ya no se deja confundir por la información que le llega a través de los sentidos, sino que utiliza la lógica, y ésta le dice que la cantidad de agua sigue siendo la misma a pesar de todos los cambios perceptivos que él capta. Lo mismo sucede con otras pruebas utilizadas por Piaget para estudiar el principio de conservación, por ejemplo, la de conservación de masas continuas que también se ha explicado anteriormente. En este caso el sujeto ya es capaz de comprobar sin ningún problema que la bola de plastilina o barro, a pesar de la transformación de su forma o de su cantidad, sigue teniendo la misma masa (es decir, la misma cantidad de plastilina o de barro). En definitiva, todas las tareas que Piaget sometió a los niños preoperacionales, para conocer cuál era su inteligencia, el niño operacional las supera. Pero no lo hace inmediatamente, sino que de forma progresiva lo va consiguiendo dependiendo del grado de dificultad cognitiva de la misma. Las más difíciles de conseguir para el niño son las de peso y longitud que no aparecen hasta los ocho o nueve años. Los estudios sobre clasificación de clases es otra importante aportación de Piaget a la psicología del niño operacional. En estas investigaciones el autor comprobó la manera en la cual los sujetos forman clases para clasificar conjuntos. Por ejemplo, el niño operatorio es capaz de clasificar una silla y una mesa como un subconjunto de otro mayor el de los "muebles", y lo puede hacer porque la lógica ya ha aparecido. Por contra, el niño preoperatorio no podía, su clasificación estaba contaminada por la apariencia física de las cosas. Podría agrupar sillas del mismo color entre ellas. Haría los mismo con estanterías (o otros muebles), es decir, puede clasificar los objetos según sean parecidos físicamente entre ellos, pero no es capaz de ver que dos objetos tan distintos en su apariencia física, como son una mesa y una estantería, pertenecen, no obstante, a una misma categoría de objetos "los muebles". El niño además debe ser capaz de comprender la relación entre las clases. A esta operación Piaget la denominó seriación. Por ejemplo, una tarea muy típica consistía a ordenar una serie de palos de madera en relación a su longitud. Los niños preoperacionales forman distintos grupos de palos de longitud más o menos similar, pero no son capaces de ordenarlos de mayor a menor en una línea. Los mayores no obstante si pueden hacerlo. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 28 Tema 3: El desarrollo cognitivo Otras características del pensamiento operacional concreto: El pensamiento egocéntrico del niño, característico de la etapa anterior, también desaparece. Ahora el niño se "descentra", y puede situarse en el punto de vista de los otros, y es capaz de darse cuenta de cuál es la cognición de los demás. Por eso el niño tiene mucha más facilidad para socializarse y entender a los demás. Ya no ve la realidad solamente desde su "punto de vista", sino que puede tomar el rol del otro. El pensamiento del niño es reversible. Es decir, puede hacer una operación mental y después, a continuación deshacerla para llegar de nuevo al original. El niño que observa como el adulto modifica la bola de plastilina chafándola, es capaz de entender que haciendo la operación contraria la plastilina puede convertirse de nuevo en la bola inicial. Por este motivo no se equivoca cuando el adulto le pregunta si la bola chafada tiene la misma cantidad de masa ahora o antes de chafarla (el niño pequeño si se equivocaba porque se fundamenta en la información visual y como la bola chafada parece mayor, entonces cree que en ésta hay más cantidad ahora que antes de que fuera chafada). Existe una movilidad cognitiva mayor a través de la cual el sujeto puede usar esquemas diferentes combinándolos entre ellos. Esta nueva forma de operar mentalmente también permite que el pensamiento sea mucho más diverso, con una mejor estructura organizativa. Todas estas nuevas capacidades permiten al niño crear teorías mucho mejores sobre el mundo. Su universo ya está mucho más cerca del adulto. Son capaces de reflexionar sobre lo que puede ocurrir y prever y cuál es la mejor acción para realizar según sean sus intereses. Estas teorías que se hace sobre el mundo todavía no son muy correctas si tiene que manipular información muy abstracta o altamente simbólica. En este caso deberá esperar que, en la adolescencia, aparezcan las operaciones formales. ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 29 Tema 3: El desarrollo cognitivo Propuesta de actividades Actividad 1. ¿Es realmente competente el niño? Explicación: Es un recurso habitual en psicología comparar las capacidades cognitivas en desarrollo en el niño con las capacidades de animales próximos evolutivamente a nosotros. Es típica la comparación con los primates superiores. Leer los textos que se recomiendan a continuación y comparáis el desarrollo del niño de dos años con el de los primates. Recurso necesario: Lectura: BERGER, K.S. (2004) Capítulo 6. Los primeros dos años: el desarrollo cognitivo. Pag. 166-199 En BERGER, K.S. (2004) Psicología del desarrollo: infancia y adolescencia. Madrid: Médica-Panamericana. Consulta en Internet. Mate, C. Implicaciones cognitivas del aprendizaje lingüístico en los simios http://www.imim.es/quark/25/Default.htm Actividad 2. Comparación del estadio sensorimotor con el preopeacional Explicación: Piaget escribió en numerosas ocasiones que el periodo preoperacional era simplemente un periodo de transición entre el sensoriomotor y el de las operaciones concretas. Pero en realidad es mucho más que eso. En sus escritos se puede contemplar este periodo como complejo e importante al mismo tiempo. Comparar las principales consecuciones (hitos) de este periodo con el sensoriomotor. Recurso necesario: Lectura: SHAFFER, D.R. (2000) Capítulo 7. Desarrollo cognoscitivo: la perspectiva de Piaget y lo puntúo de vista sociocultural de Vigotski. Pag. 228-269. A: SHAFFER. D.R. Psicología del Desarrollo: Infancia y Adolescencia. Madrid: Thomson ©Josep A. Pérez Castelló pep@perezcastello.net Este texto esta licenciado bajo licencia Creative Commons Llicence, se pueden ver las condiciones de reproducción en http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ 30
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved